El fuego hipnotiza y es, por lo tanto, el primer objeto y el móvil de las fantasías”, escribió Umberto Eco, siguiendo el trabajo de Gaston Bachelard y su Psicoanálisis del fuego.
Los chilenos llevamos 24 días hipnotizados por el fuego: el que arrasó el Metro, el que destruye supermercados y pequeños negocios, el que devasta edificios corporativos y casas patrimoniales, el que quema el rostro de dos carabineras alcanzadas por una bomba molotov criminal. El fuego que vemos arder minuto a minuto en las barricadas e incendios que se han convertido en una nueva cotidianeidad.
Es un fanatismo de cruzados; de una moral de destrucción y regeneración. “Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego; destruyó aquellas ciudades y todo el valle y todos los habitantes de las ciudades y todo lo que crecía en la tierra”, reza el Génesis. “Es hora de reducir todo a cenizas… sólo el fuego puede purgar todos sus pecados”, reza a coro una de las amenazas de redes sociales que la policía investiga en estos días.
El fuego de los fanáticos arde mientras Chile mira hipnotizado.
En Palacio, el rey pasmado lanza cada día una moneda. Un día es cara y entonces la agenda es apagar el fuego con más bencina: revivir la Ley Hinzpeter, citar al Cosena para provocar la imagen de los militares entrando a Palacio. Debe ser el contralor quien ponga los puntos sobre las íes. No es constitucional citar a un Consejo de Seguridad Nacional por problemas de orden público.
Al día siguiente, La Moneda cae en sello y entonces el Presidente baja a los patios para una sonriente sesión de fotos. Pasamos de la guerra a la frivolidad, sin escalas.
Los nuevos ministros tratan de hacer su trabajo. En Hacienda, Ignacio Briones acuerda una reforma que, aunque tímidamente, da vuelta el tablero: de un regalo tributario a los más ricos, pasamos a buscar gravámenes que equilibren en algo la cancha. En Trabajo, María José Zaldívar entierra la histeria por el proyecto de 40 horas y la reemplaza por una mirada empática. Del mantra inflexible de la capitalización individual pasamos a negociaciones pragmáticas para mejorar las pensiones. En Interior, en la vocería, en Desarrollo Social, hay esfuerzos de empatía y diálogo.
Pero el Presidente sigue pasmado, rodeado por un círculo de hierro impermeable a la realidad. Nuestro régimen hiperpresidencialista muestra su falla fundamental. El sistema depende de los humores y la sicología de un solo individuo. Ya pasó cuando Bachelet desapareció de escena, hundida por el caso Caval. Pero esa era una crisis política, no una sistémica. Lo que está hoy en juego es demasiado trascendente.
Estamos jugando con fuego.
Ante el vacío de poder surgen, incipientes aún, las alternativas. Los cabildos autoconvocados se extienden por Chile. Alcaldes de derecha, centro e izquierda se ponen de acuerdo para canalizar ese proceso a través de una consulta nacional. Renovación Nacional recuerda su papel histórico de bisagra, y avanza con la oposición en un pacto transversal que dé un cauce razonable a la crisis, con una nueva Constitución nacida de la gente a través de una Asamblea o Congreso Constituyente (¡qué importa el nombre!).
La histeria prima en las redes sociales, pero en la vida real los consensos son más fuertes. Todas las encuestas de estos días coinciden en un abrumador apoyo al movimiento social pacífico y a una nueva Constitución.
Si los extremistas se regocijan en la historia de Sodoma y Gomorra, los razonables deben más bien recordar el mito de Prometeo, que regaló a los humanos el fuego para usarlo como fuerza creativa, como una herramienta cuyo manejo nos define como especie capaz de construir una vida en común.
Ello requiere el control del fuego restaurando el orden público, por cierto, pero eso no se logra a través de la fantasía dictatorial de la “mano dura”. La mano, durísima y cruel, está en los perdigones que arrancan ojos de manifestantes pacíficos (182 lesiones oculares), las torturas contra detenidos (171 querellas por tratos crueles y 52 por violencia sexual), los uniformados fuera de sí que entran disparando a un colegio de niñas y atacan con brutalidad hasta a una carabinera de civil.
Mientras, violentistas, pirómanos y saqueadores siguen actuando a sus anchas, beneficiados por una inteligencia policial inexistente, incapaz de aislar y neutralizar a estos bíblicos adoradores de la destrucción.
Sólo los extremistas, esos que fantasean con la revolución permanente de Trotsky o con un nuevo golpe militar, se sienten a sus anchas con el fuego destructor. Los demás son los millones de chilenos que sueñan con un Chile mejor, construido no desde las cenizas de Sodoma y Gomorra, sino desde la reforma de lo que ya hemos construido.
Y sí, el rey sigue pasmado. Pero también están los chilenos que marchan con manos limpias y alegre creatividad, están los dirigentes que organizan a la sociedad civil, están los líderes que movilizan cabildos y conversaciones, están los alcaldes con los pies en la calle y la mente abierta, están ministros y políticos responsables que dialogan y tienden puentes.
Todos ellos son los Prometeos que necesitamos para no dejarnos consumir por el fuego.
Según Matamala, si te están golpeando tu no debes golpear de vuelta UNA SOLA VEZ DE MANERA DECISIVA. No. Debes colocar la otra mejilla hasta que el otro se canse de golpearte en el piso o le des lo que quiere.
UN PUTO BETA….
Primero. TODAS LAS MARCHAS ESTÁN PROHIBIDAS. Si vas a una marcha, es a tu propio riesgo. Si creen que eso es abusivo, vayan a hacer una marcha no autorizada a New York o Alemania o Noruega. A ver como les va.
Segundo. A NADIE LE IMPORTA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN.
Solo a los que creen que una constitución mágicamente va a hacer que las deudas desaparezcan, que los sueldos suban a 500 600 o 700 mil. Las pensiones a 1 millón, y todos bailando Cumbayá. Y esos son los progres de los medios masivos que entienden Jack Shit de nada que no sea sus mierdas de ideologías de grupo, junto con los políticos que creen que están logrando un triunfo. Les podría recordar a estos tarados que en las revoluciones también linchan a los políticos, especialmente a los que son culpados de las desgracias actuales, y de seguro en un par de años más lo van a ser.
Esto ya se intentó en Chile. Se llamó UP. Y sabemos como terminó. Por supuesto auspiciado por la teoría Keynesiana monetarista. Aumentando los sueldos de todos con las empresas y los medios productivos confiscados y gestionados por el gobierno, todos van a comprar más y por ende las capacidades productivas sub utilizadas iban a ser copadas creando una utopía socialista por milenios.
YEP…
Ese era el programa económico de Allende. Que por supuesto sabemos que no sirve porque el dinero es solo el reflejo de la capacidad productiva de un país, y si te pagan más de lo que produces, el dinero se deprecia. Simple.
No puedo expresar lo enojado que me siento con estos imbéciles. Están provocando una lucha de clases. Y están provocando que las FFAA y de orden dejen que esto corra a voluntad. Todo por hacer que sus cagadas de sueños socialistas marxista húmedos que NUNCA han funcionado sean implementados porque ahora si que van a funcionar, porque tenemos a Boric y Jackson en el buque.
We are Fucked.
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Esta claro que esto no parara y que asi como estan las cosas veremos peleas armadas entre bandos de gente ergo muertos varios. Ejercito y policias mirando desde afuera y sin mayor poder.
ResponderEliminarOjo que el martes se vota en el TC el desafuero de todos los parlamentarios comunistas. Si son desaforados ya me veo la explosion en las calles.
Lo de Evo Morales es un GRAN aviso a las fuerzas armadas en lo coyuntural.
ResponderEliminarHoy saben lo que se juega, pero no se van a involucrar hasta que sea estrictamente necesario (incluso más que en el 73’ en que iban a arrojarle maíz y trigos a los regimientos aduciendo cobardía e incluso la pronunciación del parlamento por inconstitucionalidad).
La realidad económica puede forzarse hasta el caos (ahora o en un gobierno del FA). El fantasma del 73’ resurgirá y obligará al pronunciamiento militar retirando el respaldo al gobernante de turno. Ello obligará la elección anticipada (aquí juega lo que pasó hoy).
Terminar como Venezuela sólo depende de lo corrupta que puedan ser las fuerzas armadas y de orden, que en el entendido orgullo institucional, a los símbolos patrios, a la figura de héroes del pasado y vandalización de sus esculturas ha provocado cierto grado de enardecimiento y que veo imposible ocurra.
Saben que esto no tiene que ver con reclamos sociales legítimos. Es verso.
Ya van 3 conteiner interceptados con armamento en un mes (2 en iquique, ayer uno en valpo).
Que se hayan caído las amarras venezolanas en Bolivia es un gran anticipo, que aún habiendo Morales modificado la constitución a su medida la gente de bien repele el comunismo.
Ya vimos el primer enfrentamiento civil con armas de fuego y al general director de carabineros quitando respaldo a su tropa respecto a la defensa en contra de miles de delincuentes.
Habrá más muertes.