La meritocracia siempre parte de la persona, no del gobierno. Porque si ponemos la responsabilidad en el gobierno, él tiene que resolver tu problema. Pero si pones el problema en ti, tú tienes la chance de cambiar tu vida para siempre… Al final del día, lo más importante es lo que tú puedes hacer con tu vida”.
La frase la dijo Sammis Reyes, consultado por las políticas de fomento del deporte. Y sin duda tiene autoridad para decirla: se fue de Talcahuano con el sueño de jugar básquetbol en la NBA. Cuando se le cerraron las puertas, se cambió al fútbol americano, y ahora es el primer chileno en jugar en la liga deportiva más millonaria del mundo, la NFL. Su historia ha sido destacada en medios como Sports Illustrated. A punta de condiciones naturales, talento, destreza y trabajo (de mérito, en suma), Reyes logró su sueño.
Líderes de opinión como el senador electo Luciano Cruz-Coke destacaron sus palabras, como “un claro mensaje para Chile”. ¿Tiene razón Reyes? ¿Tienen razón quienes pretenden ampliar su discurso a la sociedad completa?
Para entenderlo, tenemos que distinguir el plano individual del social.
En el primero, por cierto el mensaje de Reyes es destacable. No somos simples víctimas de nuestras circunstancias, incapaces de plantearnos metas o crecer desde nuestro esfuerzo individual. Contra el victimismo que suele campear en cierto progresismo, es valioso relevar la capacidad de cada persona para sacar lo mejor de sí mismo.
Y por cierto, sí hay casos, como el del propio Sammis Reyes, que muestran que ese “sueño americano” es posible. Personas que, en todos los ámbitos de la sociedad, rompen barreras para llegar muy arriba a punta de talento y esfuerzo extraordinarios.
En el plano social, el asunto es distinto.
“Meritocracia” fue acuñado como un término negativo. Lo hizo en 1958 el sociólogo británico Michael Young en su libro The rise of the meritocracy, en que describía una sociedad distópica segmentada entre los “meritorios” y los demás. Con los años, su significado se volvió positivo: la meritocracia permitiría que las recompensas sociales se distribuyan con justicia, de acuerdo al mérito de cada uno. Según la socióloga francesa Marie Duru-Bellat, el principio meritocrático resulta “fundamental para las sociedades democráticas”. Si las desigualdades se deben al mérito de cada uno, entonces se vuelven éticas y aceptables en una sociedad en que en teoría todos valemos lo mismo.
Pero, para que eso sea cierto, debemos tener un punto de partida similar. Y eso es una ilusión. O, mejor dicho, un engaño. En su libro “La trampa de la meritocracia”, Daniel Markovits explica cómo la meritocracia sirve a aquellos nacidos dentro de la élite para justificar sus privilegios. Ellos, dicen, están ahí por mérito: estudiaron, trabajaron duro, se esforzaron. En cambio, para los que están fuera de la élite, “funciona como una forma de exclusión”, dice Markovits, “caracterizando esa exclusión como un fracaso individual”.
Ahí está la trampa: si todo depende de uno, del propio esfuerzo y talento, entonces el orden social es justo. Los que están arriba, lo están por su propio mérito, y los que están abajo, por su falta de él.
Y eso es una gigantesca mentira.
En el caso de Chile, hay múltiples estudios que lo demuestran.
Un egresado de uno de nueve colegios particulares del barrio alto de Santiago que supere los 627 puntos en la PSU ganará, ocho años después, en promedio $1.496.601. Otro joven con igual puntaje PSU, pero que venga de un liceo público, ganará sólo $910.550. Incluso menos que un egresado del barrio alto que obtenga entre 418 y 486 puntos, quien ganará $1.141.580.
El más meritocrático de todos, el que le ganó a todas las desventajas y superó todas las barreras, gana menos que el mediocre que tuvo la suerte de nacer en la élite.
Y lo mismo han repetido estudios sobre egresados de la misma carrera en la misma universidad, dentro del 10% mejor de su promoción: su sueldo futuro depende de su comuna de origen. O de los altos puestos de gerencia, más de la mitad de los cuales están reservados para egresados de esos mismos colegios que representan el 0,5% del matrícula escolar chilena.
Tal vez el único ámbito en que sí podemos hablar de meritocracia a nivel social es al que se refiere Sammis Reyes: deportes populares como el fútbol. Allí, nuestra élite no viene del barrio alto, sino de Tocopilla, San Joaquín, Conchalí, Puente Alto y Buin. Eso ocurre porque en el caso del fútbol el “mérito” está mucho menos contaminado por variables externas como el capital cultural de la familia, el colegio al que se asistió y las redes de amistades. Además, el “mérito” es público y fácil de medir. Sí, el dueño del equipo puede poner a su hijo a jugar, pero su ineptitud quedará al descubierto de inmediato. Esto no ocurre así en otros ámbitos en que, como los estudios antes citados demuestran, el heredero, el primo y el excompañero gozan de inmensas ventajas a la hora de hacer carrera, incluso por sobre los meritócratas que han hecho el camino más difícil.
Chile será una meritocracia el día en que las reuniones de gerencia de las grandes empresas, los directorios de los colegios profesionales, las cortes de justicia, el Congreso Nacional, y cada instancia de prestigio y poder, se parezca en su origen social a la selección nacional de fútbol. O sea, se parezca a Chile.
Hasta que eso se cumpla, la meritocracia será un valioso concepto para conducir nuestras vidas, y sacar lo mejor de nosotros mismos (en eso Reyes tiene razón). Pero a nivel social será sólo un mito conveniente para quienes quieren proteger privilegios que no tienen nada que ver con el mérito.
Más que una meritocracia, una mitocracia.
Interesante discusión.
Aunque no creo que lo haya pensado mucho Daniel en esta oportunidad.
No se me ocurre un ejemplo más obvio de lo que plantea como premisa que Boric y los constituyente como absolutamente inmerecidas sus posiciones en la élites dominantes del país, si hablamos de méritos.
Pero en defensa de Boric y de los que llegan a las élites…
Y también de lo que plantea el artículo.
Estoy de acuerdo con la conclusión. No con el desarrollo.
No existe la meritocracia.
No te mereces un buen trabajo, no te mereces una mujer bonita o un hombre atractivo, no te mereces estar en la élites de la jerarquía a la que quieras integrarte.
Either you do it, or you dont…
O en términos futboleros, los triunfos no se merecen.
No es una buena comparación la que hace si quiere establecer que el mérito está restringido al ámbito académico. Tampoco comparar las élites con el sueldo medio de profesionales medios. Estamos hablando de élites, no de la media.
Y hacer algo tan agregado es completamente inútil en cuanto a analizar nada estadísticamente.
Probablemente los que están en el barrio alto eligieron carreras de alto impacto, como ingenierías civiles, medicina o comercial. Por lo tanto lo más probable es que los niños de ellos se vayan o tiendan a irse a esas carreras. En los sectores socio económicos bajos probablemente escojan cosas más relacionadas a estudios humanistas o salud más técnico (no medicina), donde se gana menos sueldo de hecho y probablemente muy influenciados por la publicidad. Las mujeres se van hacia carreras humanistas, los hombre más tecnológicas y ciencias.
Sería un mejor estudio si en las carreras que definen a las élites, como Comercial, Derecho, Medicina o Civil de la UC o de la Chile, se hiciera un estudio de quienes o cuantos llegaron a la élites partiendo de una condición socio económica baja.
Pero en general estudiar en la universidad ahora no genera ninguna ventaja competitiva en nada salvo la acreditación que saliste de una top, y de una carrera top. Casi todo el conocimiento de calidad que antes estaba exclusivamente limitado a las universidades ahora es público y gratis. Lo que vale ahora en realidad es la acreditación de ese conocimiento. No entiendo porqué no se avanza más en eso.
Lo único que puedes proveer como sociedad es que no existan barreras legales para acceder a posiciones de élite, en cualquier ámbito. O el equivalente a libertad económica completa. Cuando eso no existe, se generan castas que no tienen absolutamente nada que ver con las competencias desplegadas por ellas para llegar a posiciones de élite o de poder, en cualquier ámbito. No puedes evitar que se formen grupos humanos que se prefieren entre ellos para conducir sus negocios o incluso para relacionarse socialmente. Eso es libertad de asociación. No puedes obligar a la gente a juntarse con quien no quiere. Solo puedes promover en la niñez el que se desarrollen amistades que perduren en la vida y que traspasen barreras sociales. Eso generalmente se logra con el deporte en buena parte, y en colegios públicos de excelencia.
Conozco mucha gente de élite que no partió de posiciones privilegiadas. Muchas otras si. Y muchas que partiendo o estando en posiciones privilegiadas no llegaron a ningún lado. Y no estoy hablando solo de posición socio económica. Gente con un CI en la estratósfera simplemente no llegó donde uno habría supuesto iba a llegar. Otras desarrollaron otros talentos. Otros son muy atractivos, físicamente y en personalidad, y eso les da el margen. Y otros simplemente tuvieron suerte, que aprovecharon obviamente.
Llegar al pináculo de una jerarquía no es un tema de méritos. O de trayectoria. De hecho se podría argumentar que para llegar donde otros no han llegado no puedes recorrer los mismos caminos que ellos ha recorrido. Ni a nivel familiar ni a nivel social. Especialmente si tu mismo estás construyendo tu propia jerarquía en forma de empresa.
Provisto que no existan barreras legales para llegar donde quieras llegar en la escala social, el resultado de llegar ahí es personal, y tal vez familiar. Que la vida te tire un 7 y un 2 y a otros un par de ases, es otra discusión milenaria y que de hecho da origen a teorías económicas huevonas que han destruido cientos de millones de vidas. La vida no es justa. O lo es completamente. Depende desde que lado lo estés mirando. Si lo miras desde el lado de los que llegaron a esas élites, es muy justa. Los que no están en esas élites, siempre van a encontrar que hay gente con más méritos para estar ahí.
La naranja mecánica jugó mejor. Pero ganó Alemania. No es justo para los holandeses. Si para los alemanes.
Always was, always will be.
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Todo se reduce al sistema de precios.
ResponderEliminarRelación oferta y demanda.
Incluido el mérito.
???????? Explain us please.
EliminarNos olvidamos siempre de lo sencillo que es: una convención de valor basada en la transitividad de bienes o servicios. Pero, que requiere a la vez libertad y propiedad privada para expresarse.
EliminarMatamala comete nuevamente un grave error conceptual cuando dice las instituciones de élite se deben parecer más a Chile. El obvia, por ejemplo, el valor de la confianza. El comercio de diamantes en Amberes está en manos de la comunidad judía ortodoxa y por una razón similar, uno encuentra muchos altos cargos bancarios ocupados por apellidos nobles en Europa. La comunidad judía ortodoxa y la clase aristocrática ofrecen una protección ancestral sobre ciertas clases de activos que los usuarios prefieren, y por ende, están dispuestos a pagar por ellos. Cuando no sean dignos de ese premium o cuando otros los reemplacen con mayores y mejores atributos, caerán en obsolescencia.
Por eso, en el fútbol no necesitas muchos "soft skills" (habilidades blandas) a la hora de marcar goles, pero los jugadores se dan cuenta de la necesidad de adquirirlas a la hora de firmar contratos de imagen o publicidad.
El futbol es probablemente el juego y la empresa (FIFA) más neoliberales del mundo : Está basado en los resultados objetivos obtenidos en un marco de reglas claras, los jugadores y equipos técnicos se valoran en base a su rendimiento, explotando el talento y el trabajo de quienes se constituyen por jerarquía en su ámbito profesional. A pesar de sólo necesitar una pelota y un par de zapatos, es un juego profundamente desigual donde nadie empareja la cancha para los menos dotados. Fomenta el excepcionalismo de los más talentosos que, virtualmente, no conocen límites. El fútbol es el sueño de los más pobres y un trofeo para los más ricos. No es democrático a pesar de ser una potencia económica mundial y su administración queda en manos de unos pocos. Es un juego de hombres, no inclusivo para minorías salvo que un individuo tenga el talento y la personalidad para aguantar el ambiente. La versión femenina es otro juego. Y finalmente, a pesar de todo eso, es pasión de multitudes...
ResponderEliminarHay un libro muy bueno que se llama outliers de Malcolm gladwell con ejemplos de cómo wns extraordinarios logran cosas basados precisamente en condiciones de desventaja, suerte o reglas de.corte.
ResponderEliminarEj1 los jugadores de ice hockey nacen los primeros meses del año de corte porque cuando niños tienen 1 año de.desarollo físico relativo que los hace ser captados antes y entrenar más.
Podría pase con tu hijo en kinder si nació en marzo. Ser el más chico del curso o el más.grande.
Ej2 ceo de.goldman Sachs era disléxico, no podía leer y era catalogado de estupido en el colegio.
Ej3 David vence a Goliat cambiando las reglas de la batalla.
Ej4 salto alto a algún weon se le ocurrió saltar de espaldas y cambiar el centro de gravedad logrando romper todos los récords y establecer el estado del arte en saltos.
El cambio de la técnica y tecnología permite hacer un salto cuántico en el desarrollo de una industria o país o persona. Como los factores de.produxtividad total son muchos, lo mismo aplica a cualquier TPF en el caso de acceder a las grande sligas , incluso las relaciones humanas o habilidades blandas, sociales y suerte.
Slds.
Que lo explique el maestro 💪
ResponderEliminarhttps://youtu.be/-Jolun_qI0Y
En la fómula 1 hay espacio solo para 20 pilotos para 10 escuderías.
ResponderEliminarEstá Lewis Hamilton con una historia de mérito espectacular con 7 temporadas como campéon mundia y la única forma de ganarle fué haciéndole trampa.
Y está lance Stroll, buen cabro. que ha corrido por Williams y ahora Racing Poínt. El detalle: su papá Lawrence Stroll es millonario y compró la escudería y la condición es que uno de los dos asientos de los pilotos está reservado para su hijo Lance.
Otro detalle: Lance nunca ha ganado un gran premio en 6 años en F1, solo un tercer lugar y sería.
No más comentarios.
O sea que no importa el dinero que tengas o quien sea tu padre, no puedes comprar el estar en la élite deportiva ganadora y solo están ahí los extraordinarios que de hecho ganan carreras?? LOL...supongo que querías colocarlo como ejemplo de la desigualdad...Mal ejemplo en el deporte. Muy competitivo. Prueba en la política. De hecho hay un nuevo presidente electo bastante joven. Buen cabro...
EliminarCoincido en mucho de lo que comentas… jamás he creído en la meritocracia … como nunca he creído en el “ pobre es pobre Pk que quiere” … en mis años universitarios trabajé en la fundación para la superación de la pobreza …y por dios qué hay que tener más que un par de ases y ser prácticamente un error de esa matrix para salir…
ResponderEliminarAquí tb un ejemplo , entre muchos de por qué tal cosa no existe … que coinciden con varios de los puntos que nombras. Pero que expone tb que dentro de las élites existe un lenguaje comunicacional no verbal que no se aprende… si no que es parte de ellos y la formación a la cual son expuestos . Por lo cual entre ellos se reconocen y como dices … se prefieren al momento de dirigir …administrar y/o proteger todo lo que tienes. Y ese lenguaje no se aprende si es que no naciste dentro, podrás haber realizado el mínimo esfuerzo … pero tienes asegurado tu futuro … ya que tienes “ eso” …que otros no tienen.
https://www.ciperchile.cl/2018/07/17/como-la-elite-nos-hace-creer-que-triunfa-porque-es-inteligente-y-trabajadora/
Eso que otros tienen y tu no es forma de hablar, que define perfectamente a la clase social a la cual perteneces, y confianza de hablar con la clase social más alta y más baja de la misma manera. Eso es en todos lados. Y es MUY difícil quitar esa traza. Recuerdo un amigo que trabajó mucho tiempo en Manchester y comentaba que salió con una niña de familia humilde, y se le pegó el acento. Todos lo miraban feo en Londres especialmente en la academia que es donde originalmente se desempeñaba y que obviamente, igual que acá, es muy cuica.
EliminarBriones no se puede sacar esa traza. Siches tampoco. Boric es cuico y de élite aunque hable puros garabatos. Jackson un poco menos que Boric diría, pero igualmente cuico. Puedes reconocer perfectamente a las élites reales con ello, aunque aún ni entren a los círculos de poder. Por eso los pobres quedan pobres en el 99%. Porque hablan como pobres. Por eso los extranjeros con buenas competencias y lenguas no españolas no son discriminados mayormente en su camino a las élites, porque no sabemos en realidad de que clase social vienen. El lenguaje y la forma de hablar junto con los modales definen las clases sociales. Me sorprende que la gente en su mayoría no entienda eso, especialmente los que quieren mejorar la desigualdad emparejando la cancha.
De eso último se agarra el progresismo para afirmar que la desigualdad es una construcción social.
EliminarSin embargo, es una reducción ridícula de fundamentos genotípicos y genotípicos.
Casi como la relación temperamento y carácter.
De eso último se agarra el progresismo para afirmar que la desigualdad es una construcción social.
EliminarSin embargo, es una reducción ridícula de fundamentos genotípicos y genotípicos.
Casi como la relación temperamento y carácter.
*genotípicos y fenotípicos
EliminarSi fuera solo la forma de hablar… hubiese puesto “ la forma de hablar”…ese “algo” es más que eso… son los modos… la forma de relacionarte … que va mucho más allá de las características simples que los “ parámetros del habla” ( prosodia.. tono… intensidad y timbre).
EliminarPuedo comentar que personalmente nunca me han creído que soy del sur porque mi prosodia no es sureña… aún recuerdo cuando en la u nos hicieron presentarnos y éramos 3 mujeres de la región de los lagos: 1 de osorno 1 de ancud y yo de pto… todos me quedaron mirando y me dijeron .. y Pk tú no hablas como ellas??? Y ahí y yo como.. whats???Asi que nop… es algo más que la forma de hablar.. échale un ojo al artículo y entenderás a lo que me refiero
De acuerdo, no es en realidad la forma de hablar, es la confianza que ella refleja y que es una suma enorme de cosas "blandas". No puedes fingir eso. Los que tienen sus propios negocios, viniendo de cualquier clase social, reflejan ese no se qué de estatus real. Los niños que adoptan las formas de sus padres igualmente. O los que tienen un conocimiento experto distintivo. Finalmente el como te expresas refleja la confianza en tus habilidades y background.
EliminarAdemás de todo los que han comentado; les dejo algo que para mí es de suma importancia:
EliminarLa transmisión de la información comprendida no aprendida ojo..
Esa información va de célula antigua a nueva célula es decir de padre a hijo l hija.
Es dejo un video que lo refleja casi a la perfección.
https://youtu.be/thw6d3aVCCw
Un abrazo
Sub siempre con la cuota de conocimiento ancestral se agradece
EliminarTodo es mente el universo es mental; tu primer principio Kyb4lion 👌
Eliminaryep, pero las soluciones que proponen para emparejar la cancha de las oportunidades siempre son un asco porque parte de la desigualdad material como causante de ello. Recuerdo aún 1984, uno de los factores fundamentales de igualar a todos era usar el mismo lenguaje, aparte del mensaje de la nueva lengua. Muy poderosa herramienta de los totalitarismos.
ResponderEliminarEs que es súper difícil deconstruir la discriminación con el tema del lenguaje y no solo pasa de “ abajo hacia arriba”
Eliminar. He visto como la gente se auto segrega ( por temas administrativos me toca estar en el mismo lado que los no profesionales del área educativa y es increíble como se autoboicotean) así como “ yo no soy de ahí” . Finalmente terminan excluyéndose ellos mismos. Las dirigencias tienen mucho que ver en esos sentimientos … extraño pero así es el ser humano… no tengo idea como se podría deconstruir eso…
Cuando hice la investigación de mi post grado , uno de mis estudios ancla mostraba como los padres de NSE MÁS BAJO preferían no postular a sus hijos a colegios de excelencia , cuando partió el nuevo sistema de admisión escolar , la razón… no se sentían parte de aquello ni elegían que sus hijos pudiesen darse la oportunidad de asistir. Pudimos haberles creado el
Mejor sistema para asegurarles la misma oportunidad a todos para entrar a colegios de excelencia y aún así… no lo ocupan
Porque asumen que serán segregados, o que no van a poder ir a la par de las demandas de sus hijos, o que se sentirán avergonzados cuando tengan que recibir a sus amigos. Cuando colocas a tu hijo en un colegio caro y no tienes los recursos para ello, sufre toda la familia. Lo vi mucho en Varas a la inversa de hecho, en el Alemán y el Varas. Wannabes que querían estar en esos colegios a pesar de llegar con suerte a final de mes para conectarse con los padres de los amigos de sus hijos. Por eso son importantes los colegios públicos gratuitos de excelencia. Ahí tienen todos la posibilidad de juntarse basado en la inteligencia de los niños, y son todos bien recibidos en todos lados, sin esfuerzo de ningún tipo de los padres.
Eliminarcuanta razón en lo ultimo
EliminarEl estudio se refería a colegios de excelencia públicos y/o particulares subvencionados. A pesar que no tienen que pagar nada igual no se atreven a entrar a ellos , lo que antes el sistema les negaba por pruebas de selección ahora el SAE les empareja la cancha y aún así no aprovechan la oportunidad.
EliminarLo que hablas es otra cosa… es entre colegios particulares pagados y ufff! De eso yo sí que sé… diría que el 80% de mi círculo tiene a sus hijos en esos colegios ( no solo los que nombras.. en pto hay más) … y siempre digo lo mismo… pagas para TÚ moverte es ese círculo social …de los que conozco a la mayoría les alcanza holgadamente pero otros prefieren decir que es un “ sacrificio “ por la educación de los niños … mehh…tengo mil estudios que muestran lo contrario.
Con el hombre siempre hemos dicho que si tuviésemos hijos nicagando lo pondríamos en esos nidos de wanabe’s 🤣🤣