Un incremento en la tasa de pobreza por sobre los dos dígitos dejó como saldo la pandemia en el país. De acuerdo con la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) aplicada entre octubre de 2020 y febrero de este año, la población en dicha condición llegó a 10,8% durante 2020.
Este resultado -que se centra en los niveles de ingresos de los hogares- representa un aumento de 2,2 puntos frente a la medición precedente de 2017.
Si en ese entonces la cantidad de personas pobres fue de 1.528.284, ahora estamos frente a una cifra de 2.112.185.
Es decir, esa cantidad de gente está en que el total de los ingresos de su hogar no supera la línea de la pobreza, que para efectos de esta medición alcanzaba los $ 174.131 en el caso de un integrante.
De ellas, 831.232 están en condición de extrema pobreza con ingresos por debajo del umbral de $ 116.087. Ese numero equivale al 4,3% de la población nacional, distanciándose del 2,3% que representó en 2017 con 412.839 personas.
Aumento de la desigualdad
"Una de las grandes conclusiones de esta encuesta es que uno de los efectos más cruciales que tuvo la pandemia fue una reducción importante de los ingresos de los hogares, sobre todo en los más vulnerables", explicó la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia.
En el cuadro general del empeoramiento de este indicador -que contrasta el grueso de los ingresos obtenidos por el empleo más otros autogenerados y las transferencias corrientes monetarias-, los producidos por el trabajo fueron los más afectados con una caída en promedio de 11% en el período analizado, superando con creces el bajón de 1,6% que exhibieron entre 2006 y 2009, cuando se originó la crisis subprime.
Así el ingreso promedio por el empleo por hogar fue $ 746.865 En el caso de los hogares más vulnerables -correspondientes a los dos primeros quintiles-, estos disminuyeron 40% al ubicarse en $ 171.335.
Por decil, mientras los ingresos laborales para el primer y segundo representaban el 1,6% del total evidenciando una merma de 2,2 puntos porcentuales frente a la Casen 2017; para los dos tramos de mayores ingresos aumentó 5,5 puntos, acaparando el 57,3% del total.
Dado lo anterior, el nivel de desigualdad escaló revelando que los ingresos del trabajo de los hogares del 10% de mas rico del país representaron 416,6 veces los que percibieron aquellas familias del 10% de menores recursos.
Esto, contrasta con la foto de 2017 cuando era 39,1 veces y se distancia por lejos de la cifra más alta para este índice, que fue en 1994 con 44,6 veces.
Con esto, el coeficiente de Gini en este segmento subió de 0,501 a 0,527.
Contención de los subsidios
Respecto a las transferencias provenientes de subsidios monetarios -que en esta versión incluyen el Bono Covid, el Ingreso Familiar de Emergencia y el Bono Ayuda Familiar-, Candia señaló que si bien empeoraron -al igual que los ingresos autónomos- ellos ayudaron a morigerar el daño de la pandemia.
En específico, mencionó que los subsidios de los dos primeros quintiles aumentaron 58% promedio real desde la medición de 2017 a $ 92.710.
A su vez, los ingresos monetarios, que incluyen los subsidios junto a las jubilaciones y pensiones, el índice que contrasta entre los hogares de mayores recursos con los de menores ingresos evidenció que los primeros representaron 27,4 veces sobre los últimos. Ello contrasta con la Casen anterior cuando dicha relación fue de 17 veces. Con esto, el coeficiente de Gini pasó de 0,488 a 0,51.
Candia explicó que según la metodología aplicada en la Casen 2020 los retiros del 10% desde los fondos de pensiones que administran las AFP no están contabilizados, ya que son un "desahorro" que no sirve como "contención de la pobreza".
Con este cuadro, tomando como referencia la proyección de pobreza actualizada de la Cepal, sin las ayudas sociales los niveles habrían escalado a 13,7% a nivel general y a 5,9% en la calificación de extrema, mencionó.
La mirada de las regiones
Por regiones, en comparación con la versión de 2017, en Tarapacá se registró el mayor deterioro. A nivel general escaló 7,6 puntos porcentuales con un 14% de su población en condición de pobreza. También tuvo el mayor incremento en la pobreza extrema con el 6,9% de sus habitantes en dicha situación, con un avance de 5,2 puntos.
En el cuadro general, La Araucanía se afianzó con la mayor proporción de habitantes en pobreza (17,4%) seguida de Ñuble (14,7%).
En la dimensión de la pobreza extrema, ésta se elevó en doce regiones "de manera significativa", recalcó Candia.
Además de Tarapacá, destacaron Arica y Parinacota y La Araucanía con la mayor proporción de su población al representar el 5,9% del total, respectivamente.
Al analizar por zonas, la tasa de pobreza sube de 7,4% a 10,4% en zonas urbanas y baja de 16,5% a 13,8% en las áreas rurales.
La extrema, en tanto, sube en ambas. En el radio urbano aumenta 2,1 puntos porcentuales llegando a 4,1%; y en zonas rurales se incrementa 1,3 puntos porcentuales llegando a 5,7%.
Dedicado a los sacos de hueva de los progres que se quejan absolutamente por todo los muy imbéciles.
Ven la región??
40% de pobreza en el referente que siempre han tenido y que siempre fue para todo LATAM. Nosotros 10%.
Pero somos un mal país según estos conchudos llorones y resentidos.
Púdranse huevones llorones.
Me llevan.
Es completamente increíble que el impacto haya sido tan leve estadísticamente hablando.
Falta eso si la apertura real y ver los impactos una vez que dejas todo fluir sin frenos.
En Agosto se termina la moratoria de dividendos en USA. Ahí veremos, si no la extienden, los efectos de esta imbecilidad bíblica de encerrar a todos por un año y medio.
Como dice Cerda. Ahora hay que salir a trabajar. Las ayudas no se pierden y hay que comenzar de hecho a producir cosas y llenar los puestos de trabajo para aumentar los sueldos de manera orgánica y no por decreto como lo propone el saco de hueva de Jadue. Imprimir artículo
A pesar de los termocéfalos que generan caos y la improvisación propia de lo desconocido. Este país sigue siendo un ejemplo para la región, un gobierno serio y eficiente.
ResponderEliminarQue hubiera pasado si hubiéramos pasado esta pandemia con un hijo de las re mil putas como Jadue, o unas conchudas como Provoste, Vallejo, Cariola y compañía.
A disfrutar los meses que quedan, hasta la eventual llegada de los payasos psicópatas, llorones, ladrones, autoritarios, fracasados, dogmáticos, idealistas, y un largo etc..