28 noviembre, 2022

“¡Jamás he pensado en dimitir!”

General Yáñez detalló cambios al uniforme de Carabineros

@ElMercurio

“Me han hecho bullying en los últimos días”, dice el general Ricardo Yáñez. Es que esta semana presentó en el Congreso una nueva arma no letal que usarán los carabineros, como parte del proceso de modernización: la Bola Wrap, un dispositivo que lanza una cuerda acerada para inmovilizar al infractor. “Como la que usa Batman”, graficó a los diputados, y las redes sociales festinaron.

El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez Reveco (56), cumplió esta semana dos años a la cabeza de la institución. Su antecesor solo permaneció 698 días. Aunque tiene a ciertos querellantes a sus talones demandando su condena por acciones ocurridas durante el estallido, y pese a que hoy la inseguridad es el primer problema de los chilenos, se le ve de buen humor. Y es que la opinión pública le ha dado un espaldarazo con un 73% de aprobación, la más alta en los últimos seis años.

Con la sombra del fraude en Carabineros que comenzó a ser investigado en 2016 y las ilegalidades descubiertas en un operativo de inteligencia en 2017, dice: “Cuando asumí, creamos una contraloría interna para mitigar el impacto que tuvo el famoso ‘Pacogate' o lo que pasó con la operación Huracán”. Crearon una auditoría interna certificada en España y una unidad anticorrupción en asuntos internos.

Hay más cambios, y la muestra más visible será probablemente antes de fin de año, cuando exhiban el nuevo uniforme. El general ya se lo probó. Será igual para todos los grados. Ya no habrá gorra, sino jockey. La tela es outdoor, con protección de rayos UV y no se plancha. Le incorporaron la bandera nacional y elementos reflectantes. En vez de zapatos, llevarán botines tipo zapatillas, que les permitirán correr más rápido... detrás del crimen organizado.

Mitigando el impacto de la inseguridad

—¿Cómo está viendo el momento de alta inseguridad hoy, general?

—Nos estamos haciendo cargo, a través de la coordinación con los diferentes estamentos que forman parte del sistema de seguridad pública, pero particularmente a base del análisis delictivo criminal, y fortaleciendo el rol preventivo con más carabineros en la población, más carabineros en la calle, con mayor presencia, mayor control y fiscalización, de manera de mitigar el impacto que tienen estos delitos violentos que tanto afectan a la comunidad.

—La Fiscalía Occidente aseguró que han aumentado los portonazos en un 112% este año en la Región Metropolitana. ¿Qué está pasando?

—Primero que nada, hablar de portonazos o encerronas es un concepto poco técnico y poco jurídico. Nuestra clasificación de los delitos está asociada a la conformación de los partes policiales con que nosotros damos cuenta al Ministerio Público, sobre robos de vehículos violentos con intimidación o con fuerza. Y esos datos dan cuenta de que en mayo hubo un peak de este delito, y fue cuando se tomaron medidas. Le inyectamos recurso humano y vehículos que estaban absorbidos por otras contingencias. Esto significó que a contar de junio en adelante se empieza a producir una baja respecto al peak. Se produce el punto de inflexión en que empiezan a bajar los delitos debido al Plan Antiencerronas y al Plan Centauro.

—Usando su concepto, ¿qué ha ocurrido con los delitos por robo violento de vehículos comparado con 2021?

Han aumentado en un 104% respecto al año anterior. Y tenemos un 105% más de detenidos por este tipo de delito este año. Eso indica que las medidas que hemos tomado han sido efectivas en términos de oportunidad, focalización y del análisis delictual del fenómeno que está ocurriendo, con 419 detenidos a la fecha.

—El Presidente Boric dijo que no puede ser que haya sectores en Chile, sea Temucuicui o La Pincoya, donde el Estado no pueda entrar. ¿Puede Carabineros entrar a esos lugares?

—No existe ningún rincón del país donde Carabineros no pueda ingresar, no pueda hacer su tarea o cumplir con su misión constitucional. Lo que pasa es que hay algunos lugares y sectores en que se debe actuar sobre la base de procedimientos distintos y bajo consideraciones de seguridad diferentes. Obviamente, en esos sectores como Temucuicui y otros conflictivos tenemos que usar recursos diferentes, ya sea a través de vehículos blindados con una mayor protección para nuestros carabineros, y con planificaciones que nos permitan trabajar sobreseguro para evitar efectos no deseados en nuestras intervenciones. Cada vez que debemos concurrir a Temucuicui para un procedimiento, lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo.

—¿Cuántas tareas distintas cumple Carabineros hoy?

—Nosotros hemos levantado más de 250 funciones que cumplimos como carabineros; desde rescatar al gatito que está en el árbol hasta ir a ver una medida de protección en La Araucanía. En el último año cumplimos cerca de un millón y medio de órdenes judiciales. Y de esas, 750 eran solamente citaciones y notificaciones. Vale decir, utilizamos un recurso humano para andar notificando y citando personas... pese a toda la tecnología que hoy está disponible.

Lo que espera del nuevo proceso constitucional

—¿Cuál es el cambio principal que ha hecho en la institución?

—El cambio más importante es el carabinero; no somos los mismos de antes. El impulso de la reforma, las transformaciones sociales, nos han obligado a generarlos. La verdadera reforma nace en las aulas, en los procesos formativos, con la nueva tecnología. Por eso, esta ha sido la prioridad. Y la primera gran medida que tomé fue elevar la formación de un año a dos. Hoy nos encontramos casi con el 70% de nuestros planteles acreditados por la CNA (Comisión Nacional de Acreditación). Es un tremendo logro, porque nos permite estar en estándares académicos, lo mismo que las universidades y los planteles de educación superior.

Indica que hay temas pendientes, como el de la gradualidad en el uso de la fuerza. “Ha sido muy cuestionado ese uso legítimo que tiene el Estado, a través de las policías, de ejercer la fuerza. Tenemos que ver cómo lo operacionalizamos sin que tenga ese cuestionamiento”.

—¿Cómo hacerlo?

Primero que nada, bajo una legitimidad. La gente tiene que entender que siempre la fuerza del Estado tiene que ser superior a la que ejercen los delincuentes, para poder someterlos y para tener el efecto de prevenir o mitigar que se cometan los delitos. Apuntamos a una modernización también en el aspecto operativo.

—¿Conoce algún documento que indique “esto va a ser la reforma”?

—Mire, en el gobierno anterior se partió con el proceso a través de la Unidad Coordinadora. Con el cambio de gobierno hubo un período de instalación; conversamos con el Ministerio del Interior y se optó por un diseño distinto cuyo fin último es el mismo. Este es un proceso largo, con medidas que se pueden implementar en el corto plazo.

Precisa:

—Nosotros, como institución, ya definimos un plan estratégico que dura ocho años, que fue desarrollado en conjunto con la Universidad Católica y que anualmente debe ser aprobado por el Ministerio del Interior.

—La ciudadanía no sabe qué va a pasar definitivamente con Carabineros, general.

No nos olvidemos de que primero hablaron de refundación, incluso nos quisieron hacer desaparecer como institución.

—¿Y qué espera Carabineros del nuevo proceso constitucional?

—Bueno, yo me puse a disposición en dos oportunidades ante la Convención Constituyente, para poder explicar lo que somos y lo que hacemos. Pero, finalmente, a lo que uno aspira es a que la institución, que es permanente del Estado y de todos los chilenos, siga teniendo un rango constitucional que le permita estar más allá de cualquier gobierno, entendiendo que somos una institución que nos debemos a todos los chilenos, donde el mandante de nuestras actuaciones es la ley. Creemos que las características que hacen a Carabineros es lo que ha permitido que pueda tener 95 años de existencia y pueda vincularse con otras policías del mundo con carácter similar, lo que constituye una reserva estratégica no solamente para el país, sino para todos los chilenos.

Retoma el tema de la modernización:

—La institución creció disparadamente durante muchos años en cantidad de recursos humanos, pero sin preocuparse de otros aspectos que contribuyen a que efectivamente el funcionario pueda desempeñar su función en forma efectiva. Hablo de la protección que tienen que tener los carabineros, en términos de que tengamos las reglas claras. Y cuando digo eso, me refiero a que, bueno, pongámonos de acuerdo: ¿Es una manifestación cuando hay un grupo que está tirando piedras o quemando un bus? ¿Es una manifestación cuando las personas se paran en una calle y cortan el tránsito e impiden que el resto de las personas se pueda movilizar?

—¿Eso está claro hoy?

—No, eso forma parte del trabajo que se está haciendo en el Congreso y en el cual me ha tocado participar. En la última sesión de la comisión de Seguridad se analizó la defensa privilegiada para el carabinero, que no tiene ese derecho. Y por eso el cabo David Florido le disparó al tercio inferior (de quien estaba asaltando una barbería) y el delincuente le disparó en la cabeza y lo mató. Entonces, uno dice: de la cárcel, a lo mejor, yo puedo salir; pero de un cajón, me hago enterrar bajo 6 metros de tierra.

“Jóvenes de 48 años en el Instituto Nacional”

Habla del conjunto de actores que debe intervenir para enfrentar el crimen.

—Tenemos una tremenda oportunidad con la designación del nuevo fiscal nacional. Acá, el delito no lo va a solucionar solamente la policía; tiene que intervenir otra serie de actores. Incluso la sociedad organizada también tiene un rol fundamental, porque cuando vemos a los jóvenes lanzando piedras desde un colegio o quemando un bus, uno se pregunta dónde están los papás de esos jóvenes. Bueno, el primer control social viene ahí, desde la familia.

—¿Cuánto afecta a la sensación de inseguridad la violencia estudiantil?

—El impacto es muy importante. Primero que nada, por el efecto de ver a jóvenes lanzando artefactos incendiarios; o entre comillas jóvenes, porque en las últimas detenciones tenemos a una persona de 48 años en el Instituto Nacional, y los estudiantes están siendo, de alguna forma, manipulados. En el primer caso de este año yo dispuse que se le mandara un oficio al Ministerio Público solicitando un fiscal preferente.

—¿Sabe qué ha pasado con esa gente que detienen los carabineros?

—Nos hemos encontrado con que normalmente quedan apercibidos en espera de citación ante la fiscalía.

Querellas: “Tengo mi conciencia absolutamente tranquila”

El general alzó indignado la voz cuando sumó seis mártires de la institución en lo que va de este año. Cuenta que desde que se levantaron las restricciones sanitarias ha participado en muchos foros internacionales con las mejores policías. “Se han sorprendido y han valorado que, frente a toda la violencia que han recibido los carabineros, no sacaron su arma de servicio para disparar contra las personas. Es tal la preparación que nosotros les entregamos, de los derechos fundamentales y particularmente el valor que tiene el derecho a la vida, que para nosotros es tremendamente complejo hacer el uso del arma de fuego, salvo que sea una situación realmente imperante”.

—¿Y eso se asentó producto de todos los juicios que enfrentaron los carabineros por sus acciones en el estallido?

—Sí, pero la verdad es que más del 80% de las causas finalmente no fueron acogidas por los tribunales por falta de antecedentes, por falta de mérito, por un montón de cosas. Y en las investigaciones donde efectivamente hubo algún exceso de algún carabinero, los tribunales han permitido establecer que en muchos casos fueron cuasidelito o apremios ilegítimos, y no hechos de tortura ni crucifixiones, ni tampoco violaciones sexuales ni otros actos que fueron denunciados; ninguno de ellos ha sido comprobado en ningún tribunal.

—¿Cuándo piensa declarar ante la fiscal Ximena Chong, que ya lo ha citado tres veces?

—No sé, porque hay una situación coyuntural del general Rozas (su antecesor) con la fiscal Chong, donde la Corte Suprema tiene que ver su inhabilidad. Hay una querella presentada contra la fiscal, también. Entonces, hay situaciones, desde el punto de vista de las garantías que tiene cualquier persona, que tienen que estar sumamente claras.

—¿Usted se siente con garantías?

—No se lo puedo decir porque aún no declaro, pero hoy día hay cuestionamientos que los abogados tienen que considerar antes de que yo preste mi declaración.

—¿Quiénes son los querellantes en esa causa, aparte de la asociación de abogadas feministas que integra Chong?

—Mire, tengo tantas querellas presentadas en mi contra y son todas lo mismo. De hecho, la última, del INDH, presentada hace una semana y media, es lo mismo también.

—Chong pidió su declaración como imputado, por presunta omisión en la ocurrencia de apremios ilegítimos. Y tiene una investigación con 38 tomos contra el alto mando. ¿Ha pensado en dimitir si ella lo formaliza?

—No me voy a pronunciar de la fiscal, porque obviamente todavía tengo que hacer valer mis garantías procesales. Hoy día tenemos en Chile un Estado de Derecho, y obviamente, como cualquier ciudadano, voy a cooperar en lo que tenga que cooperar. Pero también tengo mi conciencia absolutamente tranquila respecto a lo que me correspondió desempeñar en un momento tan complejo como el que vivió el país durante ese período.

—¿Pero ha pensado en dimitir?

—¡Jamás he pensado en dimitir!

Ve el vaso medio lleno, el general director. Muestra un álbum de fotos con momentos especiales de los últimos dos años, entre las cuales aparece Isabella, que se incorporó a la institución a mediados de este año. Y comenta: “Bueno, que haya entrado una trans a Carabineros ¿no encuentra que es un cambio?”.


 

Lo comentado desde el 4S.

Estamos retomando lentamente los conceptos obvios, como el que no puedes amenazar a un carabinero sin que arriesgues un balazo. O que no puedes protestar lanzando piedras a personas o infraestructura sin esperar ser apaleado.

Y con un 73% de aprobación, es básicamente imposible que los toquen hoy en día.

Lo que es un alivio.

Después del octubrismo, volvemos a ver las cosas sin la burundanga que nos pusieron en el copete los flaites y narcisos que hoy están en el gobierno aprovechando ese efecto.

Desde que tengo uso de memoria, cuando hay carabineros cerca me siento más seguro que cuando no están.

Nos acostumbramos, como casi en todo, a cosas que consideramos normales, y que no son PARA nada normales, especialmente en Latam.

Carreteras e infraestructuras públicas y privadas espectaculares, policías confiables, sistemas bancarios confiables, acceso a crédito, acceso a los mercados mundiales, seguridad alta en casi todos lados. Educación y cobertura adecuada a nuestro nivel económico, igual la salud.

Es bueno siempre querer mejorar. Pero de manera realista.

Que es el problema de todo el movimiento pendejo flaite. Quieren cosas míticas que solo existen en sus cabezas huecas.

Y destruyeron medio país por esas tonterías.

Y peor aún, los dejamos.

Esa es la incipiente rabia que se percibe en todos y reflejada perfectamente el 4S.

Dejamos que unos pendejos antisociales destruyeran cosas que ahora extrañamos simplemente por no querer hacer nada para detenerlo, y ese no hacer nada se proyecta hacia los políticos. Y que nos engrupieron tontamente, como país obviamente, para llegar al poder.

No hay nada peor como sensación que sentirse engañados. Y peor aún engañados por unos pendejos a los que en términos normales no les habríamos dado ninguna posibilidad, ni siquiera del beneficio de la duda.

Casi destruyen a carabineros.

Pero resistieron. Y van a ser los pivotes y soportes para el cambio.

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2 comentarios:

  1. Puede que el golpe se geste en carabineros con apoyo del resto de ffaa. Fue lo que gatillo el intento de golpe de 1969. Están mal.pagados, mal.tratados,.basureados y con un líder zurdo cagón que quiere que anden casi en Cleta y dando anotaciones en el libro de clases.

    Tiktak.....

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