Una guía de supervivencia para lidiar con un mal jefe

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@WSJ vía emolinversiones.

Revolotea sobre su hombro, o le envía un mensaje de Slack cada 10 minutos para preguntar por el informe que no debería estar listo sino hasta la próxima semana. Es un gritón, un matón, un experto en lanzar estocadas pasivo-agresivas, generalmente frente a todos sus compañeros. O quizás lo ignora por completo, dejando que descubra la nueva labor por su cuenta. Mientras ha habido trabajo, ha habido personas que le hacen la vida miserable a aquellos que están más abajo. Y la reciente avalancha de cambios de trabajo ha dado pie para que surja cierto arrepentimiento laboral. Desesperadas por contar con talento, muchas compañías ascendieron rápidamente a nuevos gerentes, a veces sin probar, y al mismo tiempo aceleraron sus procesos de contratación para apoderarse de candidatos probables antes de que lo hicieran empleadores de la competencia, señala Cate Luzio, fundadora y jefa ejecutiva de la organización de desarrollo profesional Luminary. Decir sí a un empleo era fácil para muchos reclutas mientras los atraían con aumentos de sueldo y ascensos, indica. Más difícil era saber cómo sería realmente trabajar para ese extraño en la entrevista por Zoom. Casi tres cuartas partes de adultos que fueron consultados este año por The Muse, una compañía de búsqueda de empleo y orientación profesional, dijeron que se sintieron sorprendidos o arrepentidos después de empezar en un nuevo trabajo. Luzio ha visto a trabajadores recientemente presentarse en nuevos empleos solo para darse cuenta de que en realidad tienen tres jefes, o que los gerentes se han retractado de la promesa de un trabajo a distancia. Mientras tanto, el jefe sigue siendo el guardián de todo, desde los proyectos a elegir y las gratificaciones hasta su felicidad en general. Puede mejorar. A continuación, cómo sobrevivir, cambiar, abandonar o derribar a su tipo especial de mal jefe, de acuerdo a aquellos que lo han hecho. 1. EL MICROGERENTE Los jefes altaneros no pueden soportar no tener la seguridad de cómo va a resultar un proyecto, y pueden pensar que a nadie más le importa tanto como a ellos, dice Janet Ahn, psicóloga social y ejecutiva de la firma de capacitación MindGym. Este tipo de jefe necesita tener la seguridad de que el trabajo se hará bien. Dígales que comparte su sentido de urgencia y entiende exactamente lo que se tiene que hacer para que la labor se considere un éxito; exactamente hasta la tipografía que prefieren. Sutilmente, se está comunicando, “Se está haciendo, no tiene que vigilarme, pero sí lo escucho”, indica la Dra. Ahn. Luego, inúndelos de información incluso antes de que se la pidan. Mary Abbajay, presidenta y cofundadora de la compañía de desarrollo profesional Careerstone Group LLC, recomienda compartir actualizaciones frecuentes de estado; incluso listas diarias de prioridades en las que se está enfocando. “Conviértase en su aliado”, dice. “Todo lo que necesitan es información y control, así es que simplemente déselos”. En el momento, se sentirá horrible, asegura. Pero a medida que crea confianza, aflojarán su control. “Tiene que encontrar el punto de dolor de ellos y curarlo”, indica, al referirse a los malos jefes. 2. EL AUSENTE Quizás están ocupados, o agotados, o simplemente es muy confiado. En cualquier caso, no es grandioso tener un gerente que ignora sus preguntas o está desaparecido cuando una labor sale mal. Este jefe necesita que usted tome la iniciativa. Sea tenaz, dice Abbajay. Reserve una serie de reuniones en su calendario, más de las que cree que necesita, puesto que podrían cancelar la mitad, advierte. En la invitación, exponga su agenda y sígala en su totalidad. De preferencia en 15 minutos o menos. “Sea breve, sea claro”, precisa. “Y luego váyase”. Intente comunicarse principalmente a través del medio que prefieran, ya sea correo electrónico, mensaje de texto o en persona. Si es esto último, mantenga una lista actualizada de todos los ítems en los que necesita la opinión de ellos y llévela siempre consigo para cuando se encuentre con ellos en la oficina. Cúbrase usted también. Si han estado desaparecidos mientras está terminando un gran proyecto, envíe un correo electrónico jovial que indique que se tiene que entregar mañana a las 5 p.m. y que adjunta un borrador, señala Abbajay. Mencione que si tienen alguna pregunta deberían comunicársela hasta las 4 p.m. Y amplíe sus actividades. Cuando a la Dra. Ahn, la psicóloga social, le asignaron asesores que eran reservados e indiferentes durante sus años de estudiante, ella organizó citas para tomar un café con otros profesores e investigadores que admiraba. “Se siente un poco vulnerable”, reconoce. Pero crear más conexiones ayudará a asegurar que su carrera siga avanzando aun cuando su jefe no la esté apoyando. 3. EL TORBELLINO TÓXICO ¿Podría o debería echar a su terrible jefe? Vale la pena intentarlo, dice Robert Sutton, profesor de la Universidad de Stanford quien ha escrito libros sobre trabajar para un cretino. “Los empleados a veces olvidan que las empresas no quieren malos jefes”, señala Sutton. Empiece por documentar el mal comportamiento y su efecto. Guarde los correos electrónicos en los que el jefe lanza insultos degradantes. Lleve un diario. Registre la fecha, hora y lo que sucedió. (Por ejemplo: El estallido del jefe durante una reunión hizo que una compañera se fuera al baño llorando). Luego reúna a un grupo, indica el Dr. Sutton. Haga que sus compañeros también lleven un diario. Y recuerda a una funcionaria de control animal que primero acudió al jefe de su jefe para quejarse de su administrador verbalmente abusivo. No pasó nada. Luego ella y sus compañeros volvieron pero con sus diarios. De repente, el equipo tenía un nuevo jefe. La clave es encontrar a una persona con poder, idealmente alguien que tenga buenas relaciones con un miembro del grupo. Es arriesgado; su grupo podría no tener la influencia suficiente para impulsar un cambio. Prepare su currículum y busque también otras oportunidades, indica el Dr. Sutton, en caso de que el motín no tenga éxito. Con todo, muchos jefes pueden estar convencidos de que mantener a un mal gerente produce más daño que beneficio. “Cuando todo el mundo sigue viniendo y quejándose ante la jefatura que sea, ahí es cuando empiezan a creer”, asegura. 4. ABRA LA ESCOTILLA DE ESCAPE A veces, simplemente es el momento de partir. Si su jefe parece una anomalía y a usted le gusta la empresa, los consultores profesionales aconsejan intentar un cambio interno. Agradezca a su jefe por ayudarlo a crecer, y explíquele que le gustaría expandir sus capacidades en otro departamento. Para evitar caer con otro mal jefe, dentro o fuera de su compañía, revise en LinkedIn para ver si hay personas que hayan dejado recientemente el departamento que está considerando, aconseja Matt Kerr, reclutador ejecutivo en el área de Chicago. Durante las entrevistas, “tome nota, apunte nombres”, precisa, y utilice su red para obtener comentarios sin filtro sobre sus posibles futuros compañeros. Haga preguntas directas en las entrevistas: ¿Qué sucedió con la persona que estaba en el puesto anteriormente? (Si recibe respuestas diferentes de personas diferentes, es una señal de alerta, indica Kerr). ¿Qué ha hecho que las personas en el departamento tengan éxito, o no? Observe cómo los jefes tratan a sus asistentes administrativos. Kerr recomienda intentar mantenerse en un trabajo al menos durante un año para evitar que surjan preguntas sobre su currículum. Pero todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad en su carrera cuando el primer intento no ha sido tan bueno, dice. “La vida es demasiado corta para estar trabajando para cretinos”, agrega. (Traducido del inglés por “El Mercurio”).

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Que interesante artículo.

Una de las cosas más difíciles para mi siempre ha sido el respeto a la jerarquía. Lo mejor que te puede pasar en tu vida de empleado, para mi, es que dependas directamente de los dueños o del CEO. Suelen ser ultra exigentes, pero al menos estás bajo los Alfas Apex y aprendes directo de la fuente.

En cualquier cargo por debajo de esa dependencia, casi con toda seguridad te vas a topar con alguno de los tipos de jefes que están descritos.

Particularmente cierto en la administración pública y en las corporaciones donde los mandos medios tienden a tratar de auto justificar su existencia y validarse en la opinión de otros más que buscar eficiencia y logro de objetivos, como si te pasa en una empresa mediana o pequeña donde la eficiencia es una cuestión de supervivencia, no de reportes interminables a la matriz internacional.

Que haces?

Un aprendizaje importante de vida es que como profesional tu misión es cumplir con los objetivos. Parte de ello es convencer a tus jefes y colegas para que hagan o sigan la trayectoria que crees es la correcta. Cuando eres más pendejo, simplemente te sales de la empresa porque piensas que tus jefes o peor aún los dueños son muy huevones. Con el tiempo aprendes que parte de tu responsabilidad con la empresa y los trabajadores que sostiene igualmente es hacerlos cambiar de opinión. En el proceso, puedes tal vez darte cuenta que el que estaba equivocado eras tu, y que el que se estaba comportando tóxicamente no eran tus jefes precisamente. Con la suficiente experiencia puedes decidir mejor si estás o no en un ambiente tóxico y si está o no en tus manos el cambiar eso, o al menos aislarte. Si no es así, OUT. Tengo que diferenciar tóxico de EXIGENTE. Quieres estar en un ambiente exigente donde tengas mucha presión POR RESULTADOS, especialmente al inicio. Eso forma carácter. Los cupcakes y medallas por participar actuales suelen confundir ambas cosas.

Tal vez como consejo de carrera para alguien que empieza, lo mejor es entrar al principio a empresas pequeñas o medianas en crecimiento y después saltar a una corporativa si quieres seguir esa ruta. Cuando entras directo a corporaciones, me da la impresión que tiende la gente a robotizarse y ablandarse, y en cierto sentido perder algo de alma. Lo mismo en cargos públicos. Lidiar con gente de mega corporaciones es espantoso, 20 mil vueltas de carnero y 40 mil reuniones para comprar un tornillo. Lo mismo en las públicas.

Y siempre hay que recordar una cosa. ES TRABAJO. No tiene porqué ser grato o agradable, menos divertido. Es más, suele ser muy duro, especialmente si buscas ascender en la escala. Buscar que el trabajo sea como un hobbie pagado es ridículo. Que sea cómodo y con las instalaciones adecuadas y seguras para lograr objetivos exigentes si, puffs, saunas, cámaras de meditación y máquinas espresso gratuitas, no. Si quieres eso, mejor lo haces por tu cuenta y desarrollas un hobbie que puedas monetizar.

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