Sus problemas se venían anunciando hace tiempo, pero no fue sino hasta la semana pasada cuando el país se enteró de una crisis financiera inédita en la industria de las isapres, la que amenazaría con la desaparición de algunas -o todas- del escenario sanitario. La noticia dejó perplejos a muchos, pues, se suponía, era un sector que generaba ganancias millonarias. La compleja situación que afecta a las compañías se compone de un variopinto mix de elementos, como el fallo desfavorable de la Corte Suprema, que dejó sin efecto el alza de 7,6% de los planes de salud que les permitía la ley; los casos de judicialización por tabla de factores; la recuperación de licencias médicas y el déficit operacional. Cabe mencionar que la sentencia dictada por el máximo tribunal no involucra solo a quienes presentaron recursos de protección y ganaron la demanda, sino que a todos los afiliados del sistema. Ahora, las isapres deberán devolver lo cobrado de más en los meses de junio y julio en forma de excedentes. Según han detallado desde la Asociación de Isapres, hasta 2019 las cifras eran relativamente buenas, incluso en 2020, cuando el sistema logró ganancias por $82.548 millones. Pero la irrupción de la pandemia cambió el panorama, pues en 2020 se congelaron los precios de los planes de salud por dos años consecutivos (2020 y 2021), y, simultáneamente, en ese periodo aumentaron las licencias médicas. Datos del gremio señalan que en 2018 los permisos subieron un 18% respecto al año anterior, hasta los $517.172 millones; mientras que en 2019 el incremento anual fue de 15%; en 2020 el alza fue de 27% y en 2021 crecieron un 25%, hasta los $944.735 millones. Con estos números sobre la mesa, las isapres sostienen que en 2021 se registraron los peores resultados de la historia, con pérdidas que ascendieron a $137.113 millones. Así, en el acumulado a dieciocho meses, las aseguradoras evidencian un déficit de $222 mil millones, y si a ese monto se le suman los $48 mil millones extra que podría costarles el proceso de adecuación tras el fallo de la Corte Suprema, para el gremio es muy posible que más de alguna de estas instituciones quiebre. Por lo mismo, las fichas están puestas en la mesa de diálogo iniciada recientemente con la ministra de Salud, María Begoña Yarza, desde donde se espera que surjan soluciones. El ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, se refirió al duro golpe que recibieron las isapres. En conversación con Radio Pauta, mencionó que "este fallo acelera, no la incertidumbre, la certidumbre financiera y jurídica para las aseguradoras de que no tienen espacio dentro de la seguridad social. No sería extraño que acelerara el cierre de algunas de estas aseguradoras en el corto plazo". En tanto, el abogado y ex superintendente de Salud, Patricio Fernández, dijo a Emol que con la medida del máximo tribunal, "las isapres, desde el punto de vista financiero, que darían muy complicadas, porque lo que lograron percibir como mayor ingreso por los meses de julio y agosto claramente tendría que reintegrarse a los afiliados ya reajustados del plan de salud". ¿Riesgos para el sistema financiero? Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, analizó qué implicaría para el sistema financiero la eventual quiebra de las -o una isapre-. "En lo netamente del sistema financiero, las isapres en su totalidad no son empresas pequeñas. Estamos hablando de empresas con activos de más de US$1000 millones", comentó a Emol. Pese a señalar que en el caso de la caída de una isapre "no se observa un riesgo mayor para el sistema financiero", Mella afirmó que "el problema sería importante si viésemos una quiebra de varias Isapres, ya que ahí el tamaño de estas empresas no es menor y va a afectar a los usuarios de las isapres, prestadores de salud y al sistema de salud completo". El abogado socio de Moraga & Cía, Álvaro Moraga, en tanto, plantea que "los riesgos son de insospechadas consecuencias, ya que, como es de público conocimiento, sólo a las clínicas, las isapres deben aproximadamente $450 mil millones hasta mayo. Y las clínicas a su vez, tienen deudas con médicos y proveedores". "Por lo mismo, la quiebra de una o más Isapres generaría un efecto dominó que afectaría a todo el sector de la salud, desde trabajadores hasta proveedores, tanto de las Isapres como de Clínicas y Hospitales; a la banca, que entrega las garantías que exige la Superintendencia de Salud; a los precios, etcétera", acotó. "La quiebra de una o más Isapres generaría un efecto dominó que afectaría a todo el sector de la salud, desde trabajadores hasta proveedores, tanto de las Isapres como de Clínicas y Hospitales; a la banca, que entrega las garantías que exige la Superintendencia de Salud; a los precios, etcétera". Álvaro Moraga, abogado socio de Moraga & CíaCon todo, Tomás Izquierdo, economista y gerente general de Gemines, manifestó su preocupación por otra arista de la crisis por la que atraviesan las isapres, vinculado al tema constitucional. "Yo no estoy viendo que aquí hay un daño financiero. Lo que sí estoy viendo es que hay una percepción de que la regulación es incierta. Aquí un gran inversor compró una isapre en Chile con una proyección de largo plazo, y ha hecho un gran trabajo para mejorar la calidad de los servicios, y sin embargo, termina con lo que eran las formas acordadas para ir regulando las tarifas cuestionadas a nivel judicial", declaró a EmolTV. "La señal regulatoria es muy compleja, no basta con las buenas intenciones. Tenemos que tener reglas que se mantienen en el tiempo para lograr recuperar la inversión, y que este país vuelva a crecer, porque si no crece, la factibilidad de que se cumplan esas demandas sociales, esa acumulación de expectativas, es cero", agregó. Mientras que el ex presidente del Banco Central, Roberto Zahler, subraya que las isapres son "un componente súper grande, tiene esta combinación del tema de salud más el tema de finanzas". No obstante, expresó a EmolTV: "me sorprendería mucho que hubiera un riesgo financiero sistémico, me parecería muy complicado porque significaría que lo que ha sido supervisión por el lado de la Superintendencia de Salud, se habría dejado de lado una parte muy importante de la regulación". "Hasta la pandemia más o menos, -las isapres- realmente tenían utilidades muy altas, que eran parte de la crítica que muchas veces se hacía a las isapres. Entonces, me imagino que cualquier empresa seria, con perspectivas a futuro, una parte muy importante de sus utilidades las mantiene como reservas para futuras inversiones, o para precaución, entonces, me cuesta pensar que las isapres están completamente desfondadas", manifestó Zahler. "Intuyo que es un gallito más que una situación realmente que genere inestabilidad o incertidumbre financiera", aseveró.
No saben como me decepciona este último párrafo.
Es un banquero central, no un activista hablando huevadas propagandísticas. Se supone que tiene que saber más que el común de los mortales de finanzas, incluso más que los especialistas financieros dada la exposición a todo el panorama económico del país.
Ninguna empresa seria guarda reservas significativas por si acaso. O se reparten a sus accionistas como dividendos o se re invierten en el negocio, incluso recomprando participaciones. Solo algunas empresas extremadamente grandes y que no tienen ya posibilidades de expansión dejan caja en los laterales, y ese no es el caso de las Isapres que son empresas de servicios. De hecho el trabajo de los directores y ejecutivos es buscar donde diablos colocar las lucas excedentes para generar más rentabilidad del negocio cuando se producen.
Parece más un shaming típico de los progres que un argumento técnico. No guardaron dinero para salir de este problema habiendo ganado tanto? O es un gallito de los corruptos de siempre al gobierno, o no son serios…
De Twittero, no de banquero central.
Realmente una decepción.
En lo de riesgo sistémico…
Nunca lo sabes hasta que ocurre. Como afecta la quiebra de Isapres al sistema completo financiero depende de cuan ramificadas están sus operaciones financieras. Por lo que se puede ver, mucho.
En términos normales no debería representar un riesgo sistémico. Pero con la caída de liquidez estratosférica que estamos teniendo bien puede ser un cisne negro financiero que detone muchos otros desbalances.
Lo bueno es que están viendo al menos ese riesgo. Lo malo es que los narcisos no están ni ahí. Mucho menos después de una derrota que los va a dejar por el piso anímica y políticamente por un buen rato.
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