No existe claridad sobre los efectos que la declaración de este jueves tendrá en el electorado. Probablemente, muy poca.
El documento “Unidos y unidas para aprobar una nueva Constitución”, dado a conocer ayer por el oficialismo, deja varios elementos sobre la mesa.
Primero, que existe un reconocimiento de que el texto que entregó la Convención el 4 de julio tiene difíciles opciones de aprobarse en el plebiscito. Lo han mostrado las encuestas conocidas –la última Cadem habla de una diferencia de 10 puntos, 37% para el Apruebo y 47% para el Rechazo–, pero también los sondeos internos de La Moneda… y desde hace semanas. En el oficialismo se habla de encuestas con diferencias entre ocho y 12 puntos.
No existe claridad sobre los efectos que la declaración de este jueves tendrá en el electorado. Probablemente, muy poca.
Si no se creyera que la aprobación está cuesta arriba, ¿los sectores más duros del oficialismo, como el mismo PC, se habrían abierto al compromiso de cambios?
Segundo, que los esfuerzos por empujar el Apruebo –el papel que está cumpliendo el Gobierno, la firma de ejemplares, las declaraciones del Presidente, los bonos, la reunión de Boric con Michelle Bachelet– ya han hecho lo suyo y que… se sigue cuesta arriba.
Pero al margen de los números y los cálculos políticos –el Apruebo quiere ganar, cómo no–, la propuesta de ayer deja en evidencia un diagnóstico al que se llega a la fuerza (¿convencimiento o pura calculadora?) y luego de mucha agua bajo el puente: la ciudadanía busca moderación, como lo han mostrado consistentemente las encuestas a través de todo el proceso constituyente y algunos connotados observadores sociales.
Nuevamente: si no se creyera que la propuesta de la Convención tiene varios puntos fundamentales que inquietan a la ciudadanía, sobre todo lo relativo a las libertades, a los cambios moderados y a la participación de los privados en salud, educación o pensiones, ¿los sectores más duros del oficialismo se habrían abierto al compromiso de cambios posteriores al plebiscito?
Lo que conocimos ayer fue el resultado del camino que emprendió la izquierda luego de las definiciones del expresidente Ricardo Lagos del pasado 5 de julio, cuando señaló que ni la propuesta ni la actual Constitución generan consenso, por lo que el proceso constituyente debía continuar luego del referéndum.
Pero el propio presidente no estaba convencido.
El 15 de julio, Boric se lanzó en esta ¿estrategia? de anunciar que, en caso de ganar el Rechazo, habría un nuevo proceso constituyente, sin decir nada similar respecto del caso de ganar el Apruebo. Fue una señal confusa –hubo tantas interpretaciones como analistas hay en la plaza– que apostaba al factor cansancio para incentivar el apoyo al texto de la convención.
El 25 de julio, 20 días luego de la carta de Lagos donde propuso reformas en el caso de que gane cualquiera de las opciones, Boric señaló que “todo es perfectible y vamos a llevar adelante ese proceso después del plebiscito”. Es decir, estaba convencido de que… todo era posible, pero después. Una semana más tarde, sin embargo, cambió de opinión y comenzó a empujar la batería de compromisos constitucionales, como el Socialismo Democrático venía pidiendo.
¿Cuáles habrán sido las razones profundas del mandatario para restarse de hacer política cuando la convención todavía estaba funcionando y era posible reformar la propuesta? ¿Por qué solo se abrió a una negociación a un mes del referéndum, cuando las encuestas mostraban que el Apruebo estaba muy por debajo? ¿Fue acaso un convencimiento de que la sociedad camina de acuerdo al diagnóstico trazado por ellos, sin posibilidades de equivocarse?
No existe claridad sobre los efectos que la declaración de este jueves tendrá en el electorado. Probablemente, muy poca, dado que –como dice la investigadora social Kathya Araujo–, la ciudadanía ha estado muy alejada del proceso, ha habido una promesa no cumplida de diálogo social y resulta imposible no perderse en un debate cansador y enredado. Tampoco ayudarán a robustecer el Apruebo las palabras del presidente del PC, Guillermo Teillier, que tras firmar el texto aseguró: “No podemos garantizar que vamos a hacer estas cosas, porque tendrá que haber debate popular”. Su estrategia es evidente: aminorar los costos de la derrota.
Pero lo importante está en otra parte. Aunque probablemente este diagnóstico se esfume con el tiempo, como las definiciones políticas de hoy por hoy –nada queda escrito sobre piedra, todo se evapora–, en lo de ayer hay un reconocimiento claro de lo que teme la sociedad. Basta mirar el documento para entender que, a juicio del oficialismo –ya sea por cálculo, convicción o ambas–, la Convención Constituyente perdió una oportunidad y dejó a buena parte de la ciudadanía con temores respecto a asuntos tan cruciales como la plurinacionalidad, los derechos sociales –reafirma la necesidad de modelos mixtos y respeto a la propiedad privada, algo que ha despertado incertidumbre en la gente–, seguridad, sistema político y el Poder Judicial.
La izquierda doctrinaria está enojada, probablemente con justa razón. ¿No se defendía hasta hace poco que se trataba de la propuesta redactada por el órgano con mayores niveles de democracia y de inclusión de la historia chilena? ¿Es que acaso la política tiene que operar incluso para guiar a una convención de estas características? Parece evidente la respuesta: sí.
Lo de ayer fue la última bala de plata. En el oficialismo –en los partidos y en el Gobierno– los ánimos están por el suelo. La apuesta parece ser ya no intentar ganar, sino estrechar la distancia. El día después...
Exactamente. El día después…
No soy experto político ni remotamente. Pero puedo reconocer bastante bien las emociones de grupos humanos.
La emoción de todos los que no están en el gobierno, ahora, es de revancha velada.
La derecha ni hablar, pero esa ha estado un poco camuflada por el hecho de que también les caía mal Piñera. El centro representado por todos los que han sufrido las pendejadas vandálicas y de delincuencia igual.
Pero los que más tienen sangre en el ojo son los de la centro izquierda e izquierda “democrática”.
Se puede ver a leguas.
Fueron humillados por estos pendejos y obligados a limosnear puestos e influencia política. Fueron los más basureados por lejos.
El día después de una derrota de quienes partieron con 55% de aprobación en el gobierno y 80% en el plebiscito de entrada sería épico.
De hecho deben estar afilando las cuchillas políticas todos para sacar su libra de carne de la masacre.
Boric ya no va a tener ninguna palanca política, porque al asociarse a la derrota desde una posición tan ventajosa solo hace unos meses indicaría que no tiene el star power, que supongo creían tenía, para rendir tan betamente su posición en la historia lo de la izquierda y centro izquierda.
Básicamente lo mismo que está pasando en Perú. Una carnicería política.
Creo que los pendejos entienden eso perfectamente. Por eso ahora se están jugando la vida en ello. Aunque sea por una décima de punto. No importa, lo ganamos, todavía seguimos siendo relevantes.
Si pierden por 10+ puntos…
Básicamente será lo mismo post 18O con Piñera a nivel político. Ya lo estás viendo en las RRSS. Va a ser una verdadera masacre progre en ellas. Todos los van a comenzar a mandar a la cresta porque nadie a esa altura creerá que tienen el poder de vetarlos.
Tal vez hasta tengamos una crisis política en algún momento. Espero que no. Que lleguemos a las próximas elecciones. Pero realmente se ve difícil en ese escenario.
La naturaleza humana no cambia. Y la motivación de revancha es insuperable como emoción.
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F por Boric
ResponderEliminarEn una de esas boric renuncia. Se ve que no tiene el cuero para aguantar la presion (y eso que llevamos 4 meses). Imaginen todo lo que se le viene.
ResponderEliminarAdemas el Toc seguro aumentara su mal genio y las volteretas estaran a la orden del dia, se viene una locura politica de proporciones
ResponderEliminarCreo que le dicen Merluzo de antes de la segunda vuelta, pero solo hace una semana ha salido en cooperativa y biobiochile que es una "ofensa". La ultima carta que tenian era hacerse la vistima porque le dicen merluzo. Deben estar asustados con toda la informacion de inteligencia civil y militar que indican barraca del rechazo para jugar la carta de merluzo victima.
ResponderEliminarnn
Creo los "viejos como ustedes" se equivocan diametralmente en su diagnóstico . Porque lo que queremos los jóvenes es justamente lo que está sucediendo: una ràpida adaptaciòn de los representantes polìticos hacia obedecer lo que la gente va manifestando que se debe corregir o priorizar.
ResponderEliminarVotan todos, así es que veremos en los resultados si los adultos están de acuerdo con los "jovenes" como tu.
Eliminarinteressante para mí en el contexto- ya abrímos una separación entre „jóvenes y viejos“. Antes era izquierda/ derecha. Después empresarios/ empleados. Cuántas divisiónes más están por llegar y catégorizar la ciudadanía? Apto para técnología vs analogistas? Muy superficiál en mi opinión. Quiénes somos? Pregúnta abierta.. Soy derechista por ser empresario? O por creer en libre mercados? O por quedarme con ideología? Lo mismo aplica a las izquierdistas… Triste como nos categorízan. Si fueramos indivíduos tan simples…Las narrativas me apestan.
EliminarTenía 2 añitos en mayo del 1968 cuando se inició una insurrección liderada por los jóvenes para cambiar el orden establecido. Cuando tenía 20 años, en 1985, lideraban Ronald Reagan en EE.UU., Margareth Thatcher en UK y mi generación quería ser empresarios en libertad y en 1989, cayó el muro de Berlín (todavía me pregunto de qué lado jeje). Hoy, con todo el desarrollo humano que ha habido, los viejos no se mueren nunca para dejar espacio a los jóvenes. Hay una paz relativa en el mundo y todavía abundancia (la riqueza no es tener plata sino tener acceso a la mayor cantidad y diversidad de bienes), de modo que los jóvenes buscan causas para no aburrirse. Pero, en lugar de ayudar donde es muy necesario como defender la causa femenina en Arabia o disminuir la contaminación en China, buscan pleitos en la comodidad del hogar y, en lugar de innovar pensando diferentes para mejorar la condición humana, vuelven a la vieja receta de robar el dinero ajeno con la fuerza bruta del Estado so pretexto de generar una igualdad que no tiene el más mínimo sustento intelectual.
EliminarLos cambios políticos fueron, son y serán siempre el cambio de una élite por otra gracias al perraje que, por definición, es bestia, ignaro, ovejero y maldadoso.
este gayo tratando a ponernos todos en el mismo „cajón“ de „jovenes“… jajajaSi fuera hablando para todos…lol
EliminarYep, el poder solo legisla, sentencia y ejecuta para él mismo. Da lo mismo si es democracia, tiranía, monarquía o lo que sea. Por eso hay que desahcerse de las castas políticas.
Eliminar( libertad económica) siempre he dicho y lo reitero no le doy más de 2 años, a este gobierno. Por capacidad, inteligencia,gestión.
ResponderEliminarAdyaner!
ResponderEliminarSeré sincero, amo este blog. Pero a veces me molesta que cuando hago un comentario interesante, con ideas que creo aportan a tus futuros posts no recibo ninguna mención, reply, nada. Como si mi comentario no existiera o fuera totalmente irrelevante.
No es nada personal, solo me es desmotivante. Cuando uno se siente parte de una comunidad, le gusta ser valorado de vez en cuando :)
Como tu mismo dijiste:
¨La enorme mayoría de la gente buscamos la validación de otros para afirmar la propia personalidad o valor en ciertos momentos, o lo que es peor, siempre¨
No soy la excepción a esta regla.
A todos nos pasa. De repente hago un post que creo es genial y no hay ningún comentario y muy pocas visitas. Tus comentarios son más financieros y por ende más difíciles de debatir o comentar que los políticos o económicos. Si crees que tienes un tópico interesante y lo puedes desarrollar para un post y debatirlo, envíalo por interno y lo publico como guest post.
EliminarExtensivo a todos los que se atrevan y puedan articular un texto para un post. He publicado algunos como amo a chile y Sakuragi.
Buen FDS¡¡¡
Que millenial el comentario de fkarachon (con todo respeto). Me recuerda el meme de bart simpson tocando el tambor. ¿Qué importa la opinión de los demás? En mi opinion es solo ruido que distrae de mi opinion de mi mismo. Me distrae del siguiente concepto “Si quieres una mano que te ayude, la encontraras... al final de tu brazo.”
EliminarEl solo nombre del documento "Unidos y unidas para aprobar" ya me provoca rechazo
ResponderEliminarEn esta Merluzin no tiene por dónde ganar
Como decía alguien por ahí...la juventud es un mal que se cura con los años.
ResponderEliminarSoy de la generación 60 y 70 y he visto y vivido todos los avatares por los que ha caminado nuestro Chile estos últimos cincuenta años. Concuerdo 100 % en lo que manifiestas Adyaner, la casta política es la culpable de todos los males terrenales que estamos viviendo, la pregunta del millón: Como hacer para que desaparezcan de la faz de la tierra??? o por lo menos de nuestro Chilito querido....LOL
ResponderEliminarQue tipo de gobierno tendría que instalarse y que no fuera una tiranía?
La democracia más estable es la de Suiza. Mezcla de democracia directa con representantes electos y cantones que tienen representación asimétrica para evitar que mayorías poblacionales le impongan su voluntad a las menores. Agregaría que no puedan ser re electos nunca más. Uno o dos periodos y fuera del estado.
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