03 julio, 2023

La historia del GAP, la polémica guardia personal de Salvador Allende

@ElMercurio

Cuentan los testigos de la época que durante los años de la presidencia de Salvador Allende era común que, donde estuviera —en su casa de Tomás Moro, en La Moneda o trasladándose por las calles—, siempre cerca de él había varios civiles, muchas veces con la pistola, fusil o metralleta abiertamente a la vista, como método de disuasión.

Sus nombres eran desconocidos, así como también su procedencia, financiamiento y sus integrantes. Los rodeaba un halo de misterio y, en ocasiones, de violencia, que los transformó en un factor más de polarización. Generaban molestia y sospecha en las Fuerzas Armadas y la oposición

Al poco tiempo de conocerlos, la prensa —que estuvo en conflicto permanente con ellos— los bautizó como GAP: Grupo de Amigos Personales. Un nombre que, según cuenta Max Marambio —quien fuera líder del grupo en su primera etapa— en sus memorias, les pareció “preciso”.

Tanto que lo terminarían utilizando hasta el 11 de septiembre de 1973, hace cinco décadas. Y aún hoy se identifican con la sigla.

Es la historia del GAP. Una sigla que, para algunos es símbolo de “violencia” y para otros de “lealtad”.

La jugada del Presidente

Según los cronistas, durante su cuarta campaña presidencial, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) se había transformado en un dolor de cabeza para Allende. Consideraba, dicen, que sus actividades violentas “solo beneficiaban a la derecha”.

De ahí que decidiera llevar a cabo una estrategia para acercarse a ellos e “institucionalizarlos”. Les prometió un rol en su futuro gobierno y luego, una vez electo, cumplió. Al MIR no le quedó otra opción más que aceptar: la protección de su persona.

“Esto le permitió integrar al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) al círculo de confianza presidencial, algo que no estaba previsto, porque esta colectividad no formaba parte de la Unidad Popular ni compartía la táctica de la ‘vía chilena', pero tenía gran capacidad política y comunicacional”, explica el historiador de la Universidad San Sebastián Alejandro San Francisco.

Era una medida de tono “revolucionario” —una de las primeras que tomaría—, pues hasta ese entonces nadie que no fuera de Carabineros o la PDI se hacía cargo de la seguridad presidencial.

En sus memorias “Las armas de ayer”, Marambio cuenta que, en un principio, el GAP estaba conformado solo por “tres miristas y un socialista que había acompañado al Presidente en la campaña electoral, porque tenía instrucción militar”. El mismo dice que solo tenían unas pocas armas, conseguidas por el asesor del Presidente Osvaldo Puccio Giesen.

De acuerdo con el historiador y profesor de la escuela de Periodismo de la UDP Cristián Pérez, esto pronto cambiaría, pues Allende y su círculo más cercano comenzaban a perderle confianza a las instituciones armadas.

“El día después de la elección, se cortó la luz en su casa de Guardia Vieja. Hubo ruidos y explosiones. Y cuando volvió la luz, el Presidente se dio cuenta de que los PDI comisionados de su protección apuntaban hacia él. Luego se descubriría que en el asesinato del general Schneider (en octubre de 1970) estaba comprometido Camilo Valenzuela, que era el jefe de plaza de Santiago, que era el que tenía a cargo las fuerzas de seguridad”.

Frente a esto, y a instancias de “Tati”, la hija más revolucionaria de Allende, los GAP se empezarían a profesionalizar, con entrenamiento y armas traídas de Cuba. “La izquierda piensa en ese momento que ‘Allende no va a sobrevivir si no lo cuidamos nosotros'”, dice Pérez.

Pero aquello tendría un costo.

La influencia del MIR

Según cuenta el mismo Pérez en su ensayo “Gap, el dispositivo de seguridad de Salvador Allende”, el Grupo comenzaría a tener también otras funciones.

“La institucionalización de la guardia armada civil del Presidente Allende en la vida nacional le fue posibilitando al MIR la ejecución de una serie de actividades encubiertas, bajo la apariencia de prestar protección al Primer Mandatario y sus residencias. La organización implementó verdaderos cursos de formación paramilitar. Las clases eran impartidas con la ayuda de oficiales cubanos”.

En sus memorias, Marambio —que por esos años usaba la chapa de Ariel Fontana— profundiza en esto: “Al GAP también se agregó un grupo operativo del MIR que no estaba bajo mi mando. Su función no era escoltar al Presidente, sino aumentar la capacidad de respuesta armada ante la eventualidad de una asonada, pero su existencia provocó muchos desacuerdos. En realidad, la formación de este grupo fue una excusa para entrenar a los hombres del MIR bajo la sombrilla de la Presidencia, ya que los cubanos se negaban a hacerlo si Allende no lo autorizaba. Este grupo no se sentía subordinado al Presidente, actitud que provocó mi rechazo y fue causa de constantes contradicciones entre nosotros”.

En concreto, hubo polémicas públicas, informadas por todos los medios de la época, y que polarizaron aún más el ambiente del Congreso, en contra de cualquier acuerdo o ley que Allende quisiera impulsar.

Un ejemplo de ello ocurrió el viernes santo de 1972, en el llamado incidente de Curimón, en el que tres GAP fueron detenidos —luego de haber chocado contra un poste por manejar en estado de ebriedad— con planos de instalaciones militares y distinto tipo de armamento.

Mientras, en La Moneda también había problemas, derivados de varias denuncias de violencia y maltrato que hicieron los periodistas que cubrían el palacio, contra los custodios presidenciales.

En esta época, el GAP operaba en La Moneda, en la casa presidencial de Tomás Moro y en la casa alternativa del Cañaveral, donde, según registros, llegó a haber 1.000 integrantes del MIR entrenando.

Asimismo, la situación legal del grupo era, a lo menos, ambigua. No pertenecían a ningún ente estatal concreto, sino que respondían solo ante el Presidente y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

Fue algo que provocó las suspicacias del PS, que le pidió a Allende que le permitiera tomar el control del GAP. Este aceptó. Así, un joven Marcelo Schilling (“Gastón”) pasó a ser el “comisario político” o líder del grupo. Mientras, el MIR se retiró... y según cuenta Marambio, se llevó las armas que habían sido facilitadas desde Cuba.

Sin embargo, las dudas sobre el grupo no cejaron. Sobre todo en las FF.AA. y en la oposición.

Los uniformados miraron con escepticismo y preocupación que hubiera otros grupos armados en la sociedad chilena, y con amparo oficial, en circunstancias que incluso el Estatuto de Garantías Constitucionales de 1970 había precisado que ‘La fuerza pública está constituida única y exclusivamente por las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros'. De alguna manera esto está presente en el Acuerdo de la Cámara de Diputados del 22 de agosto de 1973”, explica San Francisco.

En esta línea, desde el Congreso se impulsó una ley que buscaba regular el funcionamiento del grupo y, que a la vez, intentaba ponerles límites.

“Esta ley procura regularizar una situación que se ha apartado de las tradiciones nacionales en esta materia (...) El hecho de que los GAP hayan asumido tales funciones sin contar con una autorización legal previa representó sin duda una alteración que, si no puede calificarse de irregular, por lo menos no guardaba relación con los precedentes de nuestra institucionalidad democrática”, decía un editorial de “El Mercurio” del 8 de mayo de 1972, informando sobre los alcances de la nueva ley que legalizaba el Departamento de Seguridad Presidencial.

Pérez, no obstante, no considera que el Grupo tuviera tanto poder. “Nunca sobrepasaron las 90 o 100 personas”, dice, contando a quienes formaban parte de los tres grupos que lo conformaban: la Escolta, el Grupo de Avance y la Guarnición.

Agrega que, para el 11 de septiembre de 1973, muchos de ellos se habían retirado del grupo.

El 11

Cuenta San Francisco que, una vez caído Carlos Prats, a pocos días del Golpe, Allende reunió a los integrantes de su escolta.

“Comenzó la reunión diciendo que el acuerdo de Garantías Constitucionales de la Cámara de Diputados era el preludio del golpe de Estado. Esto muestra lo mucho que confiaba en los GAP”, asevera.

Coincide Pérez, que agrega que ese día “el Presidente les comunica que la situación es muy compleja, les anuncia que viene un Golpe y les dice que se pueden ir a sus casas. Pero eligieron quedarse con él”.

Para el 11, algunos estaban en La Moneda y otros en Tomás Moro, desde donde se trasladaron al centro.

Según los registros de agrupaciones de familiares, e historiadores, cerca de 40 murieron ese día o en los posteriores. De acuerdo con los mismos datos, casi 20 seguirían desaparecidos.

En los años que vinieron, los GAP se transformarían en símbolo, para unos y para otros, del quiebre de la democracia en Chile.


Ven…

Recuerdan hace unos meses lo comentado en relación al gran plan de conmemoración del gobierno?…

A contar de unos cuantos meses previos al 11, todos los diarios van a comenzar a sacar especiales sobre el gobierno de Allende y lo podrido y completamente peleado con la institucionalidad, como esto.

Here we are…

Un grupo paramilitar armado al margen de las FFAA´s y de carabineros, y de la constitución, cuidando al presidente de la república.

No tienen como salir de esta.

Van a destruir lo que les dio de comer por 50 años, que es el mito del presidente democrático que fue destituido vía un golpe de la nada.

La verdad. Fue un gobierno como las huevas, que aplicó un programa económico experimental con una teoría monetaria de pendejos, pero que en esa época pasaba como state of the art, y con una agenda estatista que desplomó la economía y la producción de bienes y servicios en conjunto con una inflación de la puta madre y que generó el levantamiento de al menos la mitad de la población contra esas políticas. Y por supuesto estos “gustitos” revolucionarios que le agregaron sal y limón a la herida de la sociedad ya abierta.

NADA JUSTIFICA UN GOLPE DE ESTADO¡¡¡…es el mantra al menos de la izquierda más radical ahora que ya ven venir el basureo inmisericorde a Allende.

WELL…

Claramente en esa época si lo justificaron. No se le paró el trasero a Pinochet el 11S de salir a bombardear la moneda. Si se produjo es porque en ese momento se justificaba por parte de los políticos y poder en general y estaba el apoyo muy MASIVO para ello ante un gobierno tan podridamente malo y peor aún tan socialmente divisivo.

Algo que no es comentado y que salió en el reportaje del tanquetazo.

Esto no fue un movimiento top down desde los generales hacia abajo de las FFAA´s. Fue un movimiento down to top. Los oficiales y suboficiales de todas las ramas armadas apoyaron esto y obligaron a los generales a básicamente plegarse.

Es extraordinariamente extraño que todas las FFAA´s en conjunto tengan una misma posición en este tipo de cosas. Típicamente es dividido.

Así de podrido fue el gobierno de Allende. Todas las ramas de las FFAA´s desde sus bases de oficiales, y la mitad al menos del país más la centro izquierda que era la DC, apoyaron el golpe o pronunciamiento.

Eso es lo que van a sacar a relucir ahora. Las razones reales del golpe. Que por supuesto no son Pinoshé sacándose del trasero la idea de un golpe. Es la de un gobierno podrido de malo que aceleró la disgregación social y política que se estaba gestando desde hacía ya un par de décadas.

Nada justifica un golpe militar¡¡¡

Entonces, bajo ese parámetro, nada justifica una revolución armada o violenta … Como 1917…o Cuba…o el octubrismo, no?…

O solo funciona eso cuando derrocan a alguien de izquierda radical?…

En esa época si lo justificaron. Juzgar con la moral y las circunstancias actuales eventos pasados es ridículo. Menos con la moral podrida de los giles que lo hacen o intentan.

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8 comentarios:

  1. Cualquiera que diga que el gobierno de Allende era pacifista es un narciso de proporciones bíblicas.
    Los que intentaron asesinar a Pinochet eran mercenarios de muy buen nivel. Entrenados por búlgaros de hecho.
    Incluso acá, a los jóvenes comunistas (con mucha testosterona y sin rumbo en su vida) los mandaban a entrenar a las FARC.
    Conozco varios de esos. Todos burgueses BTW lol.

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  2. Adyaner, no se dice down to up, gralmente se menciona como bottom up (lo contrario al top down)

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  3. @nonimo/Demócrito:

    En simple, se llama Derecho a Rebelión que es universal y que en este caso, efectivamente, se plegaron las FF.AA y Carabineros desde sus bases, la mitad + 1 de Chile, y la DC ante la amenaza mayor que era la posibilidad de guerra civil...

    pero sólo después que en Agosto de 1973, el Partido Nacional (Jarpa) y la DC (Aylin) aprobaron en el Parlamento la Declaración que el Gobierno de Allende había violado la Constitución, no antes...



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    1. «El árbol de la libertad debe regarse de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos. Ésta constituye su abono natural.» Es la razón del porte de armas de civiles. Darle al pueblo el derecho a defenderse de la tiranía de un gobierno.

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  4. Curioso como todo se comienza a dar vuelta.

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