El gerente general de Colbún señala que para alcanzar la meta de descarbonización y reducción de emisiones, se debe avanzar en la electrificación del transporte, incluido vehículos particulares y transporte de carretera.
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Casi cinco años estuvo Thomas Keller, gerente general de Colbún, a la cabeza de Líderes Empresariales por la Acción Climática, CLG Chile. Asumió en enero de 2017 y hace un par de semanas lo reemplazó Mónica Duwe, gerenta general de HSBC. Comenta que bajo su gestión pasaron de ser diez a 20 empresas socias, el grupo se transformó en un interlocutor “válido ante las autoridades y otros actores de la sociedad en materia de política y acción climática” y delinearon propuestas para avanzar hacia “una economía baja en carbono y más resiliente al cambio climático”.
En julio pasado, CLG Chile envió una carta abierta a los ministros de Energía, Juan Carlos Jobet; Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y Hacienda, Hernán Briones, donde propuso ocho medidas para cumplir los compromisos ambientales de Chile en el marco del Acuerdo de París. Entre ellas, la electrificación del transporte público y privado; modificar la normativa para permitir el uso de madera en vivienda pública y privada; priorizar programas de creación de empleo en industrias golpeadas por la crisis, pero con oportunidad de reducción de emisiones; fomentar la instalación de tecnologías bajas en emisiones como hidrógeno verde mediante fondos de capital o de garantía concursable, y reducir los plazos de permisos ambientales a proyectos de energías renovables y de eficiencia energética.
-Algunas de las propuestas de CLG se abordan en el plan de inversión pública que destina 30% a proyectos verdes. ¿Cómo lo evalúa?
-Hay señales que apuntan a avanzar hacia una economía más resiliente climáticamente. Hay algunas cosas que quedan pendientes, por ejemplo, una electrificación masiva del transporte. De las medidas que proponemos, una de las más costo eficientes es la descarbonización del transporte. No, olvidemos que este sector -incluidos vehículos privados- representa hoy el 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero y entendemos que es un proceso políticamente complejo. Si queremos como país y como economía mundial avanzar decididamente hacia una descarbonización de la economía, es ineludible hacerse cargo de las emisiones de este rubro, esto no sólo generaría una reducción en las emisiones, sino también de contaminantes locales. Sin esto, es difícil que se avance decididamente en cumplir con el Acuerdo de París.
-¿El esfuerzo de descarbonización se ha centrado solo en el sector energético? Le ha tocado de cerca este proceso como gerente general de Colbún.
-El sector eléctrico está haciendo la pega. En mi opinión está en una posición de liderazgo en descarbonizar la economía. Está el acuerdo que se firmó el año pasado, donde se compromete a no instalar más centrales en base a carbón y se fija un derrotero para descarbonizar el sector. Por lo tanto, estamos viendo que las inversiones del rubro están concentradas exclusivamente en energías renovables.
-¿Se debe avanzar en paralelo en transporte? ¿Qué falta?
-Está la necesidad de impulsar la electrificación del sector de forma más agresiva y eventualmente también considerar los efectos que tiene sobre las emisiones de Co2 el consumo de los autos particulares y el transporte en carretera, etc. Aún no vemos que exista una política explícita para reducir estas emisiones y hay distintos instrumentos para hacerlo.
-¿Aplicar impuestos? ¿Subir el impuesto al diésel, por ejemplo?
-Es importante que si vamos a usar el instrumento del impuesto para desincentivar la generación de gases de efecto invernadero, no se debiera discriminar por sectores y debiera aplicarse a todas las fuentes que emitan Co2. Esto es la manera consistente, aunque no políticamente más fácil, de hacerse cargo de este desafío de disminuir las emisiones de Co2. El transporte tiene que hacer su contribución porque representa una proporción importante de las emisiones
-El Pacto Verde Europeo también busca avanzar en esta línea.
- Así es. Es importante reconocer que el cambio climático es un problema global. Tener una economía chilena más resiliente a sus efectos requiere que no sólo nosotros hagamos una contribución que está comprometida en las NDC (Contribuciones Nacionalmente Determinadas), pero dependemos de que todos los países hagan lo mismo, de lo contrario, no sacamos nada. Es clave avanzar a nivel mundial en políticas y en precios del carbono que no se concentren en algunos países y que se asegure que venga acompañado por medidas en todos los países, especialmente en los que más emiten. Si sólo se grava un impuesto verde en Chile, disminuye la competitividad de nuestra industria.
También tenemos una preocupación respecto del estancamiento que ha habido en la negociación del artículo 6 (que regula los mercados de carbono)del Acuerdo de París.
-¿Y cómo se puede avanzar para lograr la aprobación del artículo 6° en la próxima COP26?
-Está pendiente desde hace bastante tiempo y sencillamente refleja lo difícil que es aunar criterios y que todos los países participen en los esfuerzos e inversiones que hay que hacer para disminuir en forma significativa -y de acuerdo a los objetivos del Acuerdo de París- las emisiones de gases de efecto invernadero.
Veo poco avance, si vemos el panorama a nivel mundial hay muchos países que no tienen ningún impuesto verde. La única forma para disminuir las emisiones es que haya un precio mundial uniforme de carbono y eso explica el por qué ha sido tan difícil consensuar todo lo que tiene que ver con el artículo 6.
Empresas y Constitución
-¿Cuál es el rol que deben asumir las empresas para transitar hacia economía libre de carbono?
-Las empresas que participamos en el CLG estamos comprometidas con hacer propuestas y en ser protagonistas en tomar medidas para lograr una economía baja en carbono, en función de sus posibilidades. Lo que tenemos en común es la convicción de que como empresas tenemos un rol que jugar y estamos comprometidos a implementar medidas en el tiempo para ir reduciendo nuestra propia huella carbono.
-A nivel de CLG o en el ámbito personal, ¿cree que es necesario ampliar los principios de protección al medio ambiente en la nueva Constitución? Por ejemplo, ¿se debe asegurar un crecimiento sostenible?
-No lo hemos discutido a nivel de CLG, es un tema que nos va a convocar a la discusión en los próximos meses.
A título personal, creo que ese nivel de especificidad tiene que darse a nivel de las leyes, no constitucional. La Constitución debe dar ciertos criterios generales, no ser tan específica. Los países que tienen estándares ambientales rigurosos no lo establecen en la Constitución, sino en las regulaciones, ese es el espacio.
Recuerdan el plan en cuatro pasos del WEF?? Especialmente el tercer punto…
Pero claro, son teorías conspirativas de un bloguero…
El que no cumpla con las normas de emisiones va a ser reventado a impuestos.
Todo por el medio ambiente y por proteger el planeta a pesar de que el CO2 representa un 0,00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000nada porciento de la atmósfera…
Hay que reducir las emisiones¡¡¡¡¡ que por añadidura es el alimento de las plantas.
Ya estoy comenzando a pensar que estamos en medio de una trama mundial de villanos de películas Bs.
El plan es claro. Reventar todas las fuentes de energía fósiles. Cómo resulta eso cuando el mundo se mueve con esas energía en casi su entera mayoría…
Impactante la irresponsabilidad de esta gente. Por “ciencia” horrenda que desde hace algo así como 150 años viene prediciendo el descongelamiento de los polos y que Miami se inunda, any…minute…now…
Pero, estamos en esto.
En el esfuerzo de borrar del mapa las fuentes de emisión de carbono (el ser humano por cierto es una muy grande) van a destruir oferta de petróleo y carbón de manera intergaláctica.
Cuando se den cuenta de que sus cagadas verdes de energía lechugiana no llenan ni un décimo de estanque de los requerimientos energéticos, vamos a tener un problema.
Grande. Enorme de hecho. Imprimir artículo
he venido escuchando esto de las energías fosiles hace rato, pero donde están los jeques arabes que salgan a defender un poco la base de su economía? o estarán adentro del sistema de cambio también?
ResponderEliminarHasta el bicho, supongo que toda la industria petrolera entendía que las políticas verdes eran impracticables en la realidad y por eso no prestaban demasiada atención o interés al hippismo verde. No puedes detener el mundo. Como ahora si lo detuvieron por 6 meses...pero ya debe ser tarde para reaccionar.
Eliminarjajajaja nada mas falta que estos wnes psicopatas terminen poniendonos impuestos hasta por respirar jaja, ya me lo imagino xd
ResponderEliminarSin ánimo de burla sólo con el afán de reflexión.
EliminarAnda a cualquier lugar público o negocio sin mascarilla en presencia de guardias municipales, personal "sanitario", carabineros o vecinos hipocondríacos y luego coméntanos qué sucede...