Los costos de financiamiento de un conjunto de empresas chilenas han retrocedido drásticamente en relación a lo peor de la crisis. A tal nivel, que algunos creen que las caídas de ciertos rendimientos, que reflejan ganancias para los tenedores de esos bonos, han ido más allá de lo prudente. En varios casos, la tasa adicional que exige el mercado a estos papeles en relación a un bono libre de riesgo (como los del Banco Central), un diferencial conocido como spread, "ha hecho una reversión a la media relevante desde marzo-abril. Hay algunos spread, sobretodo en los niveles de grado de inversión, que están muy cerca del periodo previo a los dos grandes problemas locales: el 18 de octubre de 2019 y la pandemia", dice Guillermo Kautz, gerente de renta fija en la AGF de MBI. "Parecieran tener subponderado un escenario en que las cosas siguen estando malas o muy malas", plantea.
Lo claro es que, para muchos bonos de distinta clasificación, lo peor quedó atrás. Por ejemplo, la tasa extra que paga el bono de LQ Inversiones financieras, la sociedad a través de la cual el grupo Luksic controla al Banco de Chile, frente a un bono libre de riesgo, ha caído desde los 177 puntos en su peak de la pandemia el 5 de mayo, a 84 puntos base en la actualidad, de acuerdo a cálculos de STF Capital. Se ubica, así, cerca de los 60 puntos base que pagaba antes del estallido social, niveles que reflejaban mínimos históricos.
A su vez, y pese a los riesgos regulatorios asociados al cambio constitucional, el spread de Inversiones La Construcción (ILC, matriz de AFP Habitat) se ha reducido desde un peak de casi 200 puntos base en abril, a 114 puntos en la actualidad.
Mayor ha sido el alivio para los bonos de Falabella. En este caso, el diferencial ha disminuido desde 231 a 132 puntos base.
"El mayor optimismo en las expectativas económicas, principalmente impulsadas por el desconfinamiento en el ámbito local, ha generado una compresión en los premios por riesgo", dice Ignacio Vega, subgerente de estrategia en STF Capital. "A esto también han ayudado de gran manera los últimos datos de IPC (0,6 y 0,7% en septiembre y octubre) generando una mayor demanda por papeles en UF", indica. La gran mayoría de los bonos corporativos chilenos está vinculado a la inflación.
"Lo evidente, al mirar estos gráficos, es que los spread han tendido a comprimirse nuevamente: incluso algunos se acercan a niveles previos a la pandemia y el estallido", dice Felipe Alarcón, economista jefe de EuroAmerica. Con todo, ve necesario poner en contexto dicho desempeño. Recuerda que "la liquidez del mercado de bonos corporativos sigue muy afectada por el ruido del retiro de fondos, pues dos de los mayores inversores han tendido a estar ausentes del mercado de renta fija: AFP y compañías de seguros. Esto ha llevado a que las nuevas emisiones de bonos estén muy flojas".
Guillermo Kautz, de la AGF de MBI, duda de los fundamentos detrás de algunas de estas valorizaciones. "Según Klaus Schmidt-Hebbel, hay tres sendas posibles para Chile: una, que es moderadamente optimista, en donde se administra bien la crisis, se controla algo la violencia, la incertidumbre, y se logra un crecimiento de 2,1% por habitante entre 2021-2025. También está el extraordinariamente optimista, en el que adoptamos una constitución moderada, como las del mundo desarrollado, logramos la paz interna, y el promedio del PIB es de 4%
En este contexto, este spread que le exigen, por ejemplo, a ILC versus un bono libre de riesgo, pareciera ser que internaliza uno de estos dos escenarios", señala, advirtiendo que esto no es necesariamente realista.
No todos creen que estos niveles estén desalineados de la realidad. "En los de menor riesgo veo a los precios en un nivel más fair (justo), con algunas excepciones, obvio", dice Ignacio Vega, de STF Capital. "En los de mayor riesgo, categorías A y BBB principalmente, se puede ver algo de espacio para que los spreads se reduzcan todavía, en la medida en que los datos económicos vayan acompañando", indica.
"En estos escenarios es más relevante aun hacer una adecuada selección de activos", dice Kautz. "En la familia de bonos con calificación 'A' puedes tener distintas industrias que tengan diferentes impactos ante la posibilidad de que el escenario se vaya deteriorando. El sector exportador y consumo son los que te van a proteger más. En contraste, cuando las cosas se ponen malas, el sector bancario termina siendo el patio trasero del mercado, donde todos los créditos y negocios malos terminan estando en la cartera de los bancos", señala.
En las inmortales palabras de Andrew Mellon, Gentlemen prefer bonds…Estoy seguro que quiso decir blonds…
Anyway…
Es una clase de activo cuica, que requiere bastante dinero de entrada salvo que se invierta en ETF´s o en fondos mutuos, con la desventaja que de comprar uno individual garantiza hasta donde el riesgo lo permita la devolución del principal en integridad, los fondos y ETF´s no.
Cual es el chiste de los bonos?? Que entregan un pago regular, similar a los dividendos, pero con la ventaja de que se recupera el total de lo invertido al final del periodo de inversión.
Los bonos se dividen en dos grandes clases. De gobiernos y corporativos. En cada uno de ellos hay tipos de bonos de mejor y peor calidad, los de peor calidad suelen ser llamados HIGH YIELD.
En una cartera de inversiones, se entiende que los bonos amortiguan el riesgo (volatilidad) de una cartera de acciones. De hecho la más clásica es 60% acciones y 40% bonos.
Hay mucho ETF´s con la posibilidad de invertir en bonos. Ahora, hay que entender que el riesgo de los bonos es el default. Por eso los bonos se centran en los de gobiernos que se entiende son los más seguros dentro de la economía de un país (mala presunción) y los corporativos. Los Junk Bonds o High Yields son los bonos de países mulas o empresas rascas o que no tienen historia y por ende tienen que pagar más intereses por las deudas.
El reportaje se refiere a los bonos corporativos que tienden a asociarse a las mejores calidades de instrumentos del tipo Apple o acá en Chile, Cencosud o Falabella, al menos hasta ahora.
Y como se distancian de los papeles que se consideran más seguros, que son los de gobierno. Eso se llama Spread.
Hay que considerar algo. Estamos en tasas históricamente bajas en el mundo. Que significa que el espacio para que crezcan más estas inversiones en términos de ganancia de capital es limitada. Mientras más cerca del cero, más limitada es esta ganancia.
También hay que considerar que estamos en el rango de USD 280 trillones y contando de deuda. NO es sostenible ese nivel de deuda. Algo huele muy podrido con respecto a las acciones de los bancos centrales y el apurar las monedas digitales. Los principales perjudicados en un default de deuda soberana son los bancos que mantienen deuda de esos países. Los bonos privados deberían salvarse en un ambiente normal, pero en el actual con todos encerrándose…
NOWHERE TO HIDE… Imprimir artículo
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