Daniel Matamala, es por lejos, uno de los periodistas más influyentes del momento. A través de su plataforma como rostro ancla de Chilevisión, panelista de Tolerancia Cero y sobre todo, como columnista dominical en La Tercera, Matamala marca la pauta de la semana en sus punzantes columnas, emplazando a los actores políticos, empresarios e instituciones.
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Pero el periodista Matamala, muchas veces, pareciera confundirse con el activista Matamala. La aguda e inquisitiva pluma o vocería que ocupa para encarar a ciertos sectores no es proporcional a la amabilidad o condescendencia que se percibe cuando enfrenta a actores de su corriente política. Un claro ejemplo se vio este domingo en Tolerancia Cero, cuando emplazó duramente a la diputada española Cayetana Álvarez de Toledo, con afirmaciones inexactas y opiniones sesgadas, en contraste con la liviandad y complicidad que tuvo al enfrentar a una dubitativa ministra de la Mujer, Antonia Orellana.
Por cierto, la libertad de expresión, opinión y prensa son libertades fundamentales que se respetan y promueven en todo lugar y circunstancia. Sin embargo, cuando en el nombre de esa libertad se disfraza un evidente sesgo no transparentado y se habla desde un púlpito moral aparentemente neutro, la legitimidad del ejercicio de esa libertad y esos derechos queda en entredicho y merece ser desafiado.
En el último año, Daniel Matamala ha escrito 54 columnas para La Tercera, De ellas, una de cada tres (18) han sido destinadas para cuestionar negativamente a la derecha. Ya sea impugnando al entonces Presidente Piñera, a los candidatos presidenciales o las posiciones políticas que el sector defendía en la Convención o en el Congreso, la pluma de Matamala fue implacable en cuanto a representar su desacuerdo y su posicionamiento en diversas materias. A contrario sensu, en este período, escribió apenas 13 columnas sobre la izquierda, y en 6 de ellas, Matamala se deshizo en elogios y alabanzas al Presidente Boric, sus ministros y el sector que representan. En otras 23 columnas, si bien Matamala adoptó una postura más neutra o derechamente, cuestionó a ambos sectores, lo hizo siempre con un sesgo evidente hacia a la izquierda.
Daniel Matamala tiene todo el derecho a ejercer el periodismo y su posición de influencia de la manera que mejor le parezca. Pero erigirse –voluntaria o involuntariamente- como el catón de la moral criolla cuando tiene un sesgo tan evidente, es un hecho que merece ser representado y cuestionado. Bajo una aparente neutralidad, ejerce sus diversos roles ante una audiencia privilegiada e influye, directa e indirectamente, en la configuración de la opinión pública.
“El Partido Republicano no está comprometido con la democracia”, “durante 30 años, en cada encuesta que se hacía, una mayoría consistente de chilenos quería una nueva Constitución”, “los diputados republicanos presentan a las mujeres como criminales” son algunas de las frases que, solo en esta última semana, Daniel Matamala ha usado desde su aparente neutralidad, dando por ciertas, afirmaciones inexactas, cargadas de valor y carentes de toda objetividad.
La solución a este dilema de periodismo y activismo no es fácil. Seguramente habrán quienes quisieran censurar y erradicar a los periodistas/activistas de la esfera pública, pretendiendo que los comunicadores sean unos verdaderos eunucos políticos, desprendidos de toda capacidad de opinar o emitir juicios de valor. Otros, en tanto, preferirían seguir desviando la mirada, aceptando como un hecho de la causa esta doble militancia y dejando sin espacio para cuestionar.
A mi juicio, lo más sano, es actuar con transparencia y honestidad. Daniel Matamala tiene todo el derecho a ser un periodista y un activista, pero un mínimo acto de sinceridad sería reconocer su domicilio político, para que los actores que interactúan con él y la opinión pública en general, puedan relacionarse sabiendo desde qué posición asume su pretendida indignación moral.
Supongo que todos saben desde hace muchos años que Matamala es de izquierda progre y tiene ese sesgo particular. Decir que debería declararlo es bastante curioso al menos.
Todo corre su curso. Una periodista, Allendes de apellido, es absolutamente partisana y notoriamente desagradable con la gente de derecha al punto de ser grosera. Mirna es otra. Matus. González, y un largo etcétera.
La gente de izquierda, especialmente la progre, es así o se comporta así porque creen que eso agrada a su audiencia target.
Es un estilo de reporteo y entrevista que finalmente termina cansando. Está pasando en todo el mundo. En CNN USA están despidiendo a dos manos a los más progres y desagradables.
En una época de crispación, todos quieren ver y escuchar como destruyen a los que consideran sus rivales políticos, supongo.
En una época de paz social y de preocuparse de los propios asuntos, están las Raquel Correa, Bernardo de la Maza, Patricio Bañados y los Tolerancia Cero del inicio más algún otro prócer periodística que se me quede en el tintero. La verdad nunca me gustó demasiado la política pero obviamente son referentes del periodismo de transición.
Todo muy civilizado y agradable. Cualquier otra cosa cae como patada en la guata.
Supongo que de a poco estamos volviendo a esa tranquilidad después de la crispación social, y por ende todos tienen que bajar revoluciones a riesgo de ser aplastados por la audiencia y obviamente los dueños de medios.
El activismo ya corrió su curso. Es un estilo que iba bien con los últimos 3 o 4 años.
Ya no más después del 4S. Quedan retazos. Pero el periodista que no evolucione va a quedar postergado. Hicieron la transición muchos, como Paulsen hacia un periodismo activista. No sé si alcancen a desandar. Matamala, Sepúlveda y Neme son mucho más jóvenes y tienen tiempo.
En el caso de la entrevista con Cayetana, creo que Matamala y todo el resto del panel están acostumbrados a los payasos flaites criollos a los que sacan de quicio con facilidad, y se olvidaron de que existen políticos extraordinarios aún, que pueden dejar muy mal parados a activistas o entrevistadores muy agresivos.
Me parece que este es el caso. Fue una lección para todo el panel y Matamala en particular.
Me recordó la entrevista de la periodista canadiense con Jordan Peterson.
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Sacar una Columna con Datos sobre el Actuar de Matamala, demuestra que Lo están postulando a ser otro integrante de "La voz de los que Sobran" .. xD
ResponderEliminarVi esa entrevista, y vaya que buscaban la 5 pata al gato y la dioutada bien firme, clara y fuerte les decia las cosas dejándoles con la vena hinchada xD
ResponderEliminarCayetana hizo pedazos a Matamala al zurdo progre feminazi
ResponderEliminarComo periodista dejó la verdad de lado, ama el engaño.
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