Ya transcurrieron cuatro semanas desde el apabullante triunfo del Rechazo al texto de nueva Constitución propuesto por la Convención, y si bien desde la academia han señalado que llevará tiempo procesar cuáles fueron las razones por las que ocurrió, en este mes han aparecido decenas de lecturas al respecto. En general, tanto políticos como intelectuales afirman que hay múltiples factores que se conjugaron, y las que más repiten son que la gente votó en contra de un texto "refundacional" y "maximalista", en contra de los constituyentes; una importante influencia de la desinformación y el rol de los medios de comunicación; que los votantes no entendieron bien el texto o que el Gobierno fue el responsable. El rol de las "noticias falsas" Durante la campaña, los partidarios del Apruebo acusaron constantemente a los del Rechazo de estar desinformando sobre los contenidos que proponía el texto constitucional, aunque también ocurrió a la inversa. Una vez conocidos los resultados del referéndum, para una parte del sector del Apruebo fue evidente que ese era uno de los motivos por los que la ciudadanía había rechazado. Por ejemplo, los abogados y ex convencionales del FA, Jaime Bassa y Fernando Atria, hicieron análisis extensos sobre lo que ocurrió y ambos coincidieron con este punto. Bassa aseveró en una columna que faltaban antecedentes para pronunciarse, pero señaló que además de otras razones, "puede estar el impacto de las falsedades que se instalaron a lo largo del último año y la desinformación respecto del contenido de la propuesta de nueva Constitución". Atria, en tanto, dijo que "lo esperable era que ambas campañas asumieran posicionamientos contrastantes respecto del mismo contenido. Pero en vez, los ciudadanos observaban dos bandos que disputaban sobre qué es lo que la propuesta contenía. Esto transmitía al ciudadano que la propuesta era al menos ambigua, y probablemente negativa. Las ambigüedades acusadas eran, en mi opinión, falsas o al menos tendenciosas, pero fueron suficientemente creíbles". El papel de los medios La acusación de la desinformación tiene otra arista: varios personeros políticos fueron críticos con el trabajo de los medios de comunicación, a los que acusaron de favorecer al Rechazo durante el proceso. "La mayoría de la gente no tiene idea de cuántos puntos de prensa se hacían al día en la CC, cuántas intervenciones diarias (..) cuando llegaba a la casa siempre estaba en la tele la cuña que le habían sacado a los locos de la derecha, donde lo único que hacían era mentir. Pero los puntos de nosotros explicando lo que ocurría o lo que se votaba, no salían", dijo en su Instagram la ex convencional del PC, Valentina MIranda. En esa línea, el ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, publicó en Twitter su propia visión sobre lo ocurrido: "la clave de que la mayoría chilena haya cambiado no se debe a que la Constitución que se votaba fuera demasiado ‘de izquierdas’, sino a la acción sostenida en el tiempo de los principales actores ideológicos: los poderes mediáticos", argumentó. Los maximalismos y la refundación El motivo que repiten insistentemente desde el sector que apoyó el Rechazo es que la ciudadanía votó en contra de los contenidos propios del texto y de la conducta de los constituyentes. En la centroderecha y derecha han ido más lejos que eso, especificando cuáles son los temas que, a juicio de ellos, no convencieron a la ciudadanía. El presidente de RN, Francisco Chahuan, por ejemplo, suele asegurar que "la gente rechazó la plurinacionalidad". "La ciudadanía rechazó la violencia como medio de acción política, dijo ‘yo quiero que la vivienda que me dé el Estado sea propia’. Fue también un rechazo a todos los que decían que el Estado debía ser el único proveedor en materias de salud, que se eliminaban los colegios particular subvencionados", aseguró el diputado UDI Jorge Alessandri hace un par de semanas. El ex convencional y fiscal del Biobío, Andrés Cruz, señaló la noche del Plebiscito que hubo una cuestión de "recursos y monopolio de medios de comunicación", pero que la mayor responsabilidad la tenían los constituyentes porque "los que nos decíamos moderados no fuimos capaces de levantarnos de manera adecuada para enfrentar las posiciones maximalistas, arrogantes de sectores radicalizados". El Presidente Gabriel Boric no ha ahondado tanto en el punto, pero sí ha dicho que un nuevo proceso debe interpretar "a todos" y que "el maximalismo, la violencia y la intolerancia con quien piensa distinto deben quedar definitivamente a un lado". La culpa es del Gobierno Durante los últimos meses de la Convención, analistas políticos señalaban que el rol que estaba tomando el Ejecutivo sobre el Apruebo era complejo y que la asociación entre esa opción y el gobierno se volvería inevitable. Con el triunfo del Rechazo, varios culparon al Ejecutivo. "Hay responsabilidad también de las autoridades que comenzaron a hablar de la tercera vía, de una nueva CC y nuevas rutas antes de votar siquiera, diciéndole a la gente que le salía gratis rechazar si no le parecía del todo bien el texto", dijo el escritor y ex constituyente Jorge Baradit en El Siglo. "El dinero invertido y la desidia del Gobierno fueron determinantes", sumó el ex constituyente del FA, Daniel Stingo. "Frente a una inmensa campaña de desprestigio a la CC y a la mencionada campaña de mentiras y falsedades, el Gobierno no atinó a combatirlas con toda sus fuerzas (...) se paralizó, y lo que es peor, paralizó a sus propios funcionarios, dando incluso instrucciones de no hacer campaña y arrastrando a las municipalidades a lo mismo", acusó. La diputada Pamela Jiles también apuntó a la administración del Presidente Boric y señaló "graves errores del gobierno", como "negarle el quinto y sexto retiro a los dueños de esos ahorros, dedicarse a hacer campaña y no gobernar, convertir el proceso en plebiscito sobre su gestión". La responsabilidad de la propia gente Otras razones que se dieron por lo que ocurrió el 4 de septiembre giran en torno al rol que tuvo la misma ciudadanía. El Presidente Boric, por ejemplo, aseguró esta semana que la lección del proceso fue que "no puedes ir más rápido que tu pueblo", lo que despertó diversas reacciones e interpretaciones. Pero una de las respuestas que más sorprendió y mayores críticas se llevó fue la del director de Conadi, Luis Penchuleo, que dijo que "los pueblos originarios, en particular la población mapuche, no entendió el texto" y aseguró que faltó "pedagogía política, quizás faltó más campaña, faltó explicar". El historiador Gabriel Salazar explicó en La Segunda esta semana que, a su juicio, "lo que se produjo fue una ignorancia relativa, producto del desinterés político y de la desinformación (...) a quienes no les interesaba el proceso y que tampoco se informaron detalladamente sobre lo que se estaba discutiendo, votaron por el Rechazo". La ex constituyente y abogada mapuche, Natividad Llanquileo, fue una de las más duras con la ciudadanía. "No justifico a las poblas que se sienten condominios. No justifico a nadie", tuiteó. "Más del 60% dijo estar bien como están. Excelente por ustedes. Pero sigo viendo desclasados, racistas, homofóbicos y mucho individualismo", dijo. "No tuvo representación de la clase trabajadora" Un sector minoritario entregó otra razón: que la Convención no avanzó suficiente en ciertos puntos o que se entregó a la política de los partidos. "Los que propusimos cambios profundos en la Convención no somos responsables del Rechazo. Son responsables los que firmaron el Acuerdo por la Paz, salvaron a Piñera, dieron tiempo a la derecha y al gran empresariado y hoy gobiernan igual que los gobiernos anteriores", tuiteó la ex constituyente de La Lista del Pueblo, María Rivera. Tras el fin de la CC, Rivera había anunciado que votaría Apruebo "crítico", pues la propuesta mantenía la "columna vertebral del sistema capitalista y neoliberal". Salazar, en tanto, aseguró en La Segunda que "cuando pudo producirse una Asamblea Constituyente, los políticos corrieron para rayarle la cancha e imponer la CC. No sé si (el resultado hubiera sido) mejor, pero habría sido un texto legítimo. El pueblo no habría podido votar contra sí mismo. Esta CC no tuvo ninguna representación de la clase trabajadora ni organizaciones vecinales, donde están los pobladores".
Es lo que pensaba después del 4S.
Después de la masacre, donde un bando creía que el otro sería un rival fácil, o vencible, y es goleado inmisericordemente, debe existir el análisis exhaustivo de lo que ocurrió.
Ya el fútbol pasó. No tendremos ningún partido relevante hasta en 4 años más. Incluso el nuevo proceso constitucional me parece será postergado o alargado porque en realidad nadie sabe aún que diablos pasó y nadie se quiere arriesgar a una goleada nuevamente por un lado, y por otro perder esa mística tal vez acercando el marcador por un mal análisis.
Después de mucho darle vueltas a la masacre, porque lo fue, en todos los niveles posibles, no creo que tenga una respuesta basada en la política o en puntos específicos de un texto.
Fue tan transversal que no puedes pensar que todo el mundo se volvió de derecha o centro-centro derecha, tal como no podías pensar que todo el mundo se hizo de izquierda en el de entrada.
Hay gente muy de izquierda que votó rechazo. Y con ganas.
Mi única explicación a algo tan transversal y tan masivo es que tiene ser algo que una a todos, en todas las clases, regiones, religiones, edades, sexos…
Y lo único que se me ocurre es el enorme disgusto o repulsión que provocan en todos los segmentos los progres radicales. Esos pontificadores hoyudos arrogantes como Bassa, Loncon, o Atria, entre muchos otros en los medios masivos. O como decía el WSJ, la nueva élite urbana de izquierda.
No tiene sentido pensar que sea el texto. Nadie lo leyó. Como nadie leyó la constitución actual en plebiscito de entrada.
Simplemente el texto fue asociado a los progres que lo escribieron y avalaron en medios y política.
Si esto es así, cualquiera que adhiera a las tonterías progres radicales será masacrado en las próximas elecciones salvo en distritos urbanos acomodados.
Los que simplemente adhieran a izquierda o derecha sin el componente progre, tendrán la votación que tendrían siempre.
La izquierda extrema al asociarse en imagen con los progres radicales cavaron su tumba. Sirvió al propósito de dividir y alienar a la sociedad para llegar al poder.
Pero ahora la unió de vuelta en el disgusto y probablemente odio que le provocan los progres radicales. Una masacre electoral como la del 4S no se explica sin una emoción primal. Y esa debe ser rabia, odio o deseos de revancha.
Solo podemos especular. En las próximas elecciones veremos realmente que diablos es lo que pasó. Si los progres continúan con sus huevadas en campaña, y son de nuevo masacrados, ya sabremos que el ciclo progre radical terminó.
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Fue un tema de Forma y Fondo.
ResponderEliminarLa Forma lo dió el comportamiento de los Convencionales, desde sus atuendos, palabras, frases estúpidas hasta las maneras dignas de Barras Bravas (esto dió el Voto de Rechazó emocional).
Y el Fondo lo dió el Contenido , extremista desde todos los ángulos (eso dió el Rechazo intelectual).
Lo mismo pasó en el Apruebo. Hubo Apruebo emocional, enfocado el "Los Derechos sociales" ... Hasta el Apruebo intelectual del mundo Progre e izquierda radical.
Lo único positivo de esto, es que los Progres seguirán equivocados en el Diagnóstico, por lo tanto, la seguirán Cagando si o si estos 3.5 años que les quedan de existencia .. xD
I agree with you!
EliminarA la izquierda no le gustó el voto obligatorio ajajaja.
ResponderEliminarCon voto voluntario, la izquierda siempre ganará, ya que tiene una base aprox de 5 millones que van a votar a favor cualquier basura..
Con voto obligatorio todo es más difícil, pero todo lo propuesto tiene que ser más centro
Como dices Adyaner noto que la gente no está pescando mucho el tema de la constitución. Anda con sus preocupaciones que más les afectan actualmente.
ResponderEliminarEn cuanto a interpretar el resultado del 4S, es muy pretencioso pensar que se puede interpretar qué impulsó a buena parte votar por el rechazo. Obviamente hay algunos motivos que pueden ser reconocibles, pero no todo tiene que ser racional, sólo basta que le haga sentido a esa persona para que tome una determinada decisión.