—Creo que se abrió una reflexión frente a varios ámbitos del tema nacional que tienen que ver con el derecho a informar; cómo lo estamos haciendo, cómo las distintas instituciones del Estado tienen que cumplir su rol para tener una democracia sana, sobre todo en estos momentos donde corremos riesgos complejos con el crimen organizado. Entonces, más allá de la crispación que existe, siento que hoy hay una oportunidad para sentarse a conversar y sacar algo bueno de algo tan doloroso.
Paulina de Allende-Salazar, 52 años, premio Lenka Franulic, dos veces ganadora del Premio Periodismo de Excelencia e investigadora de casos como el del cura Karadima y otros de relevancia, está sentada en el living de su casa, tranquila, dice. Han pasado siete días desde que su vida dio un giro de 180 grados, tras el veto que le hizo el general de carabineros Álex Chaván, quien luego de la muerte del suboficial mayor Daniel Palma, se negó a comenzar una conferencia de prensa con ella presente. ¿La razón? En una transmisión en vivo trató al mártir de la institución de “paco”. Lo que vino después no se lo esperaba: el canal sacó un comunicado de prensa diciendo que sus palabras no los representaba y fue despedida.
—¿Ha sido doloroso?
—Lo primero que tengo que decir es que es doloroso por el minuto en que nace, que es la muerte del carabinero Daniel Palma. Luego es doloroso para mí porque jamás tuve la intención de generarle dolor a nadie.
La periodista toma aire y dice:
—De los 30 años que llevo de ejercicio, los 30 los he trabajado con Carabineros de Chile, entonces tengo un respeto enorme por la institución.
—¿Conocía al general Chaván?
—No, nunca me había tocado estar con él.
Paulina de Allende-Salazar cuenta que esa mañana le tocaba estar, como de costumbre, en el set del matinal “Mucho gusto”, de Mega. Dice que estaban todos muy acongojados por la muerte del carabinero Palma. Ella estaba relatando los hechos y apoyando con datos e información a los conductores. De pronto, por el sonopronter le dijeron que saliera a la calle para relatar lo que pasaba ahí. Eran cerca de las once de la mañana.
—La idea era que contara qué sucedía en distintos sectores del centro de Santiago en donde Carabineros estaba haciendo allanamientos y procesos investigativos.
Salió solo acompañada de una estudiante en práctica y un chofer porque —explica— todo se hizo sobre la marcha, no hubo preparación previa. Primero la mandaron a “una dirección donde estarían tomando a personas detenidas, cerca de la calle Sargento Aldea. Pero ya había terminado todo; entonces me dijeron que fuera a una comisaría que estaba en el centro. Todo esto sucedía en el minuto, porque no había sido planificado”.
En el camino, dice, le pidieron que comenzara a relatar en vivo, incluso en el trayecto hacia la comisaría.
—Yo no conocía mayores detalles aún de la comisaría, iba a reportear ahí porque no tenía a nadie que me entregara información. Así, fui contando que había hartos procedimientos de Carabineros, que había harto taco porque estaban trabajando en distintas partes, pues estábamos a cuadras de donde había sido el disparo del carabinero Daniel Palma; era la zona donde había ocurrido todo. Estaba narrando la atmósfera. Y es ahí que cometo el error.
Paulina de Allende-Salazar se demoró pocos segundos en rectificar.
—Me corregí en la misma frase y seguí. Por el sono, en algún minuto del camino, me dicen del canal algo así como “Paulina, cometiste un error, te equivocaste, no lo vuelvas a hacer” y yo, “obvio, nadie quiere equivocarse”. Y me dijeron que tenía que seguir narrando mientras avanzaba a la comisaría.
Luego, cuenta, le informaron que se haría una conferencia de prensa, pero que no se preocupara, que esa cobertura la haría un equipo de Mega.
—Lo que yo tenía que hacer era seguir contando la atmósfera, que es lo que venía haciendo. “Perfecto”, respondí.
En el lugar, a unos tres, cinco metros, estaban los periodistas esperando la conferencia de prensa. En el intertanto ella seguía despachando para el canal. Finalmente, le avisaron que terminara su transmisión y que se devolviera.
—Yo dije “igual, qué raro”, pero OK. Terminé de despachar y saludé a algunos periodistas conocidos, que como llegué despachando no había saludado, también a un grupo de señoras que estaban con los globos. Ya estaba por irme cuando escuché mi nombre.
“Si es que aquí se encuentra presente la periodista Paulina de Allende-Salazar que fue capaz de tratar a uno de nuestros mártires como ‘paco', esa periodista no puede estar acá. No vamos a dar ninguna declaración mientras esa periodista esté acá”, dijo el general Álex Chaván.
—¿Qué pensó ahí?
—Desconcierto diría yo, como “qué es esto”. Ahí se acercaron todos los periodistas hacia mí. Fue todo muy rápido.
—¿Entendió que la estaban vetando de la conferencia de prensa?
—No, lo único que puedo decir con certeza que escuchéfue mi nombre. Pero también entendí que no era por algo positivo. Ahí se me vinieron todos los periodistas encima.
En ese momento, cuenta, por el sonoprónter le dijeron que saliera del lugar.
—En un segundo, decidí, o me salió instintivo, responder. La razón es que si yo siempre interpelo como periodista para que me respondan, tenía que ser consecuente y responder.
Tras eso se dirigió al canal y, cuando estaba por llegar, el chofer del auto le mostró su celular con la transmisión en vivo donde los conductores leían un comunicado de prensa:
“Megamedia lamenta profunda y sinceramente los términos en los que la periodista Paulina de Allende-Salazar se refirió al carabinero Daniel Palma Yáñez, tercer mártir de la institución en menos de un mes, en el marco de un despacho periodístico durante el programa ‘Mucho gusto'. Dichos conceptos no representan en absoluto la línea editorial de Megamedia y el respeto y admiración profesional que se tiene por Carabineros de Chile”, dijeron.
—Me llamó mucho la atención que hicieran un comunicado y lo leyeran al aire antes de oír mi versión, si yo ni siquiera había llegado al canal; además, a través de un medio de comunicación tan importante como es Mega, que es muy relevante, muy masivo.
—¿Se sintió traicionada?
—Más que traición o no traición, yo diría que hasta el día de hoy no comprendo la lógica de ese comunicado.
—-¿No entiende por qué lo hicieron?
—O sea, cómo vas a publicar un comunicado de prensa sin oírme y en el que solo se menciona mi error. Está bien, tienen todo el derecho del mundo a hacerlo porque claramente cometí un error y pedí disculpas altiro, pero que no pusieran una palabra sobre la relevancia del derecho a informar, por ejemplo. Haber sopesado más las cosas porque es un medio de comunicación que tiene que informar, que tiene un rol periodístico —aunque sea un matinal—, tiene que pedir la segunda versión. Tiene que, aunque se haya cometido un error, sabiendo que es un momento difícil, también decir que el derecho a informar es un derecho importante en cualquier ámbito (…). A mi juicio, los medios de comunicación entregan datos todo el día a las personas, y por eso tienen una responsabilidad con la construcción de nuestro país. Además, desde hace un tiempo a esta parte, los matinales no solo son entretención, también se definen como información, y son conducidos por periodistas.
—¿Cómo calificaría, entonces, la decisión?
—Creo que fue una decisión no lo suficientemente reflexionada. Está bien que hayan puesto el punto en un error cometido por mí, pero que no pensaran en la relevancia de lo que estamos viviendo, no lo sé, tal vez no lo vieron, tal vez no está internalizado (…). No solo porque hay un país que está sufriendo por la muerte de un carabinero, no solo porque hay una autoridad que considera que puede decir quién habla y quién no, sino porque hay un nivel de violencia y de crimen organizado que lo que te exige es tener medios de comunicación más responsable, más presente, más valiente, no una que se puede vetar. Entonces no haber visto eso…, de verdad no entiendo desde qué principio se escribió ese comunicado.
—¿Puede ser que el canal considerara que dichos como el suyo solo profundizan la crispación y querían dar una señal en ese sentido?
—Una cosa es que una persona emita, trate, desarrolle, conceptos respecto de un carabinero o de la institución, y otra cosa es que una persona diga una palabra, reconozca el error altiro y pida disculpas.
Al llegar al canal, cuenta que fue al set y ahí vio pasar a los tres gerentes que entregaron la carta al programa. Los saludó y le dijeron que se reunieran más tarde, cosa que sucedió a eso de las tres.
—Fue una reunión con los más altos ejecutivos del canal y ahí me preguntaron qué había pasado. Yo narré lo que acabo de contar. Al terminar me dijeron que estaba despedida.
La periodista hace un largo silencio.
—Fue un despido en el mismo tono que el comunicado. Pudimos haber hablado de mi error, de cómo contribuir a este país que está tan crispado, de la importancia de que informemos bien, y podría haberse terminado esa conversación con mi despido. Pero nada de eso se habló. Así es que firmé mi carta de notificación y me fui.
—¿Cómo evalúa su despido?
—Mi despido fue apresurado e irreflexivo (…). Una empresa privada puede hacer lo que quiera. Son libres de decidir. Pero más allá de eso me parece una mala señal para el ejercicio de la democracia; una mala señal para el periodismo, para la imagen de un medio de comunicación que su gente sienta que si cometen un error, porque esa es la causal que ellos han esgrimido, los van a despedir. También se puede ver como una suerte de amedrentamiento, quizás lo pueden ver así los que se están iniciando. Puede ser una cortada, una podada de alas. Y yo creo que, insisto, hoy día el ejercicio valiente, ordenado, responsable, es más importante que nunca con un crimen organizado como el que tenemos. Esto es pan para hoy día y hambre para mañana.
—Todo lo que sucedió da para que la gente piense que la despidieron porque el general Chaván la vetó en una conferencia de prensa.
—A mí no me cabe duda de que el general Chaván en ese minuto estaba con un nivel de dolor probablemente indescriptible. Pero el general no supo distinguir un error y una disculpa. No supo leer la responsabilidad… porque los carabineros también tienen responsabilidad de hacer que se cumpla la ley, pero el derecho a informar es un derecho fundamental.
—El general Chaván ya había tenido antes una situación parecida, en 2017, con un periodista al que también expulsó de una conferencia de prensa. El caso fue llevado a la Corte Suprema y el periodista lo ganó.
—Yo no creo que haya sido algo fríamente planificado. Si lo fue, bueno, ahí hay un error mayúsculo, porque insisto: en un país donde el crimen organizado avanza y la corrupción existe, que las instituciones consideren normal o que no sepan que no se debe vetar a la prensa, es una gravedad mayúscula (…). Lo que debería haberle dicho (el general) a mí, o a cualquier otro periodista, es “esas palabras no se usan” y el periodista le podría haber contestado “sí, perdón, señor”. Pero jamás vetar a la prensa.
—En notas de prensa se comenta que su despido se debió más bien a que desobedeció a su jefatura, que le pidió que no fuera a la conferencia de prensa.
—Eso es falso. Lo que pasó es lo que acabo de narrar, momento a momento. Ahí está la historia.
—El Consejo Nacional de Televisión recibió más de dos mil denuncias por lo que usted dijo en pantalla. ¿No cree que el canal frente a eso pensó que tenía que responder?
—El CNTV aún no dirime su posición frente a esas denuncias, si se acogen o no se acogen, si son relevantes o no (…). No somos nosotros, ni es un canal de TV el que debe emitir un juicio.
—En RR.SS. hay gente que la tildó de zurda, de comunista, ¿cree que eso influyó?
—La gente puede hacerse la imagen de una persona con los elementos que tiene, pero ellos no son responsables como los medios de comunicación, como las otras instituciones del Estado, de respetar a la prensa.
—Hay personas que piensan que está bien echada, ¿qué cree que los ha llevado a sentirse así respecto de los periodistas?
—Eso es parte de lo que hablamos. Viene de una ola similar. Se ha generado por una parte de la ciudadanía un desprestigio de la prensa, como de muchas otras instituciones. Y hemos visto que cuando se desprestigian instituciones que nos resguardan, como Carabineros o la prensa, se trivializa el rol de ellos.
Paulina de Allende-Salazar cuenta que tuvo que cambiar su teléfono tras el episodio con el general Chaván.
—Ese día recibí muchos mensajes por WhatsApp: sacerdotes, carabineros, alcaldes, diputados, gente que uno conoce en público, pero impresionante. Y, luego, ya más tarde, me empezaron a llegar mensajes de gente que no conozco que me decía: “Su teléfono está siendo publicado en estas páginas”. Se publicó mi teléfono. Tiempo después intenté abrir mi WhatsApp y me salía que no podía acceder a él. Hasta el día de hoy no tengo acceso.
—¿Se ha sentido sola en lo que le ha pasado?
—Me siento muy acompañada. Periodistas de todo tipo, personas de todos los sectores y colores me han acogido. Sabemos que hay personas que no lo han hecho, pero muchos sí.
—A muchos les llamó la atención que no se hayan retirado de la conferencia todos los periodistas. ¿Cuál es su opinión de eso?
—Es ahí donde tenemos que abrir un espacio de conversación. Tenemos que reflexionar respecto de la formación que les estamos dando a las nuevas generaciones de periodistas y sobre la importancia del periodismo hoy día. En este país, con este nivel de crispación, no es baladí que los periodistas tengan miedo de informar o de equivocarse. Lo importante es corregirse. Y lo grave es censurarlos, para todos nosotros.
—¿Piensa que se está tomando con liviandad el periodismo hoy?
—En países donde el trabajo de la prensa y el derecho a informar e informarse se trivializa, los bots que financian grupos de interés, los que nutren, torpedean, crispan, vulgarizan gran parte de la discusión. Ellos son finalmente los que manejan los hilos de los países que quisieron vivir en paz, pero no cuidaron sus instituciones, incluida la prensa.
—Cree que con este despido Mega afectó su imagen o, como se dice de manera coloquial, que le rayó la pintura.
—¿Es una rayada de pintura u otra franja más al tigre?
Apresurado, tal vez. No irreflexivo. Menos ideológico. Los periodistas son todos de izquierda. O tal vez el 99%. Ciertamente no fue eso.
Para mi fue una decisión de negocios obvia. No hay ideología en ella. Si fuese algo ideológico la habrían sacado hace mucho rato dada su obvia inclinación política hacia la extrema izquierda y el octubrismo.
Todos entienden que es una mala imagen estar asociado con el octubrismo ahora. Y aquellos que lo están, deben obviamente ser lo más absolutamente objetivos que ahora puedan ser si quieran mantener sus empleos. Además, no se está vetando a un medio, se está vetando a un periodista irrespetuoso. Sería un veto si no dejaran entrar a La Red o a CHV completo, que fueron, y son los más zurdos y octubristas anti carabineros de los medios masivos. No es el caso.
Creo que es un mensaje claro a los octubristas.
STAND DOWN…
AND COMPLY…
El péndulo giró completamente. El que no se adapte, o se quite del camino, va a sufrir obviamente.
La libertad de expresión existió antes en el octubrismo, y sigue existiendo ahora. Las consecuencias de ejercerla en los ambientes del momento tampoco han desaparecido.
Defender tu postura anti octubrismo y pro carabineros en el ambiente octubrista te iba a traer MUCHOS problemas y disputas.
Ahora viene lo opuesto. Es lo que es.
DARWIN IS HERE…
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A ella ese comentario le salió de la guata, el inconsciente la traicionó, pero su pega como comunicadora es cuidar los dichos que emite ante el medio que le paga, ella no es columnista de opinión. Concuerdo con que su despido no fue ideológico, sólo fue por negocio, y cómo afectas mi negocio.
ResponderEliminarEn cuanto a que carabineros le pidiera que se retirar, ahí sí creo que mucho, porque no están libres de pecado para tirar la primera piedra, y se hubiera visto inclusive más magnánimo el no reparar en aquello.
No veo porqué tendrían que ser magnánimos o que ganancia tendrían con ello con alguien que los basureó inmisericordemente, y peor aún lo iba a seguir haciendo.
EliminarMe dio risa ver a JC y la Monse.. el dia de hoy defendiendo las iglesias.. sobre el caso del profesor que saltaba toniquetes que fue sorprendido rayando.. jajaja y pidiendo sanciones jajaja Antes era legitima protesta jjaaja octubrismo Dead
ResponderEliminarjajajajaja la dura, no recuerdo esos delirantes días, solo recuerdo que habían saqueos y más saqueos, horroroso...
EliminarEsta wea es epica.. JC y la Monse XD
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=6vI2SP52aC0
si te mandas un condoro grande en cualquier pega te dan PLR. No veo porque deberia ser diferente por ser periodista.
ResponderEliminarnn
Mega aprovecho el condoro para despedirla. Y la hizo de oro porque se viene el caso sierra Bella
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