“Yo creo que el próximo gobierno será del PDG sí o sí, independiente de que sea con mi nombre en la papeleta u otro”

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@ElMercurio

Luego de asistir el jueves al Encuentro Nacional de la Empresa (Enade), el excandidato presidencial del Partido de la Gente (PDG), Franco Parisi, escogió el barrio Italia, en Providencia, para abordar con “El Mercurio” lo que ha sido esta nueva estancia en Chile —la que durará hasta hoy—, para apoyar a los candidatos que buscan un escaño en el Consejo Constitucional.

Dejando de lado el acento del inglés norteamericano —en enero fue comentado en redes sociales su pronunciación del apellido del alcalde Rodolfo Carter, en el programa “Mesa Central” de Canal 13— y sin tocar el pedazo de carne con huevo frito y papas fritas que le pidieron los dos asesores que lo acompañaban, Parisi apuesta a que el PDG llegará a La Moneda en 2026, ya sea con él liderando, o con otra figura de la misma cantera.

—¿No está dentro de los planes establecerse en Chile, al menos en el corto plazo?

—Yo no lo veo.

—¿Aunque haya intenciones de postular a la presidencial?

—Es que yo tengo la maldita costumbre de comer todos los días; por lo tanto, tengo que generar ingresos. Nosotros no dependemos de ningún grupo económico, ni de estructuras que nos financien.

—Pero en caso de que sea candidato de nuevo, ¿vivirá en el país, o no descarta realizar campaña vía telemática?

—Yo creo que el próximo gobierno será del PDG sí o sí, independiente de que sea con mi nombre en la papeleta u otro. Sin embargo, nosotros estamos trabajando de meta en meta, y ahora el objetivo es la elección del 7 de mayo; después tenemos la meta de gobernadores, alcaldes y concejales y, finalmente, la presidencial. Los tiempos políticos son largos.

—¿No le quita seriedad al proceso que un candidato a la Presidencia no esté en Chile? En el Congreso se especuló con proyectos de ley para regular aquello.

—No le veo ningún problema, aunque claramente es mejor estar que no estar. Pero aquí se ve lo desquiciada que es la política, que trata de coartar las libertades en función de intereses políticos. Hacer un articulado constitucional contra Parisi demuestra eso.

—En la bancada del PDG plantean que no es el escenario ideal tenerlo cada cierto tiempo en el país…

—Me gustaría, pero tengo obligaciones profesionales afuera. También está mi hijo en el colegio, mi señora está allá instalada. Ahora, estoy periódicamente en contacto con todo el mundo, y también recibo muchas visitas de chilenos en casa.

—¿La del alcalde Carter fue la última?

—Ha habido otras conversaciones de toda índole, también con dirigentes políticos. Pero no puedo decir quiénes son, esa es la gracia. Aprendí que en política hay que ser muy reservado.

“Mi imagen ha mejorado significativamente”

—Los dirigentes de su partido aspiraban a tener consejeros. Usted pronosticó entre cuatro y ocho. ¿A qué se debe este aumento de expectativas?

—Sondeos internos, pero tenemos un problema al cual hay que ponerle coto: el financiamiento a las campañas. Estamos compitiendo con cero, versus algunos candidatos que tienen 400, 700, 800 millones de pesos; eso no es justo. Deberíamos obtener un millón y medio de votos y, dependiendo de dónde los saquemos, serán los escaños. En la R. Metropolitana deberíamos tener menos votos, pero más en regiones. Creemos que en aquellos lugares donde se eligen cinco, tendremos uno sí o sí, a excepción de Valparaíso, que no tenemos candidatos.

—¿En qué regiones podrían obtener buenos resultados, considerando que su fuerte es el norte?

—La Araucanía, El Maule, estamos apostando a esos sectores. Estuve en Arica, queremos retomar esa zona, por supuesto Antofagasta, Coquimbo y Caldera. Creemos que no nos irá muy bien en Magallanes, zona copada por el FA, erróneamente a mi juicio.

—¿Piensa que la ciudadanía privilegiará a los partidos que no estaban por este nuevo proceso?

—Sí. Republicanos crecerá mucho, además que tiene un financiamiento increíble, ahí es donde yo me cuestiono la solidaridad que tanto pregonan algunos políticos. No estoy diciendo que repartan su plata con otro partido, pero sí que la mitad se la entreguen a una fundación de beneficencia.

—¿A qué se refería al decir que no quiere “una Constitución para Maduro o Morales” o “para la ONU”?

—La agenda 2030. Yo soy muy estudioso de la historia, pero de la historia de verdad, no como el Presidente Boric. La constituyente anterior, que fue un desastre, pagó millones de pesos a la ONU para que la asesorara. Ellos quieren más inmigrantes, un gobierno globalista, sin identidad. Nosotros, al contrario, queremos una Constitución para los chilenos.

—¿Están en contra de que organismos internacionales asesoren en el proceso?

—Así es, no tiene por qué asesorarnos. Si el nuevo consejo tiene apoyo de la ONU, nos opondremos fervientemente.

—Si fuese Presidente, ¿restringiría las relaciones con ese tipo de organismos?

—Haría lo mismo que hacen los grandes países: les diría “sí, de todas maneras”, pero no los pescaría. Eso hizo Estados Unidos con Trump: empezaron a tener problemas, y el Presidente dijo “no les mandaré la plata”.

—El hecho de que su figura esté ligada a una deuda de pensión alimenticia, ¿no perjudica a sus candidatos?

—Le haría la misma pregunta a la señora Bachelet, quien está con el mismo problema. La diferencia es que yo lo solucioné. Si tú me dices que la señora Bachelet le generará una energía negativa a los candidatos de su sector, yo te diría que no. Espero que pueda solucionar sus temas, porque quienes más mal lo pasan son los niños.

—¿Cree que los votantes pasan por alto su situación?

—Es que se solucionó, lo importante es eso, arreglar los problemas. Tenemos candidatos importantes como Lilibeth Huerta en Coquimbo, casada con un mayor de Carabineros; a Jorge Rojas, ex-PDI, 17 años de experiencia. Hay que poner el foco en esos candidatos y no en que yo soy bueno o malo en algo.

—Pero tomó un largo tiempo en solucionarse...

—Pero lo importante es que se hizo. Al margen de este tema, hay que cambiar varias cosas: discusiones a través de la prensa les hacen mal a las víctimas porque se les revictimiza, lo que tiene que cambiar en Chile.

—¿Su imagen se ha debilitado en el tiempo?

—Mi imagen ha mejorado significativamente. Los grupos económicos y los medios de comunicación se dieron cuenta de que haber apoyado a Boric fue un tremendo error. Chile estuvo a punto del colapso, afortunadamente se reaccionó de buena forma en el Rechazo, ya que si hubiera ganado el Apruebo, tú no estarías trabajando en “El Mercurio”, estaría intervenido.

—¿Por qué?

—Con la ley de prensa, es lo que decían por todos lados, lo decía Jadue. ¿Crees que él no lo iba a implementar? La gente se dio cuenta del tremendo error que cometió en la elección presidencial pasada.

—Los guiños al alcalde Carter, a la diputada Jiles, ¿no responden a un debilitamiento de su imagen a raíz de los hechos que se han conocido?

—Es que eso es lo curioso: antes se me decía que yo era un llanero solitario, ahora soy miembro de un partido con 50 mil adherentes; soy capaz de hablar con Pamela Jiles, con Carter, con varios más, ¿y se dice que se debilita mi imagen? Eso es injusto. Si tú vieras a quién yo puedo llamar y hablar sin ningún problema de contingencia, te asombrarías.

—¿Cómo se concretó la aparición de la diputada Jiles en la franja del PDG? El 2017 ella señaló que no se relacionaba “de ninguna forma con acusados de abuso sexual”.

—Yo tampoco me relaciono con nadie ligado a abuso sexual.

—Pero a usted se le involucraba en eso. Pero con Jiles, ¿cómo se hizo el contacto?

—Porque estamos de acuerdo en varias ideas, por ejemplo, las de la libertad. Cuando te dicen “esa plata es tuya, pero no la puedes tocar”, yo pregono el mensaje de la libertad. Ella estuvo con el Rechazo, increíble. Entonces, en política lo que uno tiene que buscar es congruencias de ideas que vayan para la clase media y clase media emergente. Buscar enemigos por buscarlos, no.

—¿Y cuál es la congruencia entre Carter y Jiles?

—Ambos son fervientes creyentes de las libertades, y la gracia del líder es poder hacer jugar a buenos jugadores el mejor partido, no jugar con sus amigos, como lo hacía el Presidente Piñera, que solo se juntaba con sus amigos, o Boric, que contrata a sus amigos.

—En una entrevista Carter señaló que su domicilio político es Chile Vamos. ¿Usted espera poder cambiar eso y que entre a militar al PDG?

—Yo soy profesor, y hay alumnos que tienen que cometer errores u omisiones para darse cuenta. Creo que Chile Vamos es una alianza que va en caída, lamentablemente, y que nunca ha cuidado a sus potenciales cracks.

“Dar canastas de alimentos, bonos, eso es el real populismo”

—El investigador del CEP Aldo Mascareño señaló que el PDG no tiene una ideología clara. ¿Cómo responde a ese análisis?

—Leí esa entrevista. Le digo que hable con Amarillos, que todavía no puede convertirse en partido, o con Comunes, o con todos los que no lo han logrado. El PDG es el más grande, porque el PC está hecho en un período cuestionable y poco democrático. Cuando quiera, que me entreviste y conversamos. La élite todavía cree que cuando ellos hablan es verdad, y no se dan cuenta de que les estamos metiendo goles por todos lados.

—¿Qué opina cuando lo acusan de populista?

—Si tú me dices que tratar de conseguir 250 mil créditos hipotecarios en pesos a 30 años para casas de hasta 2.500 UF es populista, lo soy. Si me dices que crear una zona financiera bancaria franca en Arica, Tarapacá, Aysén y Magallanes es populista, lo soy. Dar canastas de alimentos, bonos, eso es el real populismo. Los votos se ganan con la gente. ¿Subir los impuestos? Es meterle la mano a la gente, yo quiero bajarlos.

—¿Ayuda a la economía un nuevo retiro?

—No va a ayudar ni va a perjudicar, si este problema es mucho mayor. Es como una aspirina para un problema serio, y acá lo tenemos. Están quebrando las empresas constructoras, el país no crecerá económicamente en Latinoamérica, ¿y me hablan que estamos bien?

—Si llegasen a ser gobierno, ¿con quiénes tendrían mayor afinidad para gobernar, con el P. Republicano?

—Estamos de acuerdo con las buenas ideas, vengan de donde vengan. Por ejemplo, con el caso de las 40 horas, lo apoyamos; con la reforma tributaria, totalmente en contra de subir impuestos, yo quiero menos impuestos, menos IVA a los remedios, a la canasta básica, más plata en el bolsillo para los chilenos.

—¿Continúa afirmando que el manejo del Gobierno es “merluciano”?

—Hay algo bueno: que hemos parado la mayoría de las tonteras. En Enade, el Presidente dijo “parece que no está tan mal la economía”, pero es gracias a nosotros, no a ellos. Ha mejorado, sigue estando mal, pero ha mejorado porque paramos la Constitución, la reforma tributaria, y estamos mejorando fuertemente la reforma de pensiones.

—¿Ve que hayan liderazgos irrumpiendo en la política del país?

—La derecha y la izquierda espantan a los nuevos líderes. Por ejemplo, Felipe Harboe (ind.) es un caballero, tiene mucho potencial, pero renunció al PDD. El mismo Rodolfo Carter renunció; a Laurence Golborne lo echaron. Esta élite de los partidos espanta a los nuevos liderazgos, pero yo en el PDG necesito más líderes, porque además así me pegan menos a mí. Yo no soy eterno y no quiero ser eterno.

—¿No ve renovación en la centroderecha?

—Para nada, no veo a nadie. A Carter, Harboe que es un buen liderazgo, y ahí.

—¿Y la alcaldesa Matthei (UDI), Germán Codina (RN)?

—A doña Evelyn la respeto, pero ella es parte de la élite de la derecha. Ha hecho una buena gestión y la respeto en todo caso, no tengo nada contra ella.

—¿La ve siendo Presidenta? Encabeza los sondeos de opinión pública hace un buen tiempo.

—Me cuesta creer, independiente del nombre de Matthei, que Chile Vamos sea el próximo conglomerado de gobierno.

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Mmmm…

Ven. Van a comenzar con la narrativa de Chile para los chilenos y anti globalismo o globalización.

Es la posición obvia.

Mi problema con el PDG es que es una melcocha ideológica. Tanto o más que la derecha progre. O los pérkins.

Casi todo en Chile ahora es una melcocha ideológica que se está ajustando a los tiempos post 4S todavía.

En tiempos normales, sin grandes cambios o crisis, eso puede resultar, y hasta prosperar. Como la DC o el PPD. Le puedes intentar dar en el gusto a todos, porque la enorme mayoría se mueve en el centro en esas etapas de estabilidad.

Ahora el péndulo va a velocidad WARP en el opuesto del octubrismo.

No puedes tener una posición acomodaticia en todo en esas condiciones porque pasas muy rápido al opuesto y si intentas ajustarte de octubrista de izquierda a conservador de derecha no se ve legítimo.

Como el caso de Pamela Jiles.

Pasar de guasón progre de izquierda a conservadora de derecha y defensora de las libertades individuales no es creíble.

En lo de los diagnósticos políticos. En serio no veo a nadie en el PDG, salvo Parisi, que pueda dar una pelea por la presidencia como para suponer que puedan ser gobierno. Carter sigue siendo de Chile Vamos y no es la mejor carta. Jiles no es competitiva en una carrera presidencial de ninguna manera contra Matthei.

Si parece claro HOY que el próximo gobierno será de derecha.

Pero la mano de póker se está ajustando y moviendo muy rápido.

Tendremos la mejor encuesta posible el 7 de Mayo para saberlo. Porque eso será una votación por apruebo rechazo primero y partidos de ambos bandos después, no por nombres que nadie conoce salvo Ravinet y Frei y un par más.

Las municipales creo que tienen una mecánica diferente. Ahí se vota por los nombres, no tanto por los partidos, excepción hecha del periodo de ahuevonamiento masivo octubrista, que ya pasó.

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