“Seminario pacto fiscal para senadores Chile Vamos”. Así parte una invitación que recibieron senadores de oposición a fines de la semana pasada para participar en un encuentro convocado por el Instituto Libertad, la Fundación Jaime Guzmán y Horizontal ad portas de que se cumpla el plazo para que el Gobierno informe los pasos que tomará respecto a su proyecto tributario.
La cita se desarrolló este lunes a las 19 horas en la sede de Libertad, en Providencia, cuyo presidente, el abogado tributarista Sebastián Guerrero, expuso junto a los exministros de Hacienda Felipe Larraín e Ignacio Briones.
¿Los convocados? Los senadores de RN Juan Castro, José García, Francisco Chahuán y Rodrigo Galilea; el independiente cercano a RN Kenneth Pugh; los UDI Juan Antonio Coloma y Gustavo Sanhueza; y el Evópoli Luciano Cruz-Coke.
Los centros de pensamiento abordaron algunas propuestas en la reunión, como reducir el impuesto corporativo, combatir la evasión y eliminar algunas exenciones.
En la cita, según presentes, los legisladores de oposición sinceraron sus posturas respecto al complejo escenario que enfrenta el pacto fiscal del gobierno.
Por una parte, se valoró que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, incorporara incentivos al crecimiento y a la inversión -que presentó la semana pasada en una reunión con gremios empresariales- , además de comprometerse a medidas para modernizar el Estado y aumentar la eficiencia en el gasto público.
Sin embargo, también se transmitió inquietud respecto a la falta de detalles de ambos puntos, así como cierta opacidad -dijeron los senadores- respecto a qué partidas de gasto se solventarían con la nueva recaudación, al margen del aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Si bien no se acordó una postura política, los presentes sí sinceraron que se requieren más detalles de parte del Ejecutivo. Y que si bien hay disposición a conversar, en este minuto la posibilidad de que se retome la discusión tributaria en marzo toma más fuerza.
“Hay que saber bien hacia dónde van a ir dirigidos los gastos y por qué se necesita el pacto fiscal. No sabemos mucho de los incentivos al crecimiento y la inversión, ni de las medidas de modernización del Estado. No está el ánimo para un acuerdo por el pacto fiscal, sería mejor discutir una agenda amplia en lo fiscal, en salud y pensiones”, explica el senador Cruz-Coke.
Por su parte, el senador Coloma asegura que en la instancia se analizó el estado de la economía, cómo ha evolucionado y los “ripios” que enfrenta el crecimiento y el empleo: “El país necesita una política reactivadora más que un alza de impuestos. Se ve difícil un acuerdo tributario hoy”, explica el presidente del Senado y de la comisión de Hacienda.
El senador García, asimismo, agrega que se analizaron diversos aspectos que debiera contener un pacto fiscal exitoso: “No hay un portazo (a negociar), pero sí mucha cautela frente a posiciones tan erráticas que ha tenido Hacienda sobre la materia”, sincera.
El senador Galilea va en la misma línea: “Nadie se cierra a conversar, pero esa conversación tiene que traer aparejadas reformas reales al Estado y mejoras de gestión en la fiscalización. Nadie se cerró a conversar sobre el pacto, pero concordamos en que el escenario es complejo”.
La visión de los técnicos
Guerrero presentó un documento enfocado en los aspectos tributarios de un potencial pacto fiscal, recalcando que hoy “necesitamos con urgencia volver a la senda del crecimiento y la inversión, para lo cual no puede haber pacto fiscal sin incentivos a la inversión”.
“La falta de crecimiento no puede suplirse con alza de impuestos. Por lo tanto, si el componente de inversión y crecimiento no está presente en un pacto fiscal, éste no será tal”, destacó. Así, planteó algunas medidas como convocar una comisión de exministros de Hacienda y exdirectores de Presupuestos para preparar un plan de ahorro fiscal que contemple la revisión de gastos y reformulación de programas “ineficientes”. Así como incentivos al crecimiento como una rebaja transitoria del impuesto corporativo a 23% por cuatro años para luego retornar a un 25%, y eliminar exenciones pero sin tocar las que benefician al ahorro, inversión y mercado de capitales.
El exministro Briones enfatizó propuestas como reducir el impuesto corporativo de 27% a 23% y así converger a la media de la OCDE; ampliar a 750.000 UF de ingresos la definición de Pymes (desde las 75 mil UF actual); una política de “tolerancia cero” a la evasión; eliminación de exenciones; y comprometer el ingreso al Congreso de un proyecto para reducir los plazos de trámites para proyectos de inversión, por citar algunas ideas tributarias y no tributarias.
Larraín enfocó su ponencia en los últimos desarrollos de la economía chilena, enfatizando que un pacto fiscal “no puede estar centrado en aumentar impuestos” o dejar de lado “materias cruciales” como aumentar el crecimiento económico y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
“Un pacto fiscal requiere un genuino esfuerzo de reasignación de gasto, medidas pro crecimiento más potentes, no insistir en la reforma tributaria ya rechazada, y generar una agenda de políticas coherente. Dificil, pero no imposible”, concluye.
Da lo mismo lo que opinen estos giles. En el próximo gobierno van a bajar los impuestos, y en el subsiguiente los van a subir. Los impuestos tienen una sola trayectoria. Al Alza. O en este los van a bajar un poco y lo van a mantener en el siguiente y el subsiguiente…al alza.
A menos que exista un pacto real entre izquierda y derecha y todos los actores políticos relevantes del país en el cual fijaran un marco que se cierra con candado y que zanje definitivamente los impuestos por los siglos de los siglos con una salida para impuestos por emergencias que se auto extingan después de dos años y si se quiere extender que vaya a referendo popular.
Como eso no va a pasar…
Esto, y todas las discusiones pendejas que sigan, valen champiñón.
La única forma real en la que los impuestos bajen ahora, y principalmente que se tenga un sistema de impuestos estables y sencillo, es que cambie la forma de gobierno a una en la cual dejen de usar el keynesianismo como fórmula económica de gobierno de endeudarse hasta el tuétano no matter what y que los representantes están impedidos de comprar votos contra promesas huevonas.
Eso pasó en el cambio de monarquía a república. No impuestos sin representación…
Va a pasar de nuevo, de república a…
Y con el lema de…
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