El viernes, recién levantado, lo primero que hizo el timonel de Convergencia Social (CS), Diego Ibáñez, fue revisar una por una las votaciones del día anterior en la Comisión Experta, que sesionó hasta cerca de las 00:00 horas.
Lo hizo en simultáneo con la consejera constitucional de su partido, María Pardo, para comentar por WhatsApp las implicancias de cada enmienda redactada, en una materia que preocupa al oficialismo: los derechos sociales.
“Me siento muy triste, muy decepcionado; creo que se denota una pulsión sobreideologizada de un sector que, hasta hace poco, los consideraba en una reflexión de aprendizaje histórico de los errores del proceso anterior, pero la derecha social está totalmente subordinada a la derecha autoritaria. Con este texto, cada vez va quedando menos esperanza”, reconoce el diputado, que hace no más de dos semanas se sumó “por convicción” a los diálogos entre presidentes de partidos políticos para salvar el proceso constitucional.
—El mismo pesimismo se ha visto entre los comisionados expertos del oficialismo esta última semana, ¿la encararon con intenciones genuinas de llegar a algún acuerdo?
—Hemos estado desde un inicio levantando todos los espacios de diálogo que sirvan para construir un texto transversal. Jamás nos hemos restado de algún lugar, para no darle excusas a nuestro adversario de que no estuvimos disponibles para un acuerdo sustantivo.
“Este texto da mayor incertidumbre al bolsillo familiar. Si yo fuese empresario, estaría muy preocupado porque siembra inestabilidad para la actividad macroeconómica. A mí me da la impresión de que hay una fractura con los actores empresariales, que se han dado cuenta de que lo que se está haciendo es un error y que este proceso ha sido una pulsión suicida de quienes tienen la mayoría en el Consejo”.
—El rol de los partidos no ha generar consensos, tampoco los consejeros o los expertos, ¿el Presidente Boric debiese hacer algo para salvar este proceso?
—El Gobierno se ha mantenido y se mantendrá al margen. Lo que podamos hacer los partidos es siempre propender a espacios de diálogo. He conversado con todos los presidentes de partidos de la derecha, incluso con Arturo Squella, a quien le presenté mis aprendizajes del proceso anterior. Creemos que la responsabilidad frente a la historia va a ser de quienes tienen la mayoría circunstancial.
—Pero Boric es la principal figura del oficialismo, ¿no debiera poner su capital político para un gran acuerdo?
—El Presidente se debe preocupar de la reforma a las pensiones, de la reforma tributaria, de la crisis de las isapres. Tiene bastantes problemas y nuestro partido también es responsable de haber continuado este proceso.
“Queremos terminar con la Constitución de Pinochet y llegar a un texto que refleje deseos transversales de cambio en Chile. Y eso está incorporado en la propuesta de los expertos, firmada por todos los partidos, transversalmente. ¿Por qué arriesgarse a destruir esa propuesta, para que un sector se dé gustitos ideológicos? Es una pregunta que quienes tienen mayoría deberán contestar”.
—¿Hay disposición real en el oficialismo? Las derechas acusan que no dieron señales efectivas en la Comisión Experta.
—Va a haber disposición hasta el último minuto para lograr un texto transversal.
—Pero sí hubo esta semana enmiendas de la derecha que recogieron sus observaciones y aun así se opusieron...
—Pero técnicamente no se dio ninguna solución y aquí no se trata de “líneas rojas más, líneas rojas menos”. Se trata de un diseño, de un paradigma constitucional que ellos impusieron y que no permitió que haya un diálogo para darle sostenibilidad a un pacto social que nos convenza a todos.
“Durante dos tercios del proceso vilipendiaron, cerraron espacios del diálogo y no escucharon a los sectores empresariales que advertían que este texto iba a generar mayores incertidumbres económicas”.
—Su sector planteó una revisión íntegra en todas las materias y cambios en cuestiones clave, ¿no es esa una señal de “obstruccionismo”, como alertaron desde Amarillos?
—En absoluto.
—¿Por qué, entonces, se han negado a firmar indicaciones con la derecha, incluso aquellas que trabajaron en conjunto?
—Aquí no ha habido ni un ápice de querer desahuciar este proyecto. Nuestros expertos han propuesto unidades de propósito que van en función del sentido de las bases de este proceso constitucional. Varios parlamentarios de Chile Vamos consideran que la soberbia y el fanatismo del P. Republicano terminaron por arrastrar a gran parte de su coalición. Creo que, en esa división que se mostró en ellos desde un inicio, hubo una posición ideológica que ganó, que es muy conservadora y que desechó cualquier atisbo de paradigma colectivo.
—O sea, no ve distinción entre Chile Vamos y el P. Republicano en el Consejo…
—Yo creo que siguen siendo dos derechas distintas. Esperaría que existiera el liderazgo y la valentía de Chile Vamos para desahuciar el fanatismo y la soberbia. Lamentablemente no está ocurriendo.
—Si eso no está ocurriendo, ¿vale la pena insistir en este proceso?
—Cada vez quedan menos etapas institucionales para poder llegar a acuerdos y eso me frustra, me decepciona. Cuando la lógica Milei se impone a la lógica dialogante, no hemos aprendido nada.
—¿Qué falta para que el oficialismo se sienta a gusto en estas negociaciones?
—Debiese haber una voluntad de acuerdo y que el texto final sea lo más parecido al anteproyecto de los expertos.
—¿Y no ve en ello una falta de respeto al Consejo, electo democráticamente?
—Los consejeros hicieron su trabajo, pero lo que nos ofreció una mayoría fue un retroceso. Esperamos que se pueda corregir.
—¿Ve más un programa de gobierno, una “kastitución”, como dicen en su sector?
—Yo diría que es una Constitución soberbia y fanática. Es evidente que José Antonio Kast ha controlado el proceso constitucional; se ha mostrado como un activo mandante de lo que hay que hacer y no, con impacto directo en los votos de los consejeros.
Caso Convenios: “Miguel Crispi ha cumplido”
—¿Cómo explica que la bancada del PC haya emitido una declaración en contra del “corazón” del veto que Boric presentó a la Ley de Usurpaciones?
—Dimos nuestro respaldo total y absoluto a la ministra Tohá. Estamos de acuerdo con el veto y sobre las razones de los partidos, deberán responderlas sus propios timoneles.
—El PC no asistió al “espaldarazo” oficialista que le brindaron a Tohá en La Moneda, ¿esperaría mayor respaldo de parte de ellos?
—Esperaría respaldo de todos los partidos con los ministros del Gobierno.
—El subjefe de la bancada PPD, Jaime Araya, catalogó la declaración del PC como un “quiebre evidente” con el Ejecutivo...
—Yo no veo quiebre ni fracturas. Veo diferentes formas de abordar el conflicto, pero esperamos siempre que toda la alianza de gobierno respalde a la ministra Tohá.
—¿El mismo respaldo espera para Miguel Crispi? La comisión investigadora aprobó pedir a Contraloría un proceso sancionatorio en su contra, con votos oficialistas.
—Están haciendo uso de sus facultades y está bien, para eso se les paga, es una valoración que hace cada parlamentario y eso lo respeto.
—Crispi se ha negado en dos ocasiones a declarar ante la comisión investigadora por el caso Convenios, ¿qué opinión tiene?
—Hay un aprovechamiento político de buena parte de la oposición, de la misma forma que lo hicieron con el exministro Jackson. Tenemos que enfocarnos en el problema, que es el mal uso de recursos públicos, y aquí hay diputados de oposición que se pierden en sembrar dudas sobre algunas figuras del Gobierno.
—El Ejecutivo se justifica con que los asesores presidenciales no están obligados a asistir, pero Crispi es citado en calidad de exsubdere, ¿no cree que su asistencia ayudaría a destrabar la situación en el Congreso?
—Crispi ya entregó todos los antecedentes a la comisión en su calidad de exsubdere y ha cumplido.
—La UDI condicionó aprobar la Ley de Presupuestos a raíz de esta situación, ¿no son muchos los costos que están pagando?
—El Gobierno no puede ceder a cada una de las amenazas de la oposición, si no el país estaría absolutamente estancado. Hoy es Crispi, ayer fue Jackson; antes, Ávila o la exministra Ríos, y la lista suma y sigue. No podemos condicionar la continuidad del trabajo del Estado, sobre todo con algo como la Ley de Presupuestos, a que a la derecha no le guste alguien.
“No se pueden empatar los dolores”
—¿Por qué el Presidente tardó en pronunciarse sobre Israel-Palestina?
—Cancillería se pronunció inmediatamente y no me corresponde hablar por el Presidente.
—Algunos catalogaron sus palabras como insuficientes, que igualaron Israel con Hamas, ¿habría esperado usted una condena más inequívoca?
—No se pueden empatar los dolores de ningún ser humano. Cuando hay por televisión una imagen que muestra gente baleada o bebés heridos, yo no me pregunto antes si es que son israelíes o si son palestinos, yo lo condeno con la misma fuerza. Es importante entender la historia de un conflicto que tiene al pueblo palestino siendo víctima de un genocidio desde la Nakba en 1948 y que, pese a existir más de 700 resoluciones de la ONU, ninguna se ha cumplido por responsabilidad de Israel. El Presidente ha sido sumamente claro en que la violación a los DD.HH. no se evalúa en función de la ideología.
—En esa línea, ¿debiese condenar en China las violaciones a los DD.HH.?
—Es una decisión que le corresponde al Presidente. Yo insisto en valorar su criterio. Lo ha hecho en todos los lugares donde ha ido y no me cabe duda de que él tomará las decisiones que considere acordes.
Hay que darles algo.
Son apologéticos en su cara de rajismo. Ese de seguro es un súper poder narciso.
Nadie espera que alguien sea tan cara de raja en estas proporciones y por ende plantea dudas en muchos.
Es como un gaslighting de las huevadas que hicieron antes sin ningún asco.
Tenemos un gran problema. Sacaron un 38%. Por eso creen que sus pendejadas marxistas tienen que tener cabida.
Mientras no exista una centro izquierda en regla, van a continuar pensando que sus cagadas de ideas en realidad representan al 38%.
No hay forma de que exista un acuerdo transversal cuando un sector promueve valores completamente opuestos a los occidentales, que son los marxistas progres de extrema izquierda.
Así de simple. No hay acuerdo posible. Es como pedirle a Israel y Palestina que se coloquen de acuerdo en una solución transversal.
Y me sigue sorprendiendo el como cabezas de chorlito como estos llegan, no solo acá, en todo el mundo, al tope del poder político.
Lo comentado desde hace rato.
Si tenemos un sistema que permite que estos giles buenos para nada tengan el máximo poder posible sobre nuestras vidas, entonces el sistema no sirve.
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me gusta cuando hablan los octubristas, hace que todo se vaya en contra de ellos.
ResponderEliminar"Si tenemos un sistema que permite que estos giles buenos para nada tengan el maximo poder posible sobre nuestras vidas, entonces el sistema no sirve."
ResponderEliminarTREMENDO!