Que la renta variable local, la renta fija y peso chileno suban al unísono no es algo que ocurra todos los días. Fue lo que ocurrió este lunes: el IPSA se elevó y cerró rozando los 5.300 puntos, el dólar cayó fuerte y perdió los $920 y las tasas del mercado de deuda nacional, que se mueven a la inversa del precio de los bonos, retrocedieron decididamente, en medio de una jornada de apetito por riesgo a nivel global.
"El IPSA subió impulsado principalmente por los mercados internacionales, sumado a que en Chile la propuesta de reforma previsional ha eliminado el riesgo de liquidación de las AFPs, e incluso el 10% de cotización obligatoria no se vería afectado", dice Guillermo Araya, gerente de estudios en Renta4.
Para Arturo Curtze, analista senior en Alfredo Cruz y Cía., la clave es que “el dólar se está debilitando afuera. Lo que está pegando es la expectativa respecto a las elecciones de medio mandato en EE.UU., porque en la alternativa en que ganen los republicanos, Biden no podrá seguir gastando de la forma en que lo está haciendo y tampoco podrá subir los impuestos”, señala. “Y, ante ese escenario, es muy probable que el dólar se siga debilitando.
El entorno global se está moviendo a favor de los activos de riesgo. Morgan Stanley aseguró que las divisas emergentes ya tocaron fondo, en el que ha sido su peor año desde la crisis financiera mundial.
Ahora el mercado nacional se prepara para un dato clave: el IPC de octubre. Los contratos que apuestan por la inflación descuentan un aumento de 0,86% para el dato que entregará el Instituto Nacional de Estadísticas este martes a las 8:00 AM.
Que entretenido es ver como los sanhattinos proyectan escenarios geopolíticos, macroeconómicos y financieros con un solo día de trading…
LOL…
Nada ha cambiado.
La inflación en el mundo está en máximos anuales y no ha cedido ni un milímetro. La FED proyecta en 4,75% la tasa de equilibrio AHORA, que significa mayores alzas. Los bonos europeos valen champiñón en ese escenario. Los japoneses también. El USD está en máximos, la actividad bajando y por ende la presión sobre las deudas es cada vez mayor.
Rusia sigue con las sanciones económicas y con la futura prohibición de exportar a Europa sin un cap de precios. Biden sigue queriendo sabotear la industria del petróleo de USA.
Tal vez la única cosa realmente relevante y que no lleva una inercia de un millón de toneladas es el resultado de las elecciones mañana.
Pero dudo realmente que cambien mucho las cosas. Los warmongers son de todos los colores políticos y pareciera tienen control de USA y la OTAN. Y los demócratas, al ver perdidos sus escaños, van a tratar de basurear inmisericordemente la economía para que hereden un infierno los republicanos y puedan después retomar el control.
En definitiva.
Tren de un millón de toneladas, a la misma velocidad, y misma dirección.
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