La Productividad Laboral (PL), medida como el PIB por hora trabajada, en ALC respecto del de otras regiones del mundo ha venido cayendo de manera sostenida ya por varias décadas (Figuras 1 y 2). Si en los 80, la productividad laboral en América Latina era el doble del promedio del resto del mundo, a inicios de esta década solo alcanzó a algo más del 90%, 25% de la de EE.UU. y 33% de aquella de Europa del Norte, Sur y Oeste. Chile, con un mejor destino, ha sido uno de los pocos países de la región que mostró una tendencia diferente, donde, entre 2010 y 2021, la producción por hora trabajada ha aumentado en 28%, lo que le ha permito mantener su productividad laboral relativa respecto de la del mundo con una leve tendencia a la baja, y mejorando en 36% respecto de la de ALC, 19% respecto de los países del Norte, Sur y Oeste de Europa, y 13% respecto de la de EE.UU., pero deteriorándose en 21% respecto de los países de la región de Asia Pacífico que han registrado importantes aumentos de productividad.
Paralelamente, el crecimiento económico en ALC ha estado principalmente determinado por cuánto capital y trabajo se incorporan al proceso productivo, acumulación de trabajo y capital, y no por mejoras en cómo se utilizan estos factores de producción, que es la Productividad Total de Factores (PTF).
Los cambios en la PTF se deben básicamente a tres causas: primero, ganancias de productividad dentro de las empresas, como puede ser el hacer más con menos, que responde a los esfuerzos por adoptar tecnologías, innovaciones, nuevos procesos y/o productos, y/o prácticas de gestión que mejoran la eficiencia organizacional; segundo, el efecto neto resultante de la irrupción en la economía de nuevas empresas más productivas y de la salida (cierre) de empresas menos productivas; y tercero, el efecto agregado de la reasignación de empleos y flujos netos de inversión desde industrias menos competitivas a industrias emergentes o en expansión más productivas y competitivas.
En la década del 2000 y del 2010, ALC exhibió una PTF negativa, restando valor a aquella parte del crecimiento económico que surge de la mera acumulación de capital y trabajo (Figura 3), recursos que por lo general muestran retornos decrecientes. Asimismo, en Chile, la PTF fue un aporte importante al crecimiento de la economía durante la primera mitad de la década de los 90 (Figura 4). No obstante, a partir de la segunda mitad de la década de los 2000, su aporte ha sido negativo. Contrastando con ALC y Chile, en los Mercados Emergentes y Economías en Desarrollo (MEED) y en EE.UU., la PTF ha hecho un aporte significativo al crecimiento de sus economías, donde, por ejemplo, en EE.UU. la PTF da cuenta de más de un tercio del crecimiento de la economía.
Algunas causas de la baja PL y PTF en ALC
La baja PL y PTF es un problema complejo con múltiples causas, incluidos factores estructurales como una exacerbada economía informal, informalidad de empresas y laboral, problemas de gobernanza y corrupción, infraestructura inadecuada para desarrollar los mercados, una fuerza laboral que presenta brechas importantes respecto de lo que son las competencias necesarias para desempeñarse exitosamente en la economía del siglo XXI, problemas en la calidad de la educación, acceso limitado al financiamiento, sistemas de gobernanza y tributarios, delincuencia y corrupción que no promueven la formalidad, inversión, innovación y emprendimiento, entre otros.
Informalidad
La informalidad es un círculo vicioso del cual no es fácil escapar si no se abordan los problemas subyacentes. La informalidad de las economías de la región es alta, donde la informalidad laboral alcanzó al 63,4% en 2021 (Banco Mundial), con una proporción cercana al 50% de micro, pequeñas y medianas empresas informales; y en Chile, la informalidad laboral llega a 27,4% de los ocupados, y el 52,2% de lo que se define como micro-emprendedores son informales.
Las empresas que operan en la informalidad enfrentan un acceso deficiente a recursos humanos calificados, infraestructura habilitadora, acceso a financiamiento y capacidades gerenciales y tecnológicas, limitando sus posibilidades de contribuir a un crecimiento de la PTF. De acuerdo con estimaciones del FMI, los países de ALC podrían lograr un crecimiento de la productividad total de los factores de 2 puntos porcentuales si aumentaran su tasa de formalidad del PIB, desde su nivel actual a aquel observado en los Mercados Emergentes y Economías en Desarrollo con mejor desempeño. No obstante, la informalidad es una consecuencia de Estados fallidos, de fallas institucionales, donde resulta costoso, o no están los incentivos, para ejercer actividades lícitas de manera legal; o porque existe una falta de oportunidades en la economía formal, como puede ocurrir en un escenario de desaceleración con bajo o nulo crecimiento económico, donde la informalidad surge como una opción de subsistencia para una parte importante de la población.
Incidencia de las materias primas
La dependencia de la región de las exportaciones de productos básicos, en particular los recursos naturales como el petróleo, el gas y los minerales, y alimentos de bajo valor agregado, sitúan a los países de ALC en niveles de bajo a medio en la complejidad en sus exportaciones. Lo que sumado a las estrategias fallidas de ALC que fomenten la innovación y el desarrollo de una economía basada en el conocimiento, han llevado a una falta de diversificación de las economías, limitando su capacidad para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado mundial e irrupción de las nuevas tecnologías. Ello, en una economía global en la que el dominio de la ciencia aplicada y conocimiento son cada vez más importantes para construir las ventajas comparativas del siglo XXI.
Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (CTIM -STEM-)
Otro desafío es la limitada disponibilidad de mano de obra calificada en muchos países latinoamericanos. Muchas empresas luchan por encontrar trabajadores con las habilidades y la educación que necesitan, particularmente en campos técnicos como la ingeniería y la tecnología. Hacer frente a este desafío requerirá inversiones en educación y formación profesional, así como alentar a los jóvenes a seguir carreras en campos técnicos.
Infraestructura
La infraestructura y la logística también plantean desafíos significativos para la competitividad empresarial en América Latina. Las redes de transporte deficientes, el acceso limitado a puertos y aeropuertos, y la infraestructura de telecomunicaciones inadecuada pueden limitar la capacidad de las empresas para transportar bienes de manera eficiente y acceder a los mercados. Abordar estos desafíos requiere promover inversiones en infraestructura y reformas regulatorias.
Acceso al mercado de capitales
Un desafío clave para las empresas en América Latina es el acceso limitado al financiamiento. Muchas pequeñas y medianas empresas (PYME) de la región no logran acceder al financiamiento que necesitan para crecer e innovar, lo que limita su capacidad para aumentar la productividad y seguir siendo competitivas. Abordar este desafío requiere un esfuerzo concertado de los gobiernos, las instituciones financieras y otras partes interesadas para aumentar el acceso al financiamiento y apoyar el desarrollo de las PYME.
Inestabilidad Política
Finalmente, la inestabilidad política y la corrupción crean desafíos significativos para las empresas en ALC, con un entorno empresarial inestable, que desalienta la inversión y limita el crecimiento económico y aumentos de productividad. Abordar estos desafíos requiere mejoras en la gobernanza, el estado de derecho y la transparencia, así como esfuerzos para reducir la corrupción, seguridad, y aumentar la estabilidad política.
En general, abordar los desafíos planteados por la baja productividad económica en América Latina requiere de un enfoque de múltiples partes que involucre a gobiernos, empresas, sociedad civil y organizaciones internacionales. Al trabajar juntos para abordar estos desafíos, puede ser posible desbloquear el gran potencial económico de la región y crear un entorno más atractivo para las empresas y próspero para los ciudadanos.
Interesante artículo…
Y las estadísticas sobre la productividad.
El país más productivo de la OCDE , y el con mejor estilo y calidad de vida, es básicamente el que igualmente más trabaja en cantidad de horas.
Take that progres de las 40 horas…
Como mejoramos la productividad en Chile si tenemos puras exportaciones de materias primas y alimentos…
Ahhhh?…
Riddle me that…
Haciendo muy sesenteras industrias con chimeneas de 200 metros y miles de operarios con overol entrando por un pórtico de reconocimiento facial simulando tecnología de avanzada pero finalmente siendo una armaduría tercermundista?…
Trayendo inversiones tecnológicas?
…
La única forma real de aumentar la productividad es que los productos y servicios internos que consumimos, que son los que mueven la mayor parte del PIB del país, sean más sofisticados.
En esencia, que aumentemos el poder de compra del consumidor interno de manera que lo que consume internamente tenga mayor valor agregado…
Apuesto a que no habían visto eso…
Apuesto a que lo que habían visto era más inversión en tecnología, desarrollo, sesenterías y demás pendejadas clichés…
Mi aporte a la discusión económica para de hecho subir el estándar de vida de la sociedad y no solo transformarnos en mano de obra barata para el mercantilismo del siglos XIX.
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Muy Interesante. Gracias por el aporte
ResponderEliminarHay que mejorar infinitamente la educación para dar un salto en productividad y eso está lejos de pasar.
ResponderEliminarBukele esta atrayendo full inversiones quitandole los impuestos a las innovaciones en tecnología y específicammente IA.
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