La riqueza es poder”, dice Thomas Hobbes en el Leviatán, “porque procura amigos y sirvientes”. Esta semana tuvimos un caso de libro: el proyecto de perdonazo a las isapres.
Hagamos un poco de historia. Un fallo de la Corte Suprema obliga a las aseguradoras a devolver más de un billón de pesos que cobraron indebidamente a sus afiliados. El gobierno propuso facilidades especiales para ese pago. Pidió a la Corte Suprema una prórroga de seis meses -que esta de inmediato concedió- mientras se tramita una ley ad hoc. Ella entrega seis meses más para que cada isapre presente un plan de devoluciones.
Imagine, estimada lectora, estimado lector, que usted es dueño de una pyme y recibe un fallo judicial semejante: debe devolver a sus clientes plata que les ha cobrado en exceso. Ni en la más florida de sus fantasías podría usted soñar con tales facilidades: varias prórrogas, una ley especial y la posibilidad de diseñar usted mismo un plan de pagos.
Pero, lejos de disculparse con sus clientes por los cobros indebidos, lejos de colaborar con la búsqueda de una solución, lejos de presentar un plan para devolver la plata, las isapres se hacen las ofendidas.
Califican el proyecto de ley como un “engaño” y anuncian que el sistema de isapres cerrará en septiembre, sin devolver un solo peso de lo esquilmado a sus clientes, y con el consecuente efecto dominó para tres millones de beneficiarios, centros médicos y clínicas.
Dicen que el proyecto de ley “arriesga el cierre de las isapres”. Nótese el absurdo. La culpa es de todos, menos de los únicos y contumaces responsables: ellos mismos.
¿Cómo se dan el lujo de actuar así? ¿Por qué se presentan como las víctimas cuando son los victimarios?
Lo supimos el lunes, en un giro francamente impúdico de los acontecimientos.
La Comisión de Constitución del Senado aprobó una reforma constitucional que en la práctica anula los efectos del fallo de la Suprema. Las isapres cobran multiplicando el precio base del plan por la tabla de factores. Como la tabla se ajusta a la baja, el proyecto permite ajustar el precio base al alza, retroactivamente.
Así, la baja anula al alza y, en un truco de mago, la deuda pasa a ser cero. La comisión más importante del augusto Senado de la República de Chile aprobó cambiar la Constitución para convertir un fallo judicial en papel mojado.
Al eludir los efectos de la sentencia, la justicia se vuelve un cascarón vacío, una mera pantomima. Hacemos como que cumplimos los fallos, pero en la práctica los anulamos si el afectado es demasiado poderoso.
El poder procura amigos y sirvientes.
El discurso es que no se legisla para favorecer a las isapres, sino a sus afiliados. Es cierto que en algunos casos el Estado debe actuar para evitar los efectos sociales de la caída abrupta de un sector de la economía. Pasó en algunos países con la pandemia, donde ciertas empresas fueron “rescatadas”.
Pero este caso es muy diferente. A las isapres no les ocurrió ninguna desgracia. No fueron golpeadas por una pandemia, una crisis o un meteorito. Simplemente, cosechan lo que sembraron.
Ya en 2010, el Tribunal Constitucional falló que la tabla de factores viola la Constitución. Y las isapres llevan más de una década ignorando más de dos millones de fallos judiciales que han decretado, una y otra vez, que las alzas de planes y la aplicación de tabla de factores son ilegales.
Armaron su modelo de negocios y amasaron 1,3 billones de pesos en ganancias, sobre la base de ignorar esos fallos, a la vez que usaban a sus “amigos y sirvientes” para boicotear cualquier solución en el Congreso (detalles en la columna “A ver si se nos ocurre algo”, de enero de 2023).
Y cuando el negocio dejó de ser fabuloso, comenzaron los chantajes. En julio del año pasado, la isapre Colmena amenazó con demandas a los afiliados que cometieran la osadía de reclamar sus derechos ante la justicia.
Ese mismo mes, la Asociación de Isapres anunció que, debido a los recursos judiciales, el cierre del sistema “puede producirse en solo meses”.
Esto, recordemos, fue en julio de 2022. Antes de los fallos de la Suprema que ordenan la devolución.
Mientras, las aseguradoras han dejado de cumplir sus compromisos, acumulando más deuda, no solo con sus clientes, sino también con los centros de salud. Las clínicas denuncian que las isapres les deben 500 mil millones de pesos en prestaciones ya realizadas, y no pagadas.
¿Qué se quiere salvar, entonces?
Digamos que nuestro Congreso aprueba este vergonzoso perdonazo, haciendo desaparecer los efectos del fallo de la Suprema. ¿Queda resuelto el problema? No. Las propias isapres ya decían, antes de ese fallo, que su cierre era inminente.
¿Qué viene después, entonces? ¿Otra reforma constitucional para borrar su deuda con las clínicas? ¿Otra más para prohibir que la gente pueda recurrir a la justicia contra sus ilegalidades? ¿O mejor nos ahorramos los intermediarios y les pedimos a las isapres que tengan la gentileza de redactar ellas mismas la nueva Constitución?
Una industria que sólo se sostiene si se le permite ignorar fallos judiciales, abusar de sus clientes e incumplir con sus proveedores no es una industria viable. Ninguna persona que realmente crea en el libre mercado debería defender que el Estado la salve y sostenga artificialmente.
El padre del liberalismo económico, Adam Smith, comparaba los intereses económicos con “un Ejército demasiado grande”, que se vuelve “formidable para el gobierno y en muchas ocasiones puede intimidar a los legisladores”.
Nuestros legisladores no deben dejarse intimidar ni cooptar. Su responsabilidad no es salvar los intereses de quienes no son capaces de sobrevivir cumpliendo la ley, sino buscar fórmulas que protejan a los tres millones de afiliados, abriendo la cancha para los privados que sí estén dispuestos a cumplir las reglas.
Es de ellos -de los pacientes del sistema de salud, y no de sus dueños- de quienes nuestros políticos deben ser amigos y sirvientes.
Se han salvado de muchas potenciales catástrofes los narcisos progres a pesar de sus enormes cagadazos en todos los niveles en que han participado, y con ello nos hemos salvado de muchas nosotros a pesar de haber elegido a los cabezas huecas que tenemos al mando ahora, y antes con los convencionales y ni hablar de la cámara de diputados que es una feria persa minorista ultra flaite. Peor aún del “periodismo” partisano que ha sido una real vergüenza los últimos años y merecen la masacre que están teniendo en todos lados, y que van a seguir teniendo…
La única consecuencia que han sufrido los narcisos es la derrota electoral masiva pero no decisiva hasta las presidenciales, aún, y por supuesto que ellos piensan es momentánea. Y los periodistas, alguna que otra pérdida de empleo, pero nada sistémico o tectónico.
Por otro lados nosotros, el ganado…
Hemos sufrido las consecuencias de una desmejora en nuestra calidad de vida, pero ni remotamente proporcional al ahuevonamiento supremo de elegir a los pasteles que hemos elegido por los últimos 10 años, o dejar que ninis sin ningún criterio decidan con su voto que otros ninis que nunca han hecho nada más que estar en política y sin ningún criterio, nos gobiernen.
Ya es hora de que paguemos el costo de nuestro ahuevonamiento civil o de responsabilidad ciudadana en la proporción correcta, y probablemente con tejo pasado.
Creo que esta es la oportunidad perfecta para una lección sobre educación cívica y la responsabilidad de no elegir a cabezas de chorlito ni weirdos progres varios para guiar un país de 20 millones de almas.
No tengo mucho más que agregar al respecto. Hemos comentado bastante en el blog y en el LIVE las potenciales consecuencias de una quiebra de las ISAPRES…
Vamos a pagar, por nuestra falta de visión.
Pero no va a ser terminalmente catastrófico, como lo sería un 100% de retiro de las AFP´s…
So…
LET´S DO IT…¡¡¡
Ya es hora de pagar las cuentas pendientes…
Tal vez, literalmente…
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La riqueza no es poder, se equivoca Matamala y Hobbes, el poder es poder y es lo que te trae riquezas.
ResponderEliminarSi solo tienes dinero sin poder te rodearan los chacales y buitres listos a sacar pedazos.
Un ejemplo seria JK Rowling, tiene muuuucho dinero, pero por una simple frase la cancelaron y ya no aparece en publico ni para las celebraciones de su creacion.
Las isapres tienen poder por sus contactos politicos, si se salvan es porque tienen mas poder que aquellos que los quieren destruir.
Si entiendo bien a Matamala, las isapres deberían haber bajado la cortina al enterarse del fallo de la Corte Suprema, como cualquier pyme que recibe un fallo asesino. Me quedo sin entender porque la tabla de factores es discriminatoria y por ende, anticonstitucional, si es un contrato entre privados y que las reglas del juego están claras. ¿Sería correcto ahora alegar por las tarifas diferenciadas por horario en el transporte público y las autopistas concesionadas ya que se aprovechan de mi derecho constitucional a circular libremente, vale decir cuando yo lo quiera?
ResponderEliminarUno siempre habla de política, pero omitimos hablar de lo mal que está el poder judicial, en Chile y en muchas partes del mundo. Tiene una forma de corrupción propia, añeja, que le otorga su propia independencia, y que lo aleja del sentido común de justicia. Muchas veces los fallos de justicia son tan ilegibles como un informe de resonancia magnética, incluso para alguien con buena formación intelectual no jurídica. La diferencia con la medicina es que la justicia obedece a un mandato del pueblo y debería, por ende, ser comprensible para el común de los mortales o, en su defecto, ser explicada y traducida por un servicio público gratuito. De hecho, una verdadera justicia democrática debería ser enteramente pública y con abogados asignados aleatoriamente para que el poder económico no pueda interferir con la calidad de la defensa o de la demanda. Pero, nunca he visto que eso fuera una batalla de los Social Justice Warriors...
Sí, como el cobro de impuestos por actos nulos que el SII no debería cobrar, ya que aparte de ser los actos nulos sujetos a restitución o comiso, no debería proceder cobro de impuesto alguno ya que aparte de que si la Constitución nos protege de la autoincriminación, el solo hecho de restituirse judicialmente o de decomisarse los efectos (por ejemplo fungibles o derechos reales) de los actos nulos significa cero ventaja para el transgresor legalmente hablando, y al ser artificial ese "incremento" de patrimonio creo que no deberían en estos casos considerar cualquier acto nulo cómo donación o renta, en todo caso si los actos nulos producen frutos solo estos últimos deberían gravarse siempre, si es que son afectos a impuestos, cosa que es muy difícil hoy en día dada a la perfeccionada ley Nº19.913
EliminarDisclaimer:
Esta no es una asesoría legal, ni asesoría tributaria. Consulte a un especialista abogado y/o contador si tiene dudas. Esto es solo una opinión personal con fines de entretenimiento.
Muchas gracias.
@nonimo/Demócrito:
ResponderEliminarViendo el tema hacia atrás, por el entre retrovisor, los contratos de Isapres si bien están pactados entre privados tienen materias que son reguladas por el derecho publico, como es la seguridad social ya que el Estado no es capaz que asumir toda la problemática
de hecho, al menos la Corte Suprema las reconoce como - fuera de ser contratos dirigidos por el Estado - un apéndice de esa rama del derecho (seguridad social)
por eso está perfecto, creo, la conceptualizacion de Adyaner se ser un ejemplo de sistema de reparto solidario en cuanto a cargas y deberes - encubierto - en materia de salud: en suma un producto mixto, publico(socialista) y privado (isapres)
finalmente, es ridículo e impagable la cifra de USD1400 MM porque representa 20 años de utilidades (o más a lo menos) que si la obligan tal como está (no digo que no respondan) significa el cierre efectivo de las Isapres, y sólo les quedaría analizar donde se protegen mejor sus intereses sociales, ya sea bajo la ley chilena o bien, bajo la ley extranjera (Chapter 11), salvo que aplique antes los Tratados Internacionales de Protección de Inversiones
para la protección de los intereses chilenos, según Sebastian Edwards, dijo que hizo la pregunta a Chat GPT (IA), y señaló que las Isapres no podían quebrar sin desatar el caos, lo que quedaba era emitir nuevas acciones de pago para ofrecer a los afectados y canje de deuda como ocurrió en 1980 con los Bancos, pero a un nivel menor,,,, MUCHO menor
el problema para eso es que se requiere Ley especial y que el Estado ofrezca aval a toda la cadena de posibles afectados o acreedores y eso genera problemas politicos
Este weon parece el SINCHI
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