“Te necesitamos, Giorgio”, repiten figuras del Frente Amplio desde el escenario. Es la cena en honor al exministro de Desarrollo Social y uno de los principales fundadores de Revolución Democrática (RD).
En la mesa principal están, junto al homenajeado, el Presidente Gabriel Boric y la ministra vocera, Camila Vallejo. Todo ocurre en el Círculo Español, ubicado en plena Alameda Bernardo O'Higgins, a pocas cuadras de La Moneda. Hay más de 500 invitados. Es más que una comida íntima para un ministro que presentó su renuncia en medio de la crisis del caso Convenios que afectó al Gobierno, dicen algunos asistentes. Es un modo de reivindicar no solo su figura, sino también resaltar “la unidad de las fuerzas progresistas”.
Y así lo reconocen. “Nos hizo bien reunirnos”, dice un dirigente. “Aquí hay autoridades del Socialismo Democrático, del Frente Amplio y del PC”, subraya una militante de RD.
En una de las mesas, efectivamente, destaca el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), junto al canciller Alberto van Klaveren y al ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS).
En otras, las ministras Javiera Toro (Comunes), de Desarrollo Social, o Marcela Sandoval (RD), de Bienes Nacionales. Más allá, el jefe de la Secom, Pablo Paredes, o Diego Vela, ex jefe de gabinete de Jackson y quien podría terminar presidiendo RD.
También destacan los oradores de la noche. La ministra del Interior, Carolina Tohá; el propio Elizalde, un video enviado por la expresidenta Bachelet y las palabras de Jorge Arrate, exministro de los gobiernos de la Concertación y ex-PS.
Luego viene la intervención del Presidente Boric. Enfundado en un abrigo negro, toma el micrófono y dice que fue difícil decidir la salida de Giorgio del gabinete luego de que presentara su renuncia.
Resalta que Jackson haya considerado que “no sería obstáculo” para la gestión si arreciaban las críticas de la derecha.
Y enfatiza que “no se trata de la derecha”, que puede ser un “adversario táctico”, sino que lo importante es superar “un sistema profundamente desigual”.
Boric, emocionado, revela que le cuesta entender cuando algunos dicen que “Giorgio es pesado o que se lleva mal con la gente”, porque, remarca, han recorrido un camino juntos y sabe que eso no es así.
“Te agradezco como amigo y compañero”, dice el mandatario y destaca que una de las virtudes del exministro es “pensar fuera de la caja”.
En un momento es interrumpido por un público que entona “¡Con fuerza y esperanza, el Frente Amplio avanza!”.
Boric no deja de lado su constante llamado a la unidad de las fuerzas progresistas, pide “pensar colectivamente”, “evitar los personalismos” porque, afirma, “estamos dando una pelea social larga”.
“Se va a dar paso a la verdad”
Cuando es el turno de Jackson, sube con tranquilidad al escenario. Solo lleva una libreta con apuntes.
Agradece primero a los dirigentes políticos y sociales de distintos partidos y resalta que, pese a que no han sido días fáciles, “Revolución Democrática vino en masa”, sacando aplausos.
Parafraseando las palabras que le dedicó el Presidente Boric, asevera que es bueno “pensar fuera de la caja” y, medio en broma, tras su salida dice “me siento más lúcido que hace 30 días” y que es necesario tomarse una pausa a veces.
Afirma que seguirá aportando desde el lugar que sea necesario y comenta: “Más que ser una víctima, este es un repliegue táctico, compañeros”. Vuelve a sacar aplausos.
Y enfatiza que después de todas las calumnias y acusaciones en su contra, se va a “dar paso a la verdad”.
Luego, se toma una pausa y acota que ser ministro del gobierno de Boric es el “máximo honor” que ha tenido.
Más adelante, hace una crítica a quienes justifican el golpe de Estado y repudia el “obstruccionismo” que ve en la Cámara desde la derecha el que, en su opinión, es de los más grandes desde la vuelta a la democracia.
Y a la hora de los nuevos desafíos se refiere a las municipales, ante una audiencia donde también están los alcaldes del Frente Amplio, como Tomás Vodanovic (Maipú), Carla Amtmann (Valdivia), Emilia Ríos (Ñuñoa), Francisco Riquelme (Casablanca), entre otros.
“No ha existido nunca un gobierno que haya sido electo habiendo perdido las municipales”, dice, tajante.
Llama a “romper la inercia” y a saber responder a las “crisis identitarias” que puedan surgir en el camino.
Sus palabras terminan en una ovación y varios dirigentes, al final del acto, lo esperan para tomarse fotografías.
Confirma lo que he pensado desde hace ya un buen rato.
Fue el rajazo y conjunción de astros imposible más grande en la historia política de la galaxia el que hayan llegado al gobierno.
No tienen ninguna base real ideológica.
Puros panfletos huevones. Entre ellos, el retiro táctico, que es un concepto en política de Lenin en el camino a la revolución.
No van a tener otra oportunidad. No en esta generación al menos.
La única ventaja estratégica que siempre tuvieron es que tienen el súper poder de mentir sin sentir remordimiento por ello. Y el de cancelar las opiniones de otros cuando no les gustan.
Pero como ahora ya nadie les cree o confía en ellos, ese súper poder no sirve para nada.
Ni nadie les tiene ya temor por lo que puedan hacer o decir y se las tiran con ventilador de vuelta.
Son unos narcisos mentirosos patológicos y ahora todos ya lo saben, aunque no lo digan, aún, a viva voz.
Y ya nadie les tiene miedo.
Un doble whammy mortal para unos narcisos que ascendieron en base a esas dos cosas.
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@nónimo/Demócrito:
ResponderEliminarYa esta todo dicho, y mientras exista voto obligatorio ya sabemos que la mayoría de Chile no admitirá, al menos por ahora, un ciclo político pro-revolucionario...
pero ahora nunca más quedarse dormido en la batalla cultural
no está demás recordar que Allende jamás hubiera sido elegido ni al quinto bote con voto obligatorio y, por tanto el voto voluntario
así es...
para 1970 votaron 2.512.147 ciudadanos, equivalentes a un 34,74% de la población total del país donde Allende obtuvo 1.070.334 votos, con una mayoría relativa del 36,2%, siendo ratificado por el Congreso Pleno
@nonimo/Demócrito:
EliminarY sólo para echarle un pelo a la sopa...
la ley Nº 17.284 (23-01-1970) dictada bajo el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, rebajó la edad para votar a los 18 años y se concede el derecho a voto a las personas analfabetas
Aun me parece irrisorio que Boric sea presidente, cuando un poco antes de las elecciones era mojado con cerveza e insultado por amarillo.
ResponderEliminarEn un mundo paralelo, tu crees que Kast hubiera podido gobernar? porque en ese momento 100% octubrista, creo que Kast hubiera sido devorado peor que Piñera (igual no votaria Kast)
Nop, lo mejor que nos pudo haber pasado es que Boric fuese presidente.
Eliminarigual tengo la esperanza de Farkas presidente (que recuerdos de esa época)
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