el eclinismo vuelve a estar de moda. A medida que las relaciones entre Estados Unidos y China empeoran, se vuelve más popular estudiar los fines de épocas anteriores de hegemonía. Proliferan los libros que predicen el imparable ascenso de los hombres fuertes autocráticos y la muerte de la democracia. Se habla mucho de la “trampa de Tucídides ”: la inevitabilidad de un choque entre una potencia en ascenso y una ya establecida, como Atenas desafió a Esparta en el siglo V a.c.
Este provocativo libro breve adapta este enfoque con un toque novedoso. Hace una comparación entre Occidente en 1999, el cenit de su confianza, y Roma exactamente 1.600 años antes, en 399, apenas décadas antes del colapso del imperio.
La parte más interesante de la historia se refiere a Roma . John Rapley, economista político, y Peter Heather, historiador, disienten del análisis familiar desde Edward Gibbon de un imperio en declive gradual casi desde sus inicios bajo Augusto. Roma, sostienen, era más fuerte que nunca a principios del siglo V d.c. Un imperio, ciertamente extenso y a veces tambaleante, se mantuvo unido principalmente mediante la cooptación de forasteros talentosos, la transferencia de amplios poderes a comandantes fuertes y los acuerdos con enemigos potenciales. Sin embargo, al cabo de una década, Roma había retirado a sus legiones de Gran Bretaña (los autores llaman a esta retirada el primer Brexit ). Menos de un siglo después, el último emperador occidental, Rómulo Augústulo, había fallecido.
¿Qué salió mal? El libro se centra en fuerzas extranjeras que se volvieron cada vez más difíciles de resistir. En la debilitada periferia del imperio, los peces gordos locales comenzaron a unirse a los godos , ostrogodos, visigodos, hunos, vándalos y el resto. La hermana de un emperador incluso se casó con un líder visigodo (aparentemente voluntariamente) y tuvo un hijo con serios derechos imperiales. Como Gibbon se esforzó por explicar hace 250 años, el imperio oriental con sede en Constantinopla continuó durante casi otro milenio. Pero también se estaba debilitando y perdiendo territorio constantemente, inicialmente a través de costosas guerras contra Persia y más tarde con el ascenso del Islam y los otomanos .
A lo largo de los siglos, Europa occidental se recuperó, primero bajo Carlomagno y luego de manera aún más espectacular cuando extendió su poder (y sus propios imperios) por la mayor parte del mundo conocido. La pregunta que plantean los autores es si, a pesar de su aparente dominio tan recientemente como a comienzos del siglo XXI, Occidente se dirige inexorablemente en la misma dirección que Roma en el siglo V. Señalan cuestiones como el aumento de la carga de la deuda, los costosos estados de bienestar, el crecimiento deprimido de la productividad, el declive demográfico y la inmigración masiva. Ven grandes desafíos para Occidente provenientes del crecimiento de Asia, particularmente China e India, y también de potencias antioccidentales como Rusia y el ascenso de África.
Sin embargo, la analogía con la decadencia y caída de Roma no resulta, en última instancia, convincente. Sin duda, el resto del mundo se está poniendo al día con Occidente, tanto económica como demográficamente. La economía de China pronto podría ser más grande que la de Estados Unidos. Europa representaba una cuarta parte de la población mundial en 1914, pero hoy tiene menos de una décima parte. La inmigración, especialmente de África y América Latina, es una prueba política. El populismo está en marcha.
De todos modos, a escala global es difícil imaginar un rival militar serio para la influencia de Estados Unidos y sus aliados europeos. Rusia es revanchista en Ucrania , pero también está en declive a largo plazo. China es frágil y su crecimiento se está desacelerando drásticamente. La India es políticamente rencorosa. El control de Occidente sobre la mejor tecnología e investigación es firme. Y aunque las perspectivas económicas de Europa pueden ser turbias, la productividad estadounidense deja a la mayoría de sus competidores en el polvo.
A los declinantes les gusta citar a George Bernard Shaw, cuyo dicho sobre la fugacidad de las grandes potencias invocaba jocosamente a un pueblo inglés: “Roma cayó. Babilonia cayó. Llegará el turno de Hindhead”. Es tentador pensar de esa manera. Pero al menos por ahora, no está claro cuándo, si es que alguna vez, Occidente hará lo mismo.
Se llama auto indulgencia este libro probablemente.
Que todos los grandes imperios caen es un hecho. Antes o después.
Roma no tenía deuda soberana. Por ende tampoco impuestos con el cual pagar los tickets de la deuda, obviamente no era necesario. Imprimía, o acuñaba. Y su crecimiento se debió en parte a que los territorios conquistados pasaban a ser parte del imperio y su gente ciudadanos, y que creo un mercado de capitales que permitió que el centro del imperio generara una demanda de productos y servicios sin precedentes que sirvió de base y sustento de la prosperidad. Los ciudadanos romanos defendían a Roma por buena parte del imperio. Solo al final los pretorianos comenzaron a ser los que definían a que emperador protegían y a cual no. Y cuanto cobraban por ello.
Decir que en el siglo V Roma estaba en la posición más fuerte…
WTF…
El peak de Roma fue con Marcus Aurelio, yep, el de Gladiador.
Y el declive definitivo fue con la captura de Valerio por los persas, en un evento absolutamente inédito y catastrófico, lo que desplomó la confianza en el imperio y por ende en su moneda, la que comenzaron a acuñar y degradar el contenido de plata como locos simplemente porque todo el mundo comenzó a guardar el dinero y no había suficiente dinero en el imperio para conducir transacciones o simplemente pagar las cuentas.
Solo imaginen lo que pasaría si ahora los rusos capturaran a Biden y lo llevan a una cárcel en Moscú….
Así mueren los imperios. Por deflación. Las hiperinflaciones solo afectan a la periferia.
Y vamos en camino…
Porqué fue más rápida la caída de occidente?…
Deuda…
Es desde siempre la destructora de imperios. Casi destruye a Roma, y la salvó Julio César. Y esa fue privada inmobiliaria.
La soberana es MUCHO más radioactiva.
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Es una pelotudez decir que Roma estaba en su peak a principios del siglo V. Por algo los historiadores que saben historia de Roma le llaman el bajo imperio a ese período.
ResponderEliminarGran canal sobre la historia del Imperio Romano tardío por si les interesa el tema:
Eliminarhttps://www.youtube.com/@conceptoshistoricos
La Roma del siglo V no estaba débil como para no poder resistir lo que se le vino encima. Seria fácil poder explicar todo con un solo argumento, lamentablemente para los pitonisos modernos siempre hay multiplicidad de factores trabajando para que los sucesos finalmente pasen.
Consejo desde la experiencia. Youtube es para entretenimiento, no una fuente de información.
EliminarHay de todo en YouTube. Hay cosas horribles, pero también las hay buenas.
EliminarYep. Pero no como fuente de información. Tal vez el inicio de la búsqueda.
EliminarEl siguiente paso sería la fragmentación y división, donde cada provincia velará sus propios intereses y visión de futuro, pero con una infraestructura y cultura en común, algo así como los feudos o cantones
ResponderEliminaryep
EliminarVamos a comenzar a ahorrar para unas buenas Hectáreas en el desierto. En una de esas se viene un nuevo ciclo feudal y me hago de mi propio Reino... tendré buenas ofertas de títulos nobiliarios, drogas y juegos de azar, xD
ResponderEliminarLa vida de un solo individuo es cíclica, también de las sociedades, por lo tanto, no hay medida que evite los ciclos entre imperios y sistemas económicos.
Para mi el cenit de Occidente fue el 10 de Septiembre del 2001
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