Bajo ritmo económico impacta resultados de Clínica Las Condes y deja pérdidas por casi $ 11.000 millones

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@DF

Un 2017 para el olvido tuvo Clínica Las Condes. Esto, porque al cierre del periodo registró pérdidas por $ 10.947 millones, muy distante de la utilidad de $ 12.447 millones que anotó de ganancias al cierre de 2016.

Los resultados dan cuenta del efecto de las diferencias contables por más de $ 10 mil millones que detectó CLC a comienzos de 2017 y que se venían arrastrando desde 2008.

Según reportó la compañía, el ingreso de actividades ordinarias cayó en un 0,8%, a $ 194.919 millones;  los costos de ventas aumentaron un 7,1% y los gastos de administración aumentaron 12,5%, lo que significó un alza de $ 3.400 millones adicionales al cierre de 2016.

Esto debido principalmente a “ajustes no recurrentes realizados durante este periodo como parte de la reestructuración interna de la compañía”, explicó el prestador de salud que enfrentó una fuerte reestructuración el año pasado.

En costo de venta subió en $ 11.200 millones dado el mayor gasto en remuneraciones, el que creció 3,9% totalizando $ 77.732 millones, debido a indemnizaciones derivados de plan de restructuración y planes de retiro del personal más antiguo y contratación de personal adicional para los nuevos centros.

A esto se suma que el área de seguros mostró un alza importante de la siniestralidad, por más de $ 4.039 millones “producto principalmente de la mayor velocidad en el recupero de las cuentas por cobrar”, dijo la empresa.

En materia de ventas, influyó la baja actividad sanitaria de la firma, como efecto del menor dinamismo económico. Los días cama decrecieron 4,9% y además el uso de pabellones disminuyó 2,3%.  En tanto la actividad ambulatoria se redujo en el Servicio de Urgencia 9,1% respecto al año anterior, mientras que las consultas médicas crecieron 2,1%. Los servicios de laboratorio e imágenes disminuyeron 3,0% y 3,3%, respectivamente.

El resultado operacional muestra un margen de -2,4% en comparación al 5,9% obtenido en 2016. La pérdida por acción asociada al ejercicio de este período corresponde a $ 1.252, comparado con una utilidad por acción de $ 180 en diciembre 2016.

Es interesante esto.

En orden a ser rentable, la clínica debe utilizar al máximo sus instalaciones y servicios asociados para diluir sus costos fijos. Y esto significa que requiere que existan más enfermos o problemas de salud.

Que es contrario al interés general de la sociedad de mantener una población saludable.

Es una dinámica que es común en todo el mundo occidental.

Y es la razón por la cual la salud o el costo de ella pasó de ser un aspecto insignificante en el presupuesto familiar a uno que puede resultar catastrófico.

Como equilibrar el contar con una infraestructura médica adecuada al tratamiento de problemas de salud, pero que no tenga el incentivo de tener más enfermos para ser rentable.

Complicado dilema, toda vez que toda la infraestructura montada en el mundo occidental está basada en rentabilizarla vía utilización completa o lo más posible.

En algún momento este tipo de relación se quiebra, y los componentes de esos sistemas colapsan.

Si siguen subiendo los aranceles médicos y las primas de los planes, en algún momento la gente ya no puede pagarlos y por lo tanto deja de usar los servicios y opta por los servicios públicos.

Incluso en la clínica las condes.

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