El populismo es inevitable. La única pregunta es: ¿qué forma de populismo?”. Eso escribía en 2012 el economista de la Universidad de Chicago Luigi Zingales. Y, con el ojo afinado por su experiencia como italiano, ya anticipaba quién se convertiría en el Berlusconi estadounidense: Donald Trump.
Invitado por CNN Chile y Chilevisión, Zingales estaba en Santiago este jueves, cuando la encuesta CEP le puso números a lo obvio: también en Chile llegó la hora del populismo.
Los números son demoledores. La adhesión al Presidente Piñera es un mínimo en la historia de las encuestas, no sólo de Chile, sino de Sudamérica. Ni De la Rúa cuando escapó en helicóptero de la Casa Rosada, ni Abdalá Bucaram cuando fue destituido por incapacidad mental, habían llegado tan bajo. El Congreso (3%) y los partidos (2%) están en el margen de error. Todos los políticos caen, y no se salva ninguna institución de poder: ni las iglesias, ni la televisión, ni las empresas privadas.
El 72% no se identifica con la izquierda, el centro ni la derecha. La única división relevante hoy es entre un pueblo que se define a sí mismo como virtuoso y una élite a la que considera corrupta: populismo en estado puro.
Es una revuelta de los ciudadanos contra la clase dirigente completa. Hoy en Chile, el populismo es inevitable. La única pregunta es: ¿qué forma de populismo?
La respuesta en parte depende de esa élite hasta ahora ciega, sorda y muda. Para Zingales, Chile no se ve como un “country” (país), sino como un “country club”. El club de los nueve colegios que acaparan los puestos de poder, la concentración de los mercados y el “capitalismo de amigotes”, como lo llama en oposición al capitalismo competitivo, abierto y “popular” que defiende.
En una de sus actividades con políticos y empresarios, se le rebatió que en Chile el capitalismo sí funciona para todos. “¿Cuántos grandes empresarios están presos por delitos de cuello y corbata?”, retrucó. La respuesta es obvia: si eres miembro del “country club”, no vas a la cárcel.
“El problema no es el populismo, es el elitismo”, dice Zingales. “Si no hubiera una élite que discrimina al resto, entonces no habría un pueblo que se sienta opuesto a esa élite”.
Pero la misma CEP plantea soluciones. El “Apruebo” a la nueva Constitución llega al 67%. Crece de 52% a 64% la cantidad de chilenos que prefiere siempre la democracia, y aumenta de 58% a 78% la proporción que pide a los líderes políticos priorizar los acuerdos por sobre sus propias posiciones.
Los que sueñan con salidas autoritarias reciben un mazazo, y los políticos más castigados son los que apuestan por la confrontación: Teillier, Cubillos, Piñera y Van Rysselberghe cierran el ranking. El único que tiene cifras azules (37% de apoyo y 32% de rechazo) es Joaquín Lavín, quien esta semana golpeó la mesa proponiendo “un nuevo modelo”, que nos acerque “más a Suecia u Holanda que a los Estados Unidos”, “romper el club cerrado que clasifica a las personas por el colegio en que estudiaron”, y “pasar de la exportación de materias primas a una economía más compleja”.
Palabras opuestas a las de Piñera, para quien un cambio de modelo es sinónimo de Venezuela. “Eso es completamente equivocado”, retruca Zingales. “Es al no cambiar nada, que Venezuela se transforma en la única alternativa”.
La mesa está servida para que un outsider se sirva el plato principal. El menú es conocido. Puede ser un comediante más o menos inofensivo, como Zelensky en Ucrania, Morales en Guatemala y Trump en Estados Unidos; un fascista como Bolsonaro en Brasil y Orban en Hungría; un tecnócrata aspirante a dictador como Fujimori en Perú; o un militar golpista como Chávez en Venezuela. “Chile tiene que elegir si quiere permanecer como una democracia, y para eso tiene que cambiar. Si no, un Chávez puede parece el salvador”, advierte Zingales.
Pero la clase dirigente no reacciona. El gobierno propone que la convención constituyente se elija con listas cerradas en que no se vote por personas, sino por partidos políticos. Nótese el absurdo: el Presidente del 6% quiere que la única alternativa sea votar por los partidos del 2%. La franja electoral excluye al 98% de los chilenos que rechazan a esos partidos. Y siguen en el aire fórmulas para que los independientes puedan ser candidatos.
Hay urgencias políticas y sociales. Pensiones, salud, educación y sueldos son los temas más importantes para los chilenos. Zingales advierte que la redistribución vía impuestos tiene un límite: “es un juego de suma cero. En cambio, la verdadera competencia dentro del capitalismo genera crecimiento, reduce precios y redistribuye”.
¿Cómo? Con medidas audaces para romper la concentración económica que permite extraer rentas cobrando altos precios a los consumidores: separar el sector industrial del financiero, gravar con impuestos cada capa de las cascadas para romper los conglomerados, dividir a empresas dominantes cuando no hay suficientes actores en el mercado, transparentar los dueños finales de las empresas. “Competencia, competencia, competencia”, resume Zingales. ¿De eso no se trataba el capitalismo, a fin de cuentas?
¿Qué forma de populismo, entonces? La historia de Estados Unidos tiene el ejemplo virtuoso del movimiento populista de Theodore Roosevelt, un político de la élite que rompió los monopolios, liberó la energía del capitalismo y fortaleció la democracia.
Es eso, o un outsider impredecible. Ya se acabó el tiempo. Como advierte Zingales: “lo que no se dobla, se rompe”.
Esta gente no entiende nada el capitalismo. El capitalismo no distribuye. Concentra.
Y mucho.
Y en el proceso de concentrar, se genera riqueza para todos. Conocido como chorreo. Y después de que una concentración exagerada se desploma, conocidas como burbujas, la concentración se produce en otro lado. Copia y pega por siempre.
Lo que intentas hacer con los gobiernos es regular esa concentración y ojalá evitarla para distribuir más “parejamente”. No pueden. Nunca han podido y nunca lo van a poder hacer.
Porque el talento humano no es parejo. Y el talento en esta época de capitalismo para generar dinero y capital es aún más extremadamente disparejo. Y las emociones humanas que regulan ese talento tampoco han cambiado ni van a cambiar nunca. En épocas primitivas, el talento era relacionado a las habilidades físicas y emocionales. Hoy tiene que ver con la mente y su capacidad de proceso en un ambiente digital. Cualquier nerd espinillento puede generar cientos de miles de USD´s con contenido en YouTube, Nerds que en épocas anteriores tal vez ni habrían sobrevivido sus primero años de vida.
Cuando hablan de cambiar el modelo, hablan de cambiar la concentración de riqueza. Pero eso va contra la naturaleza. Por eso nunca funciona y siempre termina en dictaduras que tienen que manejar lo que queda después que los más talentosos se van o dejan de tener las motivaciones para dar su máximo potencial. O peor aún, los que toman el control de la situación son los más turbios, despiadados y violentos, y pasa de ser una jerarquía basada en el mérito a una basada en la fuerza.
Y como en el gobierno están los menos talentosos que quieren asegurarse de tener los sueldos y recursos inmerecidos que tienen siempre usando y abusando del poder que les es entregado por todos, tratan de utilizar esta “redistribución” como plataforma política eterna para mantenerse en posiciones y en estatus que no se merecen.
Al talento hay que desatarlo, no restringirlo. Y cuando colocas trabas como impuestos y reglas complejas de entrada al mercado, lo que haces es que beneficias a los menos talentosos como las corporaciones que son parecidas a los gobiernos. Tratan con su poder de mantener sus posiciones de privilegio.
Una vez desatado ese talento, con reglas y marco legal civilizado por supuesto, puedes como sociedad pensar en cosechar el resultado.
Es algo así como esto…
El capitán América sabe perfectamente cual es el talento y potencial de cada uno de ellos. Y en el caso del más poderoso y caótico, lo tiene claro.
HULK….SMASH¡¡¡¡
Eso es lo que haces con el talento. Lo desatas. Imprimir artículo
Nadie sabe Pa quien trabaja...
ResponderEliminarParece que el Matamala (matapaco) es un actor relevante en este juego, nos está llevando hacia su amo (con últimos artículos bastante cuerdos), el líder populista que pronto surgira.
Quien será quien será ??? Estoy seguro que no es ni PS ni PC
Matamala es solo una mascota mas de los que realmente ponen la musica en chile. Hay varios mas como rincon y demases.
EliminarSi hacemos el ejercicio y nos saliéramos un poco de lo que la izquierda chilena intenta imponer, podríamos levantar los intereses de 3ros para Chile?
ResponderEliminar1.-Piñera y la gorda, le rinden cuentas a la ONU.
2.-Chile tiene bajo nivel de deuda que se ha incrementado con este par de weones.
3.-La concertación vendió la patria y las AFP a empresas gringas sin proteger a los afiliados y al buen sistema que es la AFP.
4.-El litio es el futuro y las reservas de Chile están dentro de las top3 del mundo.
5.-En el sur, el agua y la Antártida son las ultima reservas mundiales de recursos naturales y con buena temperatura.
6.-Estarán usando las RRSS como herramientas 4.0 y de información warfare para desestabilizar Chile y generar una radicalización de grupos? (netflix y cambrigde analitica)
7.-Quien gana a largo con la desestabilización y posterior normalización?
8.-Cuál es el valor geopolítico y geoestratégico de Chile?
9.-Quién esta comprando las empresas del IPSA con descuento?
10.-Como desaparece un avión militar al medio del aire sin tener opción a mandar un mensaje? o el mensaje era para el ejercito Chileno?
11.-Porque piñera no saco al general iturriaga al dia 1 de llevarle la contra?
Estoy de acuerdo con una izquierda populista y progrezombi que intenta sacar provecho de todo esto, pero aca hay más weas que están pasando y en juego.
Matamala es como la gorda en la ONU, un zurdo aburguesado, que dispara pero que depende de la morfina y de la agenda de CNN, que por cierto en EEUU apoya a los democratas, antitrump y lanza fakenews.
Consideró el punto 4 donde se metieron los chinos.
EliminarTampoco descartó al señor con raíces de Europa del este además son paisanos con el Boric y manga de weones de republica independiente del sur.
Tendía a pensar antes del 18O que Chile de alguna manera podría ser estratégico y que existían intereses ocultos. Hoy creo que valemos champiñón en el gran orden de cosas. Las batallas por el futuro de occidente se están librando en otros lados. Europa, USA y Japón específicamente. Podría haber pensado en un ataque al modelo de libre mercado para demostrar al mundo que no funciona, pero para eso ya estaba Hong Kong que lo ha hecho infinitamente mejor en eso. Somos de nuevo el patio trasero.
EliminarLeete esto de 2018. Creo que alguien lo supo canalizar.
Eliminarhttp://elporteno.cl/2018/08/19/leon-trotsky-y-la-revolucion-en-chile/
Una cosa más, el diario, Twitter Anglo parlante habla a cada rato sobre autos eléctricos. Estamos años luz de estas tecnologías en Chile pero es cosa de ir a Europa, USA lleno por doquier hasta de taxis.
EliminarUta que nos forreamos los 4 años con Bachelet.