Conocí a Francesca cuando ella tenía 15 años y yo 24. Yo llevaba un año y medio casado y fuimos a pasar el verano a Maitencillo con la familia de mi mujer. Un día llegó mi cuñado menor y nos presentó a su nueva polola. Era Francesca. Recuerdo haber pensado que era muy linda, pero no era más que una niña y nuestra interacción se quedó en un par de palabras. No trascendió a algo mayor.
Siete años después volví a pensar en ella. No lo había hecho hasta entonces, pero esa noche, mientras fumaba un cigarro acostado, se me vino a la mente su cara. Por supuesto era la imagen que tenía de ella a los 15 años, porque nunca más la había vuelto a ver. Pero sentí una corazonada y la necesidad de buscarla. Cómo estaría ahora, tantos años después, pensé. Agarré la guía telefónica y llamé a todas las mujeres que tenían su apellido. Hasta que di con ella. Y así, sin pensarlo tanto, le dije “nos conocimos hace siete años en la playa”. Ella se acordaba perfecto.
Esa vez hablamos una hora y medio por teléfono. De todo. Le conté que poco después de ese verano en el que nos conocimos, me separé de mi mujer. Ella no me habló de sus relaciones, pero yo sabía que ya no seguía con mi ex cuñado porque a él lo volví a ver varias veces y siempre con una pinche nueva. Muy propio de su edad. Seguimos hablando un rato hasta que le dije: “¿por qué no te paso a ver?”. Me dio su dirección, me subí al auto y llegué a su casa.
Yo estaba muy nervioso y cuando me abrió la puerta fue increíble. Aún recuerdo la cantidad de emociones que sentí. Estuvimos conversando hasta las 10 u 11 de la noche y de repente alguien tocó el timbre. Apareció un compadre y ella me lo presentó como su novio. Él puso cara como de no entender nada y la situación se volvió un poco incómoda, así que agarré mis cosas y me fui.
A la mañana siguiente, sentí un impulso y la llamé. Hablamos un rato, la invité a almorzar y me dijo que sí. Y así, de la noche a la mañana, nos empezamos a ver todos los días. Pero era como el cuento de Cenicientas, porque ella estaba estudiando arte y tenía clases en la mañana, entonces yo pasaba por ella en Macul, pasábamos el día juntos y a las cuatro de la tarde la devolvía a su casa. A esa hora llegaba su novio y ella tenía que estar. Pero esas horas que pasábamos juntos eran hermosas.
A los dos meses, finalmente, ella terminó el noviazgo con el otro. Aun así, yo no me aparecía en su casa porque sus papás seguían sin aprobar nuestra relación. Había una gran diferencia de edad y para ellos yo era el depredador que andaba persiguiendo a su hijita. Pero no nos importó. Encontramos la forma de seguir viéndonos y, cuando era la hora, yo la pasaba a dejar a unas cuadras de su casa, para que no me vieran. Algunas veces, incluso, la fue a dejar mi mejor amigo Sergio.
Todo iba viento en popa hasta que una noche pasó lo inimaginable. Me llamó llorando y me dijo que estaba embarazada de dos meses. No era mío porque hasta entonces nunca nos habíamos acostado. De hecho, durante los seis meses que estuvimos juntos, solo nos acostamos una vez, hacia el final de la relación, para su cumpleaños. Eran otros tiempos y las cosas no se daban como se dan ahora. Pero en fin, esa noche me dijo que era de su ex, que se habían juntado una vez después de terminar y que ella no quería tenerlo. Yo le dije que estaba dispuesto a hacerme cargo, aunque no fuera mío. También le dije que la apoyaría fuera cual fuese su decisión. Yo estaba enamorado hasta las patas y nada de esto iba a ser un impedimento. Solo quería estar con ella.
A los pocos días la acompañé a abortar. O la acompañé lo que más pude. Todo era muy clandestino y básicamente la dejé en el centro hasta que se encontró con la enfermera y una hora después la pasé a buscar al mismo lugar. No estaba en muy buen estado, entonces la llevé a un motel para que pudiera descansar. Entre medio fui a comprar medicamentos. Pensé en qué hacer, pero no había muchas opciones. No la podía llevar a mi casa porque su papá se enteraría. Al poco rato, decidí llamar a su mamá, que sabía que estábamos juntos. Llegó y se llevó a Francesca a su casa. Esa misma noche recibí un llamado del papá y me agradeció por haber cuidado a su hija. Me dejó claro que desde ese día era bienvenido en su casa.
Pero las cosas nunca más volvieron a ser iguales. Dos meses después del aborto a Francesca le empezaron a pesar las consecuencias. Todo se fue dando de manera gradual. Primero se empezó a cuestionar qué habría pasado si no hubiese abortado. Empezó a divagar y a pensar cómo habría sido el hijo. Se sintió culpable y finalmente empezó a decir que el ex no había sido tan malo. De la noche a la mañana, tras todo eso, volvió con él. Y no fue algo conversado, simplemente dejó de contestar mis llamados y nunca más nos vimos. Un poco después me llamó y me dijo que estaba segura de querer volver con él para reparar el daño. Se seguía sintiendo muy culpable. Yo me sentí pésimo. Quedé colgado y clavado, pero a buen entendedor, pocas palabras. Y yo ya había entendido que no había vuelta atrás.
Me costó mucho salir a flote después de eso. Diría que más de un año. Y en ese periodo el que más me acompañó fue mi mejor amigo Sergio, que hasta el día de hoy sigue siéndolo. Pasaron los años y yo me volví a emparejar, pero 30 años después sé con seguridad que Francesca sigue siendo el amor de mi vida. De repente pienso en ella, especialmente en esta época, porque lo nuestro se dio en los meses de verano. También se ha aparecido en mis sueños, pero no he intentado buscarla ni saber de ella. Porque en el fondo pienso que ella retomó la vida que quizás siempre debió haber tenido. Ha pasado tanta agua debajo del puente que no tiene sentido, a estas alturas, volver a verla. Para qué revivir cosas que ya nunca van a ser como fueron, ni cómo podrían haber sido.
Entretenimiento de Fin de Semana.
Me crucé con esto por casualidad y todavía tengo arcadas…
Ok.
Los dos personajes de la historia son ejemplos para todos los niños y niñas de con quienes NO deben relacionarse sentimentalmente en la vida. Y los padres deberían tomar nota. Una narcisista que gorrea a sus parejas estables a voluntad y un codependiente que lo tolera y cree que es el amor de su vida después de que lo patean cuando dejó de ser útil.
Estas relaciones probablemente son las que terminan con femicidios.
Cual es el objetivo de este reportaje en la sección femenina de la tercera???
Referenciarlo como modelos de conducta?? Basurear al autor de la carta??? a la mujer???
Tiendo a pensar que la editorial feminista lo quiso colocar como modelo de conducta para los hombres, espero que no para mujeres, pero es solo una interpretación personal obviamente. Y eso es porque este tipo de conductas son cada vez más comunes, y las ves y sabes de ellas por todos lados. Por ambos lados por cierto gracias a libertad que existe hoy en el mercado sexual y que deja heridos por todos lados. Hijos de amigos, que son unos pendejos, devastados porque los patearon por wasap por otro u otra, con dramas y todo de por medio.
Espantoso.
El amor de tu vida solo puede existir cuando la compartes y construyes por mucho tiempo en forma de familia con esa persona. Esta historia es una pendejada, y que el tarado que la escribe o reporta diga que la narcisista con la que se cruzó es el amor de su vida 30 años después que le zapatearon el cuello como quisieron es francamente patético e irrespetuoso para su pareja actual.
Confunden amor con lujuria sin duda. El amor toma tiempo construir y requiere confianza plena en todo, que en este caso claramente no podría existir. Mucho Disney.
Espero sinceramente que este no sea el modelo de conducta para niños y niñas, pero me parece que el feminismo es precisamente lo que busca en los hombres. Pasteles sumisos y patéticos como este, que son precisamente los MÁS peligrosos para las mujeres en su seguridad personal porque son compulsivos y obsesivos con las relaciones que creen no volverán a tener más y por ende tienden a tener reacciones violentas de celos.
Y es lo que ha provocado el feminismo actual. Niños y hombres inseguros de si mismos y con miedo a perder a sus parejas que pasan a ser sus razones únicas de vivir, en vez de ir confiados por la vida buscando objetivos personales, y si hay una compañera bien y si no, bien también, ya llegará.
Esta es una de las razones por las que escribo el blog. Dejar registro de lo que quiero transmitir a mis hijos, y esta historia será para mostrarle a mi hijo que clase de hombre NO debe ser y con que clase de mujer NO debe relacionarse. Y a mi hija que clase de mujer NO debe ser, y con que clase de hombre JAMÁS deber relacionarse.
Al menos algo útil puede sacarse de este reportaje. Imprimir artículo
Esto es lo que pasa cuando se junta un wn bolas triste con una zorra astuta. Aqui es donde wns caen en estafas, perdidas economicas, homicidios, etc, etc, etc. Ojo que las minas en chile estan cada dia mas peligrosas.
ResponderEliminarMe parece que el problema radica en los bolas tristes y no en las zorras. Siempre han existido desde la creación, y hasta Marco Antonio y Julio César cayeron con una. No van a caer unos soy boys ahora...Y lo peor es que son muy peligrosos para las mujeres estos pasteles "nice guys".
EliminarPor eso con las minas hay que ser como las weas no mas pq si te pillan volando bajo te cagan sin asco y ni las gracias te dan....
EliminarAjajajajajaj le zapatearon el cuello wajajawajwajajaja
ResponderEliminarEs como cantar. Algunos tienen el talento naturalmente incluso sin requerir demasiado entrenamiento, en cambio otros deben aprender a hacerlo. Los más desgraciados hasta ni con eso pueden cantar, pero intentando aprender pueden entonar alguna melodía (mientras potencian otros talentos que sí tengan). Aquí la relevancia de los modelos de conducta.
ResponderEliminarSi el modelo publicitado es el de betas, más fracasos y decepciones para los desgraciados.
La auto confianza también se puede aprender. Cuando no, consultan masivamente a los sicólogos. El padecimiento de moda para el s.XXI. Resolución de frustraciones.