Primero, las tasas de interés norteamericanas seguirían subiendo producto de que la Reserva Federal de EE.UU. empezará a retirar liquidez. Segundo, los precios de commodities seguirían deprimidos, dado que China está en un proceso de rebalanceo de su economía.
El panorama es más complejo para los países con desequilibrios y que requieren de financiamiento. En agosto, la salida de capitales en economías con déficits fiscales y de cuenta corriente fue más fuerte, corrigiendo de manera importante sus monedas, así como la renta variable y fija.
En renta variable, y expresado en dólares norteamericanos, vemos que el índice S&P 500 va un 18% arriba este año, la bolsa de Alemania ha subido 16% y el Nikkei muestra una ganancia de 23%. En cambio, el MSCI de mercados emergentes ha corregido -7%. Con respecto a la región latinoamericana, las principales plazas han registrado importantes pérdidas, como se observa en la caída de las bolsas de Chile (-15%), Brasil (-20%) y México (-9,9%), Perú ( -29%) por mencionar algunas.
Respecto a monedas, llama la atención la depreciación de la rupia (India) y baht (Tailandia) en 12% y 14%, respectivamente, en relación al dólar.
Latinoamérica también ha sufrido. El real de Brasil se ha depreciado 7,7%, el peso chileno se debilitó un 5% y el sol de Perú en 8,4%.
El mercado de deuda corporativa de alto rendimiento emergente muestra el mismo patrón. Desarrollados bien, emergentes mal.
En 2013 la caída de los bonos high yield Latinoamericanos ha sido de 6,5%. Mientras que el high yield estadounidense muestra un retorno positivo de alrededor de 4%.
Es razonable pensar que las empresas latinoamericanas se enfrentarán a un escenario económico más adverso en los próximos años, especialmente en lo que se refiere a costos de financiamiento, un escenario de precios más moderado para sus commodities y ajustes en sus políticas internas.
Tarde o temprano la Fed dejará de comprar bonos, con lo que las condiciones de liquidez se estrecharán y será más difícil emitir en los mercados de deuda. Además, las depreciaciones de las monedas afectarán los balances de algunos emisores. Por último, una ralentización de las economías produciría una caída en la capacidad de generación de caja.
¿Qué podemos esperar? Pensamos que los factores mencionados ya están incorporados actualmente en los precios del mercado de bonos latinoamericano. Más aún, creemos han sido excesivos.
Desde una perspectiva histórica el rendimiento de los bonos Latam está transando en la parte alta del rango (excluyendo episodios de stress financiero extremo como durante la crisis del 2008).
Desde una dimensión relativa, actualmente el mercado de high yield Latam está transando a un descuento altísimo respecto su par de EEUU y global. Esto es aproximadamente 250 puntos básicos sobre sus pares de EE.UU., alcanzando un máximo de los últimos diez años.
Actualmente los high yield Latam negocian a niveles de 9% de rendimiento a vencimiento en dólares, lo que consideramos muy atractivo como retorno para esta clase de activo y una buena oportunidad de inversión.
Traducción en línea…
Estamos atorados hasta el cuello de deuda latinoamericana, así es que estamos dispuestos a vendérselas a los muppets de turno.
Se copian rápido las prácticas del propietary trading de los países desarrollados.
Existen oportunidades?
sin duda.
Pero como ya debe haber quedado claro con las empresas de Batista, los grandes bancos de inversión y corredoras no son precisamente infalibles, y principalmente, no van a dudar en tratar de deshacerse de las malas inversiones propias donde sea, incluido los propios clientes.
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