30 enero, 2023

Que desperdicio --- Sebastián Edwards, economista, y su frustrada nominación en la Comisión de Expertos del proceso constituyente

Sebastián Edwards: "Es el fin de la era neoliberal" - Radios Regionales

@ElMercurio

Hasta el miércoles en la mañana, el nombre de Sebastián Edwards, el académico de economía internacional de la UCLA de California, Estados Unidos, estuvo sobre la mesa para integrar la Comisión Experta del nuevo proceso constituyente. Apoyado por Demócratas, su nombre no logró respaldo en Chile Vamos. Edwards estaba entusiasmado con la idea, reconoce, y en esta entrevista expone las razones que le dieron para no nominarlo. Además, se muestra con relativo optimismo frente al nuevo proceso constituyente, le pone nota roja al Gobierno y advierte sobre los riesgos externos para la economía de Chile.

—Usted fue uno de los nombres que se barajaron para integrar la Comisión de Expertos del nuevo proceso constituyente. Finalmente no fue nominado. ¿Qué pasó? ¿Qué explicación le dieron?

“Me dieron dos explicaciones. La explicación simple es que la política es complicada y que es difícil lograr acuerdos. La segunda es que yo no me quedaba tranquilo en “el corral”, que era demasiado independiente y que no sería fácil arrearme para un lugar o para otro. Mi nombre era el de un supernumerario, alguien que venía desde fuera de los círculos habituales, alguien sin militancia. Al final, ese perfil no calzó con los cálculos partidarios de una parte de la derecha y de la izquierda. Entiendo que fui vetado por personeros de lado y lado”.

—¿Cómo surge su interés para formar parte de la Comisión de Expertos?

“A pesar de no vivir en Chile, he tenido un interés permanente por los destinos del país. He estado involucrado desde la academia, he escrito libros y artículos, y en UCLA he formado a muchos estudiantes que han fungido en el sector de políticas públicas. Durante los últimos años he estudiado las constituciones de numerosos países, con un énfasis en su rol como freno del poder. Mi último libro está dedicado a analizar los fallos constitucionales de la Corte Suprema de EE.UU. durante la Gran Depresión. Chile está en una encrucijada: o hacemos lo de la nueva Constitución bien, o estamos fritos y terminamos en un gran descalabro. Esta es la última oportunidad y nadie puede restarse”.

—¿Quiénes se lo ofrecieron y cómo recibió la propuesta de conformar la Comisión?

“En alguna oportunidad hablamos del tema con Ximena Rincón y Carlos Maldonado. Me preguntaron si estaba dispuesto a irme a vivir a Chile y participar en este proceso. Sin pensarlo dos veces dije que sí. Después tuve que hablar con el decano de UCLA y explicarle que tenía que cancelar mis clases en el trimestre de primavera y posiblemente en el de otoño. De inmediato me dio el beneplácito. Ximena y Carlos hablaron con los dirigentes de Demócratas, los que aprobaron la idea. Para mí fue un honor que un partido joven y de centro haya pensado en mí”.

—¿Le habría gustado ser parte activa del nuevo proceso constitucional?

Me hubiera gustado mucho. La verdad es que si esto se hace bien y se logra un amplio consenso —estoy pensando en aprobar el plebiscito con 75% o más de los votos—, pasaremos a un nuevo estadio de desarrollo, al de un país con más tolerancia, igualdad, libertad, pujanza, integración, paz, protección del medio ambiente, dignidad y prosperidad. De otro lado, si lo hacemos mal, y la política partisana domina el proceso, si nos ofuscamos y nos metemos en trincheras de tribus pequeñas, vamos a terminar en un pantano y volveremos a nuestros orígenes de país simpático, pero mediocre. Aunque con los estallidos de violencia y la falta de seguridad ciudadana, de simpático va quedando poco”.

—¿Qué tan relevante es que un economista con su trayectoria hubiera integrado la instancia que redactará el anteproyecto de la nueva Constitución?

“Es útil que en un cuerpo colegiado haya distintas perspectivas. Es bueno que haya gente que ve “el bosque”, y no solo los “árboles” o las “ramas”. Mis investigaciones en economía comparada dan pistas sobre el entramado político, social, y constitucional de países económicamente exitosos. Ese entramado no tiene que ver solo con normas económicas, como el derecho de propiedad o el Banco Central autónomo. El éxito tiene una alta correlación con el sistema político y la naturaleza de la Constitución. Un sistema con la fragmentación actual en Chile, con más de 20 partidos en el Congreso, suele traducirse en parálisis política y malas decisiones”.

—¿Cree que Chile perdió sin su nominación? Bettina Horst es la única economista del grupo. ¿Es suficiente?

“El grupo nombrado tiene personas valiosas y con mucha experiencia; hay verdaderos expertos y expertas. Pero la verdad es que tengo dos reparos. El primero es que la derecha nombró a un muy alto contingente de exmiembros de la administración Piñera, personas que fungieron en el gabinete y como subsecretarios y subsecretarias. Esto no es saludable. Creo que Chile Vamos cometió un enorme error al no nombrar a caras nuevas, a personas con absoluta independencia de criterio, sin pelos en la lengua y amplios conocimientos. Usando una expresión del expresidente Lagos, la derecha terminó nombrando a muchos “cuates” sacados del pasado. El gobierno de Piñera fue parte del problema, y es muy difícil pensar que un grupo de exfuncionarios sean parte de la solución. Mi segundo reparo tiene que ver con la mayoría abrumadora de abogados y abogadas. Por tratarse de una Constitución, es lógico que sean mayoría, pero no en desmedro de otras perspectivas enriquecedoras. Me hubiera gustado ver a una historiadora como Sol Serrano, a un psicólogo social como Gonzalo Rojas-May, a una científica como la astrónoma María Teresa Ruiz, a una humanista como Adriana Valdés”.

—¿Qué opinión le merece el haber sido considerado por Demócratas para el cargo? Y por otra parte, ¿qué opina de que Chile Vamos no respaldara esta decisión?

“Creo que Demócratas está ocupando un espacio muy importante en la política chilena, el verdadero centro, sin explicaciones ni complejos. Es un enfoque que refresca. Como dije, para mí es un privilegio que hayan pensado en mi nombre. Hubo dirigentes de Chile Vamos que sí apoyaron mi nombre, pero no lograron convencer a los miembros más partisanos y tradicionales”.

—¿Qué expectativas tiene sobre este nuevo proceso?

“Hasta ahora soy cautamente optimista. Pero insisto en que es fundamental que todos los involucrados entiendan que para tener verdadero éxito y asegurarnos una convivencia razonable es necesario que el nuevo texto se apruebe por una muy amplia mayoría, por más de 70% de los votos. Creo que el punto de partida debe ser la siguiente pregunta: ¿Cómo debe ser un texto constitucional que logre ese nivel de respaldo? Partir de ese requisito, y luego ir hilando hacia atrás, escribiendo las normas con ese propósito en mente, dejando de lado cualquier idea esotérica o moda pasajera que violente el sentido común de los chilenos. Hace unos días, la expresidenta Bachelet dijo que a pesar de que había visiones diferentes, debíamos hacer un esfuerzo conjunto por lograr un consenso muy alto”.

—Usted dijo que el proyecto constitucional rechazado el 4 de septiembre era “una Constitución aspiracional”. ¿El nuevo texto cómo debe ser? ¿Menos ambicioso?

Hay dos tipos de constituciones: las aspiracionales y las protectoras. Las primeras capturan deseos y anhelos, y las segundas nos protegen de los peligros inherentes a la libertad y la dignidad que surgen cuando hay estados demasiado poderosos y autoritarios. Lo que necesitamos es una Constitución que combine el propósito protector con el aspiracional, en forma armónica y realista. Un texto que nos proteja de la tragedia que se desencadenó el 11 de septiembre de 1973, que nos proteja de los descalabros económicos como la inflación galopante y el desempleo disparado. Una Constitución que le ponga freno al poder del Estado para interferir en nuestras vidas. Al mismo tiempo la nueva Constitución debe capturar los anhelos de la ciudadanía y proveer los derechos sociales con gradualismo y responsabilidad fiscal”.

“Un mayor impuesto corporativo es preferible”

—Esta semana el proyecto de reforma tributaria superó su primera valla en el Congreso, luego de que fuera aprobado —manteniendo su corazón— en la comisión de Hacienda de la Cámara. ¿Es un triunfo para el Gobierno y para el ministro Marcel?

“Es un triunfo personal del ministro Mario Marcel. Hay aspectos de la reforma, como el impuesto a los grandes patrimonios, que no son buenos. Chile necesita aumentar su recaudación, para enfrentar las genuinas demandas sociales, y Marcel y su equipo están intentando hacerlo en forma razonable y sin generar distorsiones innecesarias. Creo que el impuesto a los altos patrimonios es un elemento que se usará en la negociación. Mi impresión es que ni siquiera el ministro lo ve con buenos ojos”.

—¿En la tramitación en el Senado —donde el Gobierno no cuenta con los votos— habrá una cirugía mayor al proyecto?

“Habrá cambios importantes en el Senado. En el debate debe primar el principio de aumentar la recaudación haciendo el menor daño posible a la economía. En particular, hay que proteger la inversión. Sin inversión, no hay empleo ni mayores salarios”.

—El presidente de la CPC propuso elevar los impuestos a las empresas, en reemplazo del gravamen al patrimonio. ¿Está de acuerdo?

“El impuesto al patrimonio es muy difícil de administrar. Es un impuesto intruso y fomenta el desahorro y la salida de capitales. Creará burocracia y no recaudará casi nada. Un mayor impuesto corporativo es preferible. Pero, la tasa efectiva no debe apartarse mucho de la de nuestros países competidores”.

—¿Qué nota le pone al gobierno de Boric?

“Con los años me he transformado en un profesor comprensivo, ‘buena onda' y generoso. Por ahora, el Gobierno saca un 3,5. Vale decir, reprueba. Pero, claro, hay tiempo para un repechaje. El problema es que cada vez que levanta la cabeza y todo parece ir bien encaminado, comete un nuevo error. En mis largos años como profesor universitario he tenido alumnos que son así, llenos de entusiasmo, pero con gran dificultad para hacer las cosas bien. Algunos logran enmendar rumbo, y otros no lo hacen. Se quedan empantanados, atrapados por sus consignas y prejuicios”.

—¿Y cómo evalúa el manejo económico del Gobierno?

Por ahora obtiene una calificación de 5,3, con buenas perspectivas para mejorar”.

—¿Cuál es el mayor desafío que tiene el ministro Marcel? ¿La consolidación fiscal, contener las presiones por mayor gasto, en medio de un escenario político y social que promete seguir crispado y con visos populistas?

“Mario Marcel es una de las luces en la administración. Ojalá tuviera más influencia. Nos ayudaría mucho. Su desafío central es devolverle la confianza al sector privado, para que este se dedique a trabajar, invertir, innovar, y dar empleo. Esto no es fácil, ya que muchas de las causas detrás de la desconfianza escapan de su control. Hay temas económicos, legales, de política internacional, de seguridad, y de caprichos —como el rechazo a Dominga por razones políticas—, que han contribuido al desasosiego. Marcel no puede lidiar con todos. Necesita ayuda del resto del gabinete, pero más que nada necesita ayuda del Presidente”.

—Un tema que generó polémica y que gatilló una crisis en el Gobierno fueron los indultos otorgados al exfrentista Jorge Mateluna y a seis condenados por delitos cometidos en el marco del estallido del 18-O. ¿Qué opinión tiene de este tema?

Fue un error político mayúsculo. El episodio me recuerda a esos alumnos un tanto rebeldes que pasan, sin aviso, de la poesía a la embarrada”.


 

Que buen aporte habría sido Edwards…Una lástima que se lo farrearan los partidos políticos.

Salvo las notas, que son generosas sin duda, me cuesta encontrar algo en lo que diferir, en términos generales y particulares. Salvo el alcance sobre las constituciones protectoras versus aspiracionales. O de derechos negativos versus positivos. Creo que es imposible conciliar ambos aspectos. O restringes al gobierno o le abres la puerta, o una ventana.

SO…

Para leer una opinión razonable, de alguien progresista y por ende de izquierda económica en esencia, en lo que discrepo profundamente, pero con quien se podrían llegar perfectamente a consensos en aras de mejorar el estado general de cosas, porque no es ideológico. Se puede ver y se nota que modifica sus puntos de vista en la medida de la evidencia que va recibiendo o procesando.

Ese era el estado de cosas antes de los narcisos. Podías conversar con alguien de izquierda y derecha y llegar a acuerdos. Ahora son trincheras ideológicas insalvables.

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8 comentarios:

  1. Ahí no mas Edwards. Mejor José Piñera o buchi.

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    1. Tal vez. Tengo hartos puntos de encuentro a lo que piensan ambos económicamente. Pero son inelegíbles.

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  2. Eligieron a puros pasteles.
    Aunque nada nuevo, políticos siendo Políticos

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  3. Será rechazado nuevamente la propuesta de este nuevo proceso?

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    1. No creo, dudo que estos "expertos" hagan el ridículo como la anterior cc en su forma de actuar, aparte los políticos están felices.
      Esta nueva propuesta será aprobada si o si.

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  4. Veamos, juan apuesta en rojabet 1000 a que gana el pc, pedro en cambio apuesta 1000 a que gana la udi en 1xbet, yo mas inteligente apuesto 1000 a cada uno en las dos plataformas de apuesta con factores sobre 2. Bueno algo ganaré .... Peroooo sale empate shuuuu todos perdimos, no te lo puedo creer, excepto que la casa gana y uno que otro descolgado, noooo sorpresa.
    Entremedio y sin enterarnos el sistema mete a todo el ganado en ciudades dejando tierras libres para macrogranjas cuyos dueños son pocos (y semillas que decir con BayerMonsanto), o meter ideologías de género en niños y muchas mas tonteras para que no sepan dicernir de lo estúpido o sentido común.

    https://m.youtube.com/watch?v=yo7mv0Ptato

    Ok, y que hacemos, pienso que por lo pronto rechazar y estar atentos a la siguiente jugada en el tablero.

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  5. igual siendo un casi del MIR, lo encuentro terrible pussy.

    https://www.elmostrador.cl/mercados/2017/08/09/sebastian-edwards-socialista-pero-no-demasiado/

    Igual que Marcel, al final son zurdos de corazón pero libertarios en la razón, o quizás no tanto.

    y de ambos lados cuestionaron al mas bacan que es Sebastian E. y zurdo.

    No va resultar la NC, ya no fue, si alguien tienes que tener es este weon.

    Hasta Marcel podría haberlo bajado porque le podría hacerle sombra, ya no le importa hacer las cosa bien a Marcel, cacho el poder...

    ya cacho mentir; tenemos superávit

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  6. —¿Cree que Chile perdió sin su nominación? Bettina Horst es la única economista del grupo. ¿Es suficiente?

    “El grupo nombrado tiene personas valiosas y con mucha experiencia; hay verdaderos expertos y expertas. Pero la verdad es que tengo dos reparos. El primero es que la derecha nombró a un muy alto contingente de exmiembros de la administración Piñera, personas que fungieron en el gabinete y como subsecretarios y subsecretarias. Esto no es saludable. Creo que Chile Vamos cometió un enorme error al no nombrar a caras nuevas...

    la derecha no va ser la ganadora, se volverá a repetir el 50 y 50, pero no sera arrolladora, menos ahora con listas separadas, le quitara mucho piso a los republicanos.

    sigue rugiendo al parecer Ricky Lake.
    El PPD no reflexiono nada, sabia que tenia que hacer.

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