—Para usted, ¿cuáles son los principales factores que explican la baja aprobación presidencial?
—El desorden, la falta de control y un poco la sensación de despelote que las personas perciben y viven a diario son factores que inciden mucho en la baja valoración del Presidente. En los medios de comunicación se ven crímenes brutales, balaceras, redes de narcotraficantes, robos, una inmigración sin control. Las personas se lo cobran al Presidente. El costo de la vida —donde todo sube, menos los salarios— es también una fuente de desaprobación. Sumemos que el proceso constituyente y su idea refundacional fue de un desgaste muy grande para el país, con un resultado que terminó salpicando al Presidente Boric. Todo junto está siendo difícil de remontar.
“El Presidente parece ser una persona reflexiva y debe señalar con claridad el rumbo para el país a partir de las posibilidades políticas reales que tiene hoy. Construir mayorías debe ser su vocación”.
—¿Un cambio de gabinete serviría para recuperar la aprobación?
—Los cambios de gabinete permiten enmendar el rumbo y son una alternativa eficaz para generar pausa y volver a empezar. Pero no son una receta mágica, obedecen a un diseño. Puedo cambiar varias veces a miembros del gabinete, pero si no hay claridad en el propósito, terminan siendo vacíos. La pregunta es cuál es el diseño político que está en juego en el Gobierno.
—¿Comparte la tesis de que el Presidente debe alejarse de Apruebo Dignidad y acercarse al Socialismo Democrático?
—Tenía un profesor que nos decía que jamás había que enamorarse de la oferta que uno tenía, sino entender la demanda. Yo puedo tener un programa extraordinario en la mano, pero no puedo llevarlo a la práctica a contrapelo de la situación política actual. La sabiduría que se espera del Gobierno y de sus dos coaliciones es calibrar qué del programa se puede realizar y qué de la contingencia debo gestionar a la luz de mis valores, siempre en sintonía con el clima político y social.
—Considerando todo lo anterior, ¿qué espera de este 2023 para el Gobierno y el Presidente?
—Deben comprender que no hay tiempo. Actuar con carácter de urgencia. El proceso constituyente que comenzará tapará mucho la agenda del Gobierno y el Presidente deberá administrar las promesas, las expectativas y la realidad. Debe ser capaz de colocarnos un horizonte posible y esperanzador en medio de este panorama de nubarrones.
—¿Es posible abordar lo urgente en el contexto de las “transformaciones estructurales” que el Presidente señala?
—Combinar bien ambas cosas es una clave, y eso requiere un diseño y disciplina en la gestión, en la política y también en los énfasis comunicacionales.
“Las personas quieren sentir que están al centro de las decisiones, que el Gobierno las ‘escucha' y trabaja para resolver sus problemas, por la simple razón de que han esperado demasiado”.
Roberto Izikson: “Es poco probable que mejore su aprobación en el año dos del mandato”
“Al Presidente se le critica la falta de experiencia y sus constantes cambios de opinión”.
—Un liderazgo cada vez peor evaluado, ¿qué le está pasando al Presidente?
—Yo creo que hay dos tipos de factores, los estructurales y los coyunturales. En lo estructural, el Presidente recibe un país en unas condiciones mucho más difíciles que las que tuvieron sus antecesores con temas como los efectos de la pandemia, la inseguridad o la crisis económica. En ese contexto, el diagnóstico que hizo el mandatario para su primer diseño no estuvo a la altura de los desafíos y eso implicó un desgaste natural, sumado a la falta de experiencia de quienes llegaron al poder. En segundo lugar, a esos elementos se les agregan factores coyunturales, como la mala evaluación de la gestión de la ministra Siches, el haber apoyado de forma decidida al Apruebo y la derrota que sufre con el Rechazo, los errores en algunos nombramientos y en las últimas semanas lo de los indultos. El Presidente Boric tiene la característica de no haber tenido luna de miel, algo habitual en los primeros años, donde la aprobación se mantiene más alta que la desaprobación y las expectativas son altas. Nada de eso le ha ocurrido. Los niveles de aprobación de Boric hoy día son solo asimilables a un post Caval o a un post estallido social.
—Sobre la figura propia del mandatario, ¿hay algún elemento que la ciudadanía esté echando en falta?
—Yo creo que al Presidente se le critica la falta de experiencia a la hora de gobernar y sus constantes cambios de opinión. De alguna manera ese es el elemento de la figura presidencial en donde más se le castiga por parte de la opinión pública.
—¿Cree posible que el Presidente Boric recupere su aprobación este año?
—Es poco probable que un presidente recupere su aprobación en el año dos y tres, que son los que nosotros llamamos la fase del invierno. Es un período de alta desaprobación y los cambios que podrían ocurrir entre medio son muy coyunturales y no suelen ser estables en el tiempo. Tendría que ocurrir algo muy fuera de norma para reencantarse con la figura del Presidente. Si el Gobierno se hiciera cargo de la falta de experiencia, de la delincuencia o la inflación efectivamente podría haber un cambio.
—¿Por dónde pasan las posibles soluciones para que el Presidente mejore su aprobación?
—Yo no veo tan relevante el cambio de gabinete, pese a que se ha instalado como una necesidad. Debe venir acompañado de algo más grande. Eso para mí podría ser que el Presidente busque recuperar la agenda mediante un acto parecido a una Cuenta Pública donde haga una revisión de lo que fue este año y trace una hoja de ruta para los próximos tres. El otro camino es tomar soluciones concretas para enfrentar la delincuencia y la inflación y que la ciudadanía sienta que se está avanzando.
“El problema concreto es que hoy los ministros no están funcionando como fusibles; todos los temas le impactan de forma directa al Presidente. Por eso la ministra Tohá y el ministro Marcel, que están buscando soluciones para los problemas más urgentes, están con aprobación sobre 60% y el Presidente está en 25%. Esa brecha no es algo habitual y eso tiene que ver con la figura presidencial y no tanto con los ministros del gabinete. Boric suele ganar cuando su discurso es más el de segunda vuelta que el de primera, cuando es un discurso gradual y moderado, pero tiende a veces a perder ese centro”.
Cristián Valdivieso: “Después del 4-S Boric se quedó sin relato”
“El rol del Presidente debe ser de marcar el rumbo del país”.
—Para usted, ¿cuáles son los principales factores que explican la baja aprobación del Presidente?
—Gobernar, desde hace mucho tiempo, es un acto muy complejo y todos los presidentes desde Piñera 1 han gobernado en promedio con más desaprobación que aprobación. Dicho eso, al estar bajo el 30% el Presidente está sintiendo la crítica de la ciudadanía y se está quedando solo con su apoyo más duro.
“Ahora, para mí hay dos cosas que priman en lo grueso. Una es que la ciudadanía luego de los errores no forzados que ha visto recurrentemente en el Gobierno durante los primeros 10 meses ha perdido la confianza en su capacidad de gestión. Esto genera mucha incertidumbre porque la ciudadanía siente que está en manos de un Gobierno que no está cumpliendo. En segundo lugar para mí la ciudadanía está viendo a un Presidente que titubea mucho, que no es claro en torno a los giros que está haciendo y la convicción que tiene sobre los mismos. Eso genera la duda de si el Presidente es ese que dice buscar grandes acuerdos recordando a Patricio Aylwin o ese que en cuanto siente un poco de confianza vuelve a ser el de la primera vuelta”.
—¿Es posible para el Presidente generar un relato coherente conviviendo con estas dos almas?
—Después del 4 de septiembre el Presidente se quedó sin relato, sin un propósito de por qué gobierna el país. Eso genera dudas de cuál es el sello de este Gobierno, porque su relato tenía que ver con el abrazarse a la propuesta constitucional anterior. Esa falta de relato lo deja solo en el ámbito de la gestión, donde, como ya mencioné, la gente duda de sus capacidades. Para cambiar esto el Presidente debe definirse y dejar esta impronta medio hamletiana que tiene de ser o no ser para decidir si quiere convertirse en un mandatario que apuesta por grandes acuerdos y una coalición grande y más centrista o va a optar por un gobierno más orientado a su sector y menos gradualista. Ambas opciones son legítimas y tienen costos y beneficios. Hoy, como dijo alguien por ahí, su gabinete es más un aglomerado que un conglomerado.
—¿Cree posible que el Presidente recupere su aprobación después del caso indultos?
—El Gobierno perdió la agenda, que hoy está en manos de la oposición, así como los temas de seguridad. La pregunta es cómo la recupera y para mí eso pasa por un cambio de gabinete profundo que permita dar una señal de que van a ir en una dirección y no se van a contradecir, ya sea girando hacia la centroizquierda o manteniéndose como un gobierno que representa a su coalición original.
“El Presidente se ve ansioso por corregir el rumbo porque se siente arrinconado. Yo creo que tiene que estar presente, pero estar menos en la primera plana y tener ministros más empoderados. Su rol debe ser más de marcar el rumbo del país que de estar dando respuestas de errores que están cometiendo otros. Eso es fundamental”.
—¿Se puede proyectar qué va a pasar con la aprobación del Presidente este año?
—Como nadie está esperando nada del Presidente, que remonte 10-15 puntos ya sería muy bueno. Pero lo normal es que en los segundos años a los gobiernos les vaya peor. El 38% que tuvo el Apruebo es el límite mínimo al que debería aspirar; sobre eso, todo número es bueno.
Cada vez peor evaluado en las encuestas:
Un Presidente sin relato : diagnóstico y soluciones para su baja aprobación
Solo 25% de valoración positiva en la última Cadem. La derrota del 4-S, las contradicciones en su gestión y un escenario país cada vez más complejo son algunas de las explicaciones que permitirían entender mejor el fenómeno. Acá cuatro analistas lo abordan y proponen posibles caminos a seguir, pese a no haber consenso en si un cambio de gabinete ayudaría a modificar esta situación. Juan Pablo Guzmán
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El caso Indultos complicó aún más al Presidente Boric. Claudio Cortés
Paola Assael: “No está llevando adelante una propuesta de valor; solo reacciona a lo que ocurre”
“El Presidente debe dejar de ser reactivo y empezar a ser propositivo”.
—De acuerdo con diversas encuestas, el Presidente cada vez es peor evaluado. ¿Qué le está pasando?
—Obviamente cómo le está yendo al país se correlaciona con la evaluación del Presidente, quien es el líder. Tenemos un escenario que no es auspicioso, con una crisis de inseguridad desatada y un panorama económico adverso, y el Presidente ha tenido cambios de postura y errores en su gobierno que han ido generando desconfianzas y sensación de incompetencia. Esto lo hemos visto en temas como los retiros, los estados de excepción y ahora los indultos. Un mes después de haber dicho que va a ser ‘un perro contra la delincuencia' indulta a 13 personas, la mayoría con un extenso prontuario. Ahí hubo un desacierto muy fuerte, porque va en contra del deseo de la mayoría, además de ser un giro contra los grandes esfuerzos que está haciendo la ministra Tohá en la agenda de seguridad. Lo que vemos es que ha habido reacciones que no le ayudan al Gobierno y por otra parte han sido reactivas. El Presidente no está llevando adelante una propuesta de valor, sino que está reaccionando a lo que ocurre.
“Una cosa muy positiva que ha tenido históricamente el Presidente es que su tono es empático y cercano y ha tenido la humildad para reconocer sus errores. Eso lo ayudó a que lo escogieran. Eso se transforma ahora en una debilidad cuando no se sabe qué esperar de él. A veces abusa de esto, sumado a una cierta informalidad y salidas de libreto que debilitan su liderazgo. A mi parecer las características, el tono y el estilo debiera ser ahora uno competente y valiente en el sentido de que hace las reformas que hay que hacer”.
—¿Siente entonces que ha habido una falta de relato por parte del Presidente?
—Totalmente. Sus giros han sido muy drásticos, lo que genera una disonancia cognitiva inmediata entre las personas. Esto hace que uno se pregunte cuál es la promesa del Presidente a los ciudadanos. Yo creo que esa promesa debe reformularla, porque no es claro a dónde quiere llegar y con qué equipos quiere hacerlo. A mí me parece que, con urgencia, él tiene que plantear cuál va a ser y cómo lo va a lograr. Una cosa son los buenos deseos y otra es la ejecución. Las promesas con las que llegó a La Moneda eran la inclusión y la equidad y ninguna de las dos las está concretando.
—¿Cómo se logra eso que usted menciona?
—El Presidente tiene una oportunidad histórica. El principal problema del país es la delincuencia, por lo que si decide enfrentarla, tiene a todo Chile alineado con el mismo objetivo. Lo importante es que él tenga la valentía para realmente hacerse cargo de la seguridad, cueste lo que cueste. Él no puede no tener propuesta de valor. Para mí la agenda de seguridad es la base y luego la equidad sustentable es una promesa que él debe cumplir.
—¿Qué esperar entonces, un Presidente más presente o uno que pase a la retaguardia?
—Yo creo que el Presidente ha estado dejando mucho en manos de sus ministros y me parece que para recuperar el liderazgo debe tomarlo él y luego administrarlo. El dejar de ser reactivo y empezar a ser propositivo es algo que debe hacer él.
Y el periodismo, analistas, cientistas políticos varios y demás deben entender que el narciso no está ni ahí…
Me escapan estos análisis, a esta altura. Los entendería en los dos primeros meses, pero ahora?…
El narciso mayor no tiene NINGUNA capacidad de gestión. PERO NINGUNA.
Porqué le siguen asignando capacidades presidenciales, o reflexivas es un misterio de la vida.
Creo que simplemente es la negación de que ayudaron, en buena parte, por acción u omisión, a elevar al estatus actual presidencial a un bueno para nada. A SABIENDAS. Porque todos lo veíamos. Todos los que tienen un par de neuronas al menos.
Tal vez pensaban que lo podrían controlar?… No sé en realidad que pensaban periodistas y académicos que apoyaron a Boric.
Que puede hacer Boric?
Nada.
Porque no sabe hacer nada. No sabe negociar, no sabe de gestión, no sabe de matemáticas, no sabe de economía, no sabe de política real, solo pedir huevadas en modo revolucionario…
Es un bodrio político andante.
Que la corten con esperar que haga algún cambio de rumbo o ruta de nada.
No está ni ahí. No le interesa cambiar de ruta o rumbo de todas maneras.
Llegó a lo más alto del podio que un bueno para nada ñuñoíno podría haber esperado jamás. Con cero credenciales y méritos llegó a presidente. Y está hecho de por vida.
No le interesa el bienestar de la gente. Si le interesara no se habría presentando a presidente en primer lugar, porque entendería que necesitaba pulirse para ello. Mucho menos colocar en cargos críticos a buenos para nada reconocidos o evidentes, como colocar a una veterinaria a cargo de defensa o una médico en Minería.
NO ESTÁ NI AHÍ.
Ahora que sabe que está muerto políticamente, va a navegar a vela. Y va a tratar de hundir con el a todos los que pueda políticamente. Así piensan los narcisos. Si me hundo yo, se hunden todos.
Por eso quieren hacer una lista única. Para delegar responsabilidades. En dos listas sería evidente el agujero negro de caca política que es Boric. Y si hay algo que a los narcisistas no les gusta, de hecho es su kriptonita, es que sean expuestos por el fraude que son y la humillación correspondiente posterior.
En fin.
Sigo sin entender que a esta altura le asignen algún valor al cabeza de chorlito que tenemos como presidente y los buenos para nada que lo acompañan. No lo pueden creer. Todavía deben estar en shock. Como Hassler en Santiago.
Deben estar anonadados del ahuevonamiento generalizado del votante promedio que les permitió salir electos.
Y deben estar contando con ello de nuevo, a pesar del 4S.
Naaa, son giles. Les contamos un par de cuentos y los engrupimos de nuevo…
Una segunda derrota va a ser un derrumbe completo y creo que ahí veremos lo peor de este gobierno. Ya no van a estar ni ahí con la gestión de nada. Ni siquiera de lo muy mínimo que están tratando de hacer o aparentar ahora.
Va a estar duro reconstruir.
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Que hasta el bombo fica lo webee ya es mucho.. le pusieron el che copete de ñuñoa LOL XD
ResponderEliminarEse fue Luis Slimming jajajajaja
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