La arremetida del Partido Comunista y de organizaciones de DD.HH. —muchas de ellas ligadas a ese partido— contra el Presidente de la República y de su asesor para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, Patricio Fernández, da cuenta de las mayores tensiones internas dentro de la coalición Apruebo Dignidad desde el inicio del gobierno. De ahí que algunos analistas de la centroizquierda han visto detrás de este comportamiento la finalidad de “sabotear al Presidente”. Y es que, desde el punto de vista político, se trata de una lucha de poderes en que el PC busca imponer una agenda, aprovechándose quizás de la debilidad del Frente Amplio y de la propia autoridad presidencial, profundizada en los últimos días por las sucesivas denuncias de corrupción.
Primero, ante las palabras del Presidente Gabriel Boric pronunciadas hace algunas semanas, en orden a que la Unidad Popular “es un período a revisar y desde la izquierda tenemos que ser capaces de analizarlo con mucho mayor detalle y no solamente desde una perspectiva mítica”, surgieron de inmediato críticas de dirigentes comunistas. Entre otros, el diputado Boris Barrera lo acusó de “caer en el mismo juego de la derecha y justificar el golpe”, mientras el dirigente sindical Eric Campos le atribuyó “revisionismo” y lamentó que “por moda, por rating o por encuestas se suba a ese carro”. Luego de aquello, el Presidente no ha vuelto a insistir en el punto. Después, ante las recientes declaraciones de Patricio Fernández, quien respecto del Golpe sostuvo: “Ok, tú podrás y los historiadores y los politólogos podrán discutir, por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es qué sucesos posteriores a ese Golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio”, las reacciones fueron más duras. El PC y organizaciones de DD.HH. exigieron su salida y lo acusaron de negacionista, entre otra serie de descalificaciones.
Otra expresión de Fernández de comienzos de junio tampoco ha debido ser del agrado de los comunistas, específicamente, cuando dijo que, “si en lugar de haber sucedido lo que sucedió aquí se hubiera instalado una dictadura marxista, que genera los mismos mecanismos y los mismos métodos, anulamiento de sus contrincantes, estaríamos diciendo lo mismo o querría yo creer que estaríamos diciendo lo mismo: que eso (violaciones a los derechos humanos) es inaceptable”.
De más está decir que el Presidente Boric y su asesor han sido explícitos en la condena a las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el régimen militar y en destacar que no admiten justificación, pero ello no parece ser suficiente para un sector de la izquierda que pretende impedir cualquier debate crítico respecto de lo ocurrido durante la Unidad Popular. Ello, por cierto, es plenamente coherente con la insistencia del PC —aunque no solo de ellos— de consagrar penalmente la figura del “negacionismo”, que llevaría a imponer una verdad oficial y permitiría usar esta norma en contra de sus oponentes políticos.
Quizás sea bueno en esta materia recordar un pasaje del Informe Rettig, que al tratar el marco histórico —el que naturalmente, como toda interpretación, es y ha sido materia de debate— sostuvo, refiriéndose de modo específico al 11 de septiembre de 1973: “No compete a la Comisión pronunciarse sobre los hechos ocurridos ese día y los inmediatamente posteriores, sobre si ellos fueron o no justificados ni sobre si existía o no otra salida para el conflicto que los originó. Además, respecto de todas estas materias puede existir y existen, legítimamente, distintas opiniones. (...) El conocimiento de la crisis de 1973 se hace entonces indispensable, tanto para entender la gestación de las posteriores violaciones de esos derechos que hemos debido investigar, como para prevenir que ellas se repitan. Esto, en ningún caso, como ya se ha dicho, puede ni debe entenderse en el sentido de que la crisis de 1973 justifique ni excuse, en ninguna medida, tales violaciones”.
Lo comentado ayer en el LIVE.
Los tontos útiles están dejando de ser útiles.
Por eso no te asocias con el PC. O te absorben o los combates políticamente, idealmente. No hay puntos intermedios.
El único “clivaje” político que le queda al PC es salvar a Allende y su “mito” y por ende no pueden permitir que se revise el periodo que llevó al golpe.
No lo pueden ya impedir desde los medios masivos y la oposición, pero…DAMN SURE no lo van a permitir desde sus lacayos y tontos útiles en el gobierno…
Que se creen estos esclavos de mierda?…
Mi feeling general es que el PC está a punto de tirarle la cadena al gobierno.
No lograron lo que querían usándolos como canalizadores de sus huevadas, y ahora simplemente ya no tiene ninguna utilidad formar una alianza en un gobierno que se está desplomando por segundo y peor aún está contaminándolos con las mierdas octubrista verde hippie diversa y deconstruida en la que por supuesto no creen ni apoyan, y aún mucho peor, está colaborando, o al menos permitiendo por inacción, en deconstruir el mito de Allende que les ha dado de comer por 50 años.
Creo que está más cerca el colapso o desmembramiento de la coalición de gobierno de lo que parece.
Que significa eso?…
Ni idea.
Por eso no armas coaliciones con el PC, especialmente si va a ser una parte relevante del gobierno. Que tan retardado hay que ser para darle poder político al PC pensando que va a ser leal?…
Probablemente el Lenin a cuenta y el Che Guevara al peo se creían más vivos de lo que realmente son armando alianzas con unas víboras ultra traicioneras y ultra venenosas…Ellos se creían víboras también probablemente…
FUCKING RETARDS…
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ya no se usa el fucking retards, se usa el without consent pasive sex with special mental skills people o WCPSSMS.
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