Hillary Clinton lleva más de 40 años ligada a la política estadounidense. Primero como una entusiasta joven republicana en la Universidad de Wellesley, más tarde como primera dama en el mandato de su esposo Bill Clinton (1993-2001), luego como senadora por Nueva York (2001-2009) y finalmente como secretaria de Estado en la administración de Barack Obama (2009-2013), uno de los cargos más importantes de la política norteamericana. Mientras ocupaba ese cargo, Clinton incluso alcanzó una popularidad del 64%, durante el primer mandato de Obama, la más alta del gabinete.
En julio pasado Clinton hizo historia al convertirse en la primera mujer en ser nominada como candidata a las elecciones del 8 de noviembre por uno de los dos principales partidos del país.
A pesar de su trayectoria y experiencia -aparte del hecho de que es favorita para llegar a la Casa Blanca- la abanderada demócrata tiene algo en común con su rival republicano Donald Trump. Esto porque parte importante de la ciudadanía tiene una opinión desfavorable de ambos. Según una encuesta de ABC News/The Washington Post, un 55% posee una opinión negativa de la candidata, mientras que un 43% piensa lo contrario. En el mismo sondeo, Trump alcanza un nivel de desencanto del 70% versus un 29% que sí tiene una buena imagen de él.
Ambos comparten un récord. Son los candidatos más impopulares de la historia reciente del país, título que anteriormente lo ostentaba el republicano George. H.W. Bush en 1992. Ese año, Bush perdió la reelección frente a Bill Clinton.
¿Qué hace que Hillary Clinton no logre encantar a los estadounidenses?
*Problemas de confianza
Parte de los norteamericanos no confía en Hillary Clinton. Así de categórico. Según una encuesta de CNN de mayo, un 68% consideran que Hillary es una “persona deshonesta o poco confiable”. La ex primera dama se ha visto envuelta en distintas polémicas a lo largo de su carrera. Una que la persigue hasta hoy se desató a comienzos de 2015. La prensa estadounidense reveló que durante su gestión como secretaria de Estado, utilizó una cuenta personal para comunicarse, algo que está prohibido por ley.
La investigación reveló que Clinton usó servidores privados y que varios de sus mensajes incluían información confidencial que podría haber estado expuesta a “actores hostiles”. “Problemas relacionados con la ética la han perseguido por mucho tiempo. En 1990 hubo cuestionamientos de sus finanzas personales y más recientemente su manejo de información clasificada”, aseguró a La Tercera el analista político John Pitney.
*El fantasma de Bengasi
El 11 de septiembre de 2012 murieron en la ciudad libia de Bengasi cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador, Chris Stevens, durante un ataque de milicias islámicas contra la sede diplomática. Hillary Clinton fue cuestionada entonces por los problemas de seguridad de la sede diplomática, advertidos por funcionarios del Departamento de Estado meses antes del ataque.
A pesar de que un informe del FBI no encontró evidencias de que Clinton actuara en forma negligente para proteger a los miembros de la diplomacia estadounidense, el ataque la sigue persiguiendo. Recientemente, los padres de dos estadounidenses que murieron durante al ataque presentaron una demanda contra la candidata demócrata.
“Comenzó su cargo con alta aprobación, pero la política exterior de la administración de Obama la ha metido en muchos problemas: Libia, Siria, Crimea e Irak, por nombrar sólo unos pocos”, plantea Pitney.
*Rostro del establishment
Las extensas credenciales políticas de Hillary Clinton son al mismo tiempo uno de sus principales problemas. La ex senadora neoyorquina es un rostro asociado al establishment, a las grandes corporaciones. Pero ocurre que este año los candidatos que se presentaron como antisistema, como el propio Donald Trump y Bernie Sanders, lograron atraer a un público masivo. “Su gran problema es que su partido ha estado en el poder por dos períodos. En este punto, muchos votantes usualmente quieren un cambio”, explicó Pitney.
Debe ser una pregunta retórica…
Porque es una política clásica.
Esto es, corrupta, mentirosa y clasista.
Es evidente para todo el mundo esto. Y va a quedar aún más en evidencia cuando comiencen los debates presidenciales, donde Trump se va a hacer un festín.
Nixon fue despojado de la presidencia por 18 minutos borrados de una cinta en el escándalo de Watergate. Hillary borró la mitad de los probablemente miles de mail oficiales enviados desde un servidor privado. Estuvo involucrada en escándalos mientras fue primera dama, al punto que para muchos en esa época, la escandalosa era ella y no Bill.
Promovió junto a su esposo la entrega en bandeja de los estudiantes a los banqueros al quitar la posibilidad de declararse en bancarrota por los préstamos estudiantiles.
Anuló junto a su esposo la regulación Glass Steagle que impedía que los bancos de inversión y los bancos comerciales tradicionales se fusionaran en sus operaciones, creando la enorme burbuja de derivados que casi termina con la economía mundial en el 2008.
Se cree que tuvo un rol principal en la masacre de Bengazi en Libia, más que por negligencia, por intereses particulares aún no demostrados.
Sus ingresos provienen de charlas, la mayor parte de los cuales son financiados por los banqueros de Nueva York.
Insisto. Debe ser una pregunta retórica la del porqué la gente no confía en ella.
Esta es la clase de político por la cual el mundo está comenzando a rebelarse. Algo parecido a los Girardis, Navarros, Andrades, Novoas, Longueiras, Orpis y un largo y transversal etc…
Por una parte sería una lástima que no saliera elegida. Se merece ser recordada para la posteridad como la presidente que hundió a USA. Cosa que va a pasar igualmente sea quien sea que salga electo.
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