La querella por injurias, anunciada por los proveedores de insumos en contra del Ministerio de Salud (Minsal), luego que el ministro Jaime Mañalich asegurara colusión ante la Fiscalía Nacional Económica, ha mantenido en tensión a los hospitales y consultorios del país, ante una posible emergencia sanitaria, producto del desabastecimiento de medicamentos.
La acusación que comenzó en la Región de Valparaíso, con el hospital Carlos Van Büren, donde se aseguró una deuda de $1.800 millones, ya ha sumado a varios centros. El último es el Hospital San José (RM), donde la unidad de farmacia anunció el cese de antibióticos de uso habitual.
En este contexto, PULSO accedió a la evaluación financiera, que reciben los jefes de servicio de manera reservada- a junio 2019- de todos los Establecimientos Autogestionados en Red (EAR), donde se percibe la advertencia a los directores sobre las cifras rojas de los 39 indicadores monitoreados, entre ellos la sostenibilidad económica, que por lejos resultó la más deficiente.
El informe preliminar señala que la deuda en los EAR es de $304.705 millones, lo que equivale a un aumento de 18% en relación al mes previo. De los establecimientos calificados- con nota máxima de cuatro puntos- “existen 48 establecimientos con puntaje cero y 15 establecimientos con puntaje cuatro”.
El diputado Juan Luis Castro (PS), indicó que “se trata de una deuda inmanejable, porque si lo proyectamos a diciembre podría superar la máxima deuda alcanzada el 2018. Esto explicaría por qué gran parte de los hospitales no pueden cumplir los plazos a 60 días con proveedores, entonces no hay que culpar al empedrado, como lo ha hecho el ministro”.
En el ítem “Devengamiento Oportuno Proveedores”, con la misma calificación, “a junio el promedio del puntaje obtenido sigue siendo de 2,3 puntos, al igual que el mes anterior”. Ahí 35 establecimientos tienen puntaje entre 4 y 3 puntos, y 18 establecimientos tienen 0 puntos.
Plazos
La Subsecretaría de Redes Asistenciales también midió la recaudación de ingresos propios, indicador que exige que se cumpla a lo menos con el 70% recaudado. Sin embargo, “se han devengado $211.955 millones en el total de ingresos propios, de lo cual solo se ha recuperado el 28,9%”, señala el informe.
El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, explicó que los cambios de los nuevos indicadores BSC (“Balanced Scorecard”) del informe responden a una nueva etapa de exigencia que deben cumplir los recintos asistenciales. “No se trata de verificar procesos, los que ya están instalados, sino que de medir los resultados de las gestiones clínicas y financieras de los establecimientos de salud. El resultado más que preocupante es desafiante”.
Ante esto, el diputado Daniel Verdessi (DC), concluyó que “el ministerio debe replantearse todo el presupuesto, porque fui director de servicio y sé que a fines de año es cuando Hacienda suelta los recursos para disminuir la presión, el resultado responde a que los directores de servicio no tienen el perfil suficiente para hacer economía de escala. Y no los destituyen, los remueven, porque es un cargo político”.
El subsecretario Zúñiga respondió que “si los recintos a diciembre de este año no mejoran sus indicadores, deben avanzar a un plan de mejoras que, por supuesto, será aprobado o rechazado por esta cartera. Luego, se estipula un plazo de seis meses para ser implementado. Si aun así los resultados no son satisfactorios, por el solo ministerio de la ley los directores de hospitales pueden ser removidos”.
Radiografía de “los peores”. Resumiendo todos los indicadores, la cifra promedio señala que apenas siete establecimientos cumplen el 75% de la exigencia del nuevo BSC , siendo en el caso de los EAR, el Hospital San Martín de Quillota el que tiene el más bajo rendimiento (48,65%). Este es un centro Alta Complejidad, con más de 350 mil habitantes a su cargo. Según se explicó desde el servicio, “en la actualidad, posee 98% de ocupación de camas médico quirúrgicas, con una Unidad de Emergencia altamente demandada, por lo tanto, requería una renovación completa de infraestructura, lo que está en ejecución con el nuevo Hospital Biprovincial Quillota Petorca, que registra más de 52% de avance y que responderá a las necesidades de salud”.
En otros ítemes, sobre los hospitales con más bajo estándar de atención, figuran el Van Buren de Valparaíso, el de Punta Arenas y el Hospital Claudio Vicuña. Respecto del índices de ausentismo laboral por licencias médicas, los que figuran con el nivel más alto de ausentismo fueron el Hospital El Carmen de Maipú ; HUAP; Hospital San Borja Arriarán y Hospital de Coronel.
En el “Porcentaje de Horas Ocupadas de Quirófanos Habilitados”, los más bajos resultados están en los hospitales de La Florida (55%), Calvo Mackenna (59%), Linares (60%), Eduardo Pereira (61%) y Hospital Osorno (63%).
La salud pública (y privada) es un desastre, no solo en Chile, en el mundo igualmente.
Junto con la educación, debe ser lo que más ha elevado sus precios en relación a la inflación, y su calidad va empeorando.
Como logras que la gente tenga mejores hábitos de salud y controlas los precios de las atenciones y servicios de salud para que no sean cualquier cosa, en el caso de los privados que te cobran hotelería como si fuera 5 estrellas??…
Se me ocurre que la única manera de controlar esto es con salud pública concesionada tal como otros servicios. Con precios de productos y servicios completamente regulados, parametrizados y transparentes y con una gestión privada de la administración, no de la ejecución. Los doctores son una asco gestionando, y no entiendo el porque dejan a ellos la responsabilidad de la gestión de los centros hospitalarios. No soy un promotor de la intervención del estado en casi nada, pero la salud es un ámbito que creo debe estar mejor regulado y controlado por el estado. Y con Isapres tal como ahora, pero compitiendo contra una salud pública regulada en precios y más eficiente que compita por los tramos de mayores ingresos. Con toda honestidad, a mi me da lo mismo la hotelería si dan los diagnósticos y tratamientos correctamente. De hecho, preferiría que fuera lo más higiénico y funcional, pero incómodo y poco acogedor que sea posible un centro de atención porque no quiero estar ahí mucho tiempo.
Esto también lo va a mejorar la tecnología sin duda. La parte más complicada de la atención es el diagnóstico, y no es difícil ver que en unos cuantos años este va a ser conducido por IA conectada con bases de datos cada vez más grandes.
Tal vez un incentivo negativo a los usuarios de la salud pública en términos de devolución de parte del 7% si no han utilizado el sistema, o en proporción a esto para descongestionar aún más los sistemas. La Salud es extraña en términos de consumo. Lo deseable es que sea mínimo. Pero si aplicas políticas de maximización de rentabilidades, te interesa justo lo opuesto. Por eso debe ser regulada por el estado.
Tenemos que llegar al punto en el cual puedas (y debas) pagarte una atención sencilla por tu cuenta, y que las complejas no te destruyan de por vida patrimonialmente porque las cubre el estado. Ese es el contrato social adecuado. No que salga todo gratis porque eso es imposible.
Imprimir artículo
Los medicos son una mafia. Regulan la oferta de profesionales que salen de ls ues y con ello el precio que cobran. Los otros son ls farmaceuticas que hacen lo que quieren con sus patentes y monopolios. En fin regulando estas dos variables podremos tener una baja de costos enorme en la salud en chile.
ResponderEliminarEso es cierto. Basta ver el Cartel de los Oftalmólogos.
Eliminar