Pablo Lemoine es un referente en el rugby sudamericano. Con 41 años no solo es el técnico que llevó a los Cóndores a su primer Mundial, sino que también fue el artífice del proyecto que logró que Uruguay volviera a una cita planetaria tras 12 años de sequía. Aquellos dos procesos, más el breve pero exitoso paso por la selección de Alemania, hacen imposible que no se realce su figura dentro del hito logrado por el combinado nacional hace una semana. Un método que es claro y que demuestra la forma de ser del charrúa.
“Nosotros partimos con honestidad. Les dijimos ‘esto va a ser durísimo, súper sacrificado, van a tener que dejar muchas cosas de lado, van a perder horas de trabajo, plata y capaz que el premio sea cero’. Ese fue el lineamiento que propusimos y que los chicos aceptaron. En definitiva ese es el éxito de la relación staff-jugadores. Nosotros no les mentimos, les dijimos cómo eran las cosas y aceptaron. Es en esos desafíos donde se ha ido construyendo el equipo, donde se han subido esos escalones”, comenta de entrada el técnico charrúa, en lo que es una explicación detallada de lo que finalmente lanza: “El éxito del programa ha sido la honestidad”.
Una frase que en parte se explica por la vasta experiencia que tiene el técnico. Con casi una década al mando de seleccionados adultos, ya conoce el éxito y el fracaso, siendo estas herramientas vitales para su propuesta. Los tres años en Uruguay, más la temporada que estuvo a cargo de Alemania, justo antes de su llegada al país, son el gran soporte en su día a día con los jugadores. “En la parte comunicacional claramente hoy tengo la posibilidad de comunicar experiencia. Mi mayor capacidad hoy es poder transmitir cosas que funcionan y trato de no comunicar experiencias fallidas”, detalla de forma tranquila en un hotel del sector oriente de la capital.
Es ahí donde se hace imposible no reflexionar sobre esta trilogía de proyectos. Desafíos con similitudes muy claras, en donde la principal es que eran equipos que prácticamente no tenían nada. Por eso, cuando llegó a Santiago, en agosto de 2018, el diagnóstico fue claro y muy parecido a lo que le había tocado. “Las realidades de Uruguay, Chile y Alemania son las mismas. No porque los países quieran hacer lo mismo, sino porque las problemáticas son las mismas: falta de jugadores, competencias locales que no son buenas, resistencia al alto rendimiento y falta de recursos. Esas cuatro eran las principales y después puedes sumar otras, como falta de instalaciones para entrenar, falta de cosas específicas y ahí se va formando una bola de problemas en donde hay que ir agarrándolos de a uno e ir arreglándolos”, reflexiona.
(Víctor Hugo Montalva)
No fue un camino fácil. Desde que llegó, junto a la Federación, tuvieron que llevar a cabo un plan revolucionario, donde muchos elementos que llevaban años establecidos, se tuvieron que desmantelar. Cambios de esa magnitud traen inevitablemente malestar en ciertos grupos, algo con lo que Lemoine tuvo que convivir y lo que finalmente, para él, terminó siendo el elemento más complicado de su gestión. “Lo que más costó fue la falta de aceptación. Sacar gente del status quo, sacar gente que eran reyes de su propio castillo, de un castillo imaginario. Tuvimos discusiones con clubes que eran solamente porque no entendían que el alto rendimiento había llegado, que era algo que estaba retrasadísimo. El último país había sido Brasil en 2014 y nosotros estábamos en 2018 y todavía no había alto rendimiento”, sostiene.
Problemáticas que lograron superarse en su medida, pero que aún no quedaron atrás del todo. Es crítico con el actuar de la liga local y con el conformismo de algunas personalidades de estos mismos espacios. Pese a eso, se le ve feliz en el lugar en el que está. Dice que no tiene dudas de lo positivo de su paso por Chile y que la fecha de expiración de su contrato (diciembre de 2022) no es un problema para él.
Es su unión con el plantel la que lo mantiene satisfecho. Los jugadores confían en él y viceversa, generando las condiciones propicias para que su mensaje y proyecto siga en pie. “Soy una persona que propone un objetivo y, si ellos están dispuestos a aceptarlo, nos comprometemos al 100% todos para cumplirlo. Pero es un objetivo de ellos y mío, es algo general. Soy exigente en el cumplimiento de ese compromiso al que ellos decidieron comprometerse. El día que ellos no decidan comprometerse con algo de lo cual yo estoy convencido que necesitamos para cumplir nuestro objetivo o plan, ese día yo me voy y ellos seguirán. Porque yo considero que son objetivos comunes”, advierte de una forma directa, pero que no se percibe como amenaza.
Y es que apenas lanza esa frase, vuelve a declararse encantado con sus jugadores: “Me ha tocado un grupo espectacular. Tienen una fortaleza aun mayor de lo que yo pensaba y por eso estoy tranquilo de que al Mundial vamos a llegar aun con más herramientas”. A fin de cuentas eso es lo importante para Lemoine. La clave de su método. Uno que le dio a Chile el merecimiento de llamarse mundialista.
Que súper relevante entrevista. Debería ser leída por todos los CEO´s y gente que quiere equipos de alto desempeño en sus trabajos o empresas. Incluso a nivel de relaciones de pareja.
El principal componente para el alto desempeño, o la alta productividad, es la CONFIANZA.
Obviamente en equipos de élite eso trae consigo las habilidades y competencias para el puesto.
Lo que dice el entrenador es MUY relevante. Ser honestos, y eso quiere decir, BRUTALMENTE HONESTOS, implica que los problemas son resueltos en su origen. No se dejan crecer. Son errores y problemas baratos, y que crean el espíritu de cuerpo de que NO SE ACEPTAN LOS PROBLEMAS, NI SE ESCONDEN NI SE DEJAN CORRER, SE LOS RESUELVE LO MÁS RÁPIDO POSIBLE, y por ende al resolverse ellos, todos comienzan a confiar en sus pares, y finalmente en el sistema y sus autoridades.
Así es como deberían ser las relaciones humanas óptimas. Y cuando son de esta forma, en el trabajo, en pareja o en cualquier ámbito, son relaciones de altísima calidad cuyos vínculos perduran por siempre, aún cuando se aparten los caminos por una u otra razón.
El componente principal en una relación de alta calidad de cualquier tipo es la honestidad o la verdad en la interacción. Eso genera confianza. Y eso genera el que puedas hacer y cumplir con tu parte de la relación sin estar pensando si el otro va a hacer las suyas. Está descontado. Eso es un equipo de alto desempeño. Todos hacen lo que tienen que hacer con alta calidad de ejecución confiando en que el resto va a cumplir con su parte igualmente de alta calidad. Y cuando hay un problema, se resuelve lo más rápido posible.
Que interesante tema, y que gran participación va a ser la de los Cóndores. Estoy seguro de que va a ser un gran hito en la vuelta a unirnos como país después de estos años de mentirnos, escondernos y finalmente desconfiar unos de otros, lo que nos lleva al colapso total de la sociedad si seguimos por este rumbo. Va a ser bueno ver a gente que se dice las cosas a la cara incluso de manera brutal, y después de resolver y acordar sus problemas se van a tomar una cerveza juntos. Basta de la cultura progre de cupcakes que no pueden tomar ninguna crítica sin altura de miras o pensar que los que lo hacen son sus enemigos mortales.
Y en el espíritu de lo brutalmente honesto…41 años…REALLY??
TAECHOPI…
Tomás Cruz a los 60…
Debe ser un Alien…
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En wikipedia dice que tiene 47. Tambien me sorprendi cuando vi la foto y la edad.
ResponderEliminarPor supuesto, uno es CEO y se ve en su cuerpo, el segundo es un actor, mas alla de la pelicula no toma decisiones ejecutivas
ResponderEliminarTom Cruise es de los mejores productores de Hollywood, que significa que tomas todas las decisiones ejecutivas de sus películas. Desde al arte al marketing.
EliminarAdyaner, sabes que contadas excepciones el chileno es delicado de piel, no aguanta la verdad, la exigencia o el sacrificio en post de un objetivo... mejor disfrutemos los partidos contra los pumas y los terceros tiempos, mientras podamos 🥲🥲🥲
ResponderEliminarEl chileno vive en la mediocridad. Ya veo que a este dt lo echan o no lo contratan más.
EliminarEstás describiendo al mundo entero básicamente. Los que van contra un objetivo y son cueros de chancho ante las críticas y hacen lo que creen les reportará los beneficios y la felicidad que buscan sin importarles lo que opine el resto suelen ser los ricos y emprendedores. O los sicópatas. La obsesión trabaja de diferente maneras.
EliminarGracias por compartir!
ResponderEliminarEL DT: „….Desafíos….“ en vez de la palábra „Problema“…Es algo que aprendí en empresas multinacionales (líderes en sus rubros en países desarollados)… Un Líder para motivar, núnca, pero núnca!! utiliza „Problema“. De hecho para mí no existe!! Que no quiere decir que que uno no es brútalmente honesto…It has to do with motivation and resilience…Los mejores líderes deben ser capaz (fuera de las capácidades técnicas) de motivar…It enhances the cohesion…Just saying…(I hope that leaders in their fields understood this….)De hecho qualquier líder de un grupo…And it doesn‘t reduce authority.
ResponderEliminarMy spanish sucks, so I hope that you understood….
Para empezar ahí….
Yep,because if you always use the word problem, when there‘s a real problem,the worker perceives it the same way without distinction….
EliminarIn a corporate general enviroment, or public services you are correct. Actually, when you criticize someone you must to say something in the line of "you are doing great, but what about doing it even better this way?...This is not for elite or high perfomance teams meaning they have the IQ to understand what is what in every situation.
EliminarExcelente entrevista dio Lemoine directo al hueso como suelen ser los Rugbistas de carrera, y que buena analogia a los "CEO" hiciste, eso es lo hevy de este increible deporte, como habia comentado, se puede extrapolar a la vida y por dios q da aprendisajes.
ResponderEliminarBien ahí, "Lemo" y Adyaner.
Mis respetos.
Ahora a juntar lukas pal mundial a Francia...LOL, si es q aun existe...ooow
Thanks master.