Dólar descomprime la tensión, acumula su cuarta caída consecutiva y queda cerca de los $ 790

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@DF

En medio de intervenciones por parte del Banco Central y un alza del cobre ante el optimismo de la guerra comercial, el tipo de cambio cerró la jornada bajo los $ 800 y acumulando su cuarta baja consecutiva

De acuerdo a la información entregada por Bloomberg,  la divisa cerró en el mercado local en 791,14, lo que representa una baja de $ 11,78 respecto al cierre de ayer.  Además este es el menor valor para el tipo de cambio en dos semanas.

Hoy correspondió  a la tercera jornada de intervención del ente emisor y al igual que en las jornadas del lunes y el martes vendieron US$ 200 millones en el mercado spot, siendo esta vez a un precio de $ 792,27, además de la enajenación de otros US$ 200 millones por medio de contratos forward, los que se realizaron mediante dos operaciones.

La injerencia del organismo dirigido por Mario Marcel ha llevado a que el tipo de cambio -desde que partió oficialmente las operaciones de venta de dólares- haya caído $ 18,32. De todas formas, en el Central han asegurado que el propósito de la intervención no es dejar el valor del dólar en una cifra específica, sino que más bien controlar la volatilidad a la que se ha enfrentado el peso chileno en las últimas semanas ante la incertidumbre en el mercado ante la violencia de algunas manifestaciones. 

El cobre ha jugado un rol importante para que en esta jornada el peso chileno siga agarrando fuerza. Y es que el precio futuro a marzo del principal producto de exportación del país escala 1,52%. El movimiento se origina ante el optimismo del mercado ante los positivos datos macroeconómicos de China y de un posible acuerdo entre el gigante asiático y Estados Unidos para poner fin a la guerra comercial que mantiene enfrentadas a ambas naciones.

De hecho en el after market llegó a 787.

El tipo de cambio es el factor más importante de análisis de una economía.

Descuenta todo lo que está pasando, incluidos los flujos de capitales y por supuesto la confianza.

Que haya escalado hasta esta altura es indicativo de la percepción de un peligro revolucionario. Con algo de suerte, y medidas que dejaron correr 40 días antes de tomarlas porque los retardados de los políticos siempre se miran el ombligo y pensaron que esto era político o presupuestario y no criminal incluso lanzando la iniciativa de una nueva constitución que a nadie de los que protestaba se le habría ocurrido pedir, vamos a de escalar el riesgo percibido de una revolución, aunque va a persistir el de un cambio de reglas del juego de mercado con la nueva constitución, pero eso es de más largo impacto.

Lo anterior, si se concreta, va a llevar a transar el USD en niveles normales y no de pánico revolucionario.

Lo que nos lleva al problema original. Si ya el USD no es un factor, lo que es bueno, ahora tenemos el problema de liquidez en el sistema.

En un pánico revolucionario o sensación de el, nadie en realidad se acuerda de que tiene que pagar cuentas o deudas por créditos o nada. Simplemente compra en pánico (y con deuda incluso) lo que considere lo protege y que el resto se pudra y nos preocuparemos cuando pase.

Cuando el pánico pasa, como esperemos es el caso ahora, te acuerdas que tienes que pagar esas cosas. También tus acreedores.

Y no hay dinero (ni líneas de crédito que terminaste de reventar)para hacerlo y ahora va a comenzar esa realización. Los bancos van a comenzar a ser más agresivos en los cobros igual que todos, porque a todos les falta dinero para sus propios compromisos.

Estamos despertando de una orgía destrucción y pánico. Ahora hay que pagar las cuentas.

Veremos como sigue evolucionando el USD y si efectivamente el pánico por una revolución amainó y ahora es simplemente la economía la que va a dictar lo que pase.

Con todo, es una gran noticia si seguimos pacificándonos y retomando el orden. De una depresión económica eventualmente nos recuperamos aunque ahora tome mucho más tiempo del que nos habría tomado solo con ella, de una revolución tal vez no por décadas.

Esto va a ser doloroso. Muy, muy doloroso. Pero al menos va a ser en paz si continúa como hasta ahora. Imprimir artículo