Esto es algo que quería escribir hace rato, ya que no deja de asombrarme la increíble resistencia de la estructura financiera mundial ante los embates cada vez mayores de factores de crédito, naturales y de riesgo de conflicto aramado que han golpeado al mundo.
Una de las razones importantes es la confianza en el sistema financiero, en particular pensar que los instrumentos que circulan en el mercado pueden generar ganancias eventualmente (si no no existiría el incentivo a entrar en primer lugar) o evitar perder al salir (la más tonta de las estrategias pero seguidas por todos los fondos mutuos del planeta incluidas la AFP´s). Otra razón es que ciertamente la perspectiva de la gente en los países desarrollados es que la inflación será cercana a cero o negativa, por lo tanto el incentivo a utilizar el efectivo ahora en vez de en un futuro disminuye y por lo tanto no existe la presión sobre el retiro (si la perspectiva de inflación fuera alta, el incentivo a gastar hoy sería mucho mayor por cierto).
Pero la principal razón de la resilencia del sistema financiero en su forma actual es la capacidad de los bancos centrales de expandir la base monetaria de la economía en forma casi ilimitada y por tanto inflar precios y generar divergencias entre los actuales y futuros que generan “ganancias” y por cierto cubrir las espaldas de los bancos insolventes con “dinero” fresco a cuenta de los contribuyentes que verán mermado el poder de compra su divisa. Tiene límite ésta expansión?
En teoría no, toda vez que la definición de la expansión es el multiplicador monetario que está definido como el inverso del porcentaje requerido por los bancos centrales para respaldar las cuentas a la vista de la banca, por ejemplo si la cantidad de reservas a mantener es de un 10% cada nueva unidad monetaria ingresada al sistema generaría 10 en circulación eventualmente. Si esta reserva es 0, el límite de expansión es infinito, por ejemplo en Europa hoy ese límite es de 1%, es decir la expansión es 100 veces el dinero en reservas. Es un poco complicado explicar el funcionamiento de la reserva fraccionaria en detalle en un sólo post ya que implica múltiples conceptos contables, pero básicamente es como sigue: por cada nuevo depósito de dinero en un banco, éste está obligado a emitir el certificado del depósito al dueño del dinero (tu cuenta corriente aumenta), pero también le está permitido legalmente emitir (falsificar?) el equivalente a 10 nuevos certificados (si la reserva requerida es 10%) como entrada en sus libros en la medida que éstos sean debidos a créditos otorgados. Desde otra perspectiva, si el banco recibiera de tu parte 1 onza de oro, éste te daría un certificado “vale por”, pero podría emitir 10 certificados “vale por” para ser prestados con intereses, los cuales al ser pagados “anulan” ésta entrada de 10 certificados y por lo tanto éste “dinero” sale de circulación. Este esquema funciona en la medida en que nadie “reclame” su onza de oro físicamente, es decir, todos confían en que el certificado de “vale por” puede ser canjeado a demanda y por lo tanto nadie lo hace efectivamente. Una vez que el crédito es pagado, la onza de oro nuevamente tiene un sólo dueño (no 10) y por lo tanto el banco puede recomenzar el ciclo de préstamos. Demás está decir que éste proceso de reserva es altamente inflacionario, ya que el banco expande en 10 veces el dinero en circulación. Sin embargo debido al crecimiento de los instrumentos financieros de especulación, mucha parte de ésta expansión en circulante va a la compra de aquellos activos y no se refleja completamente el impacto en los bienes “reales” y también a la perspectiva inducida por un regimiento de especialistas que expresan sus opiniones acerca de la expectativas inflacionarias “reducidas” que desincentivan a la gente a gastar el dinero de manera más pródiga tendiendo a mantenerlo en cuentas corrientes.
Entonces, si el paradigma de inversiones en papeles que suben su precio nominalmente debido a la expansión de crédito y que nadie redime en dinero en efectivo para comprar bienes reales se mantiene, esto puede seguir por décadas (es lo que se conoce como efecto “riqueza” por los bancos centrales, esto es sentir que uno tiene más capital cuando las acciones suben) siempre y cuando más gente entre al sistema a comprar éstos papeles de aquellos que lo quieren vender (los jubilados que quieren recibir su pensión por ejemplo) y que el output económico siempre crezca, no el PIB que se basa en consumo, sino el real de producción de bienes de capital que aumentan la riqueza real (independiente de la distribución de ésta). Si existe menos gente entrando al sistema que la que sale, el paradigma se acaba, ya que no existen compradores para los papeles y por lo tanto la expansión de crédito necesaria para cubrir un aumento en el “valor” de los papeles no existe. Si la producción real de bienes no aumenta, el dinero (riqueza) nuevo entrando al sistema no existe, por lo tanto no se puede producir expansión de crédito (salvo que la tasa sea infinita, lo que implica infinito riesgo de corrida bancaria). Si la expectativa de inflación aumenta y las personas quieren utilizar su dinero en la compra de bienes reales hoy, el paradigma se acaba al derrumbarse la estructura que soporta el ponzi mundial, que es dinero real de hecho o si la confianza (o el conocimiento) acerca de la solvencia de un banco disminuye en un porcentaje definido (en Europa por ejemplo un 4% de retiros de efectivo reales borraría del mapa a la banca).
El real problema hoy es que las inversiones que generan real valor adicional a la economía, estos es inversiones en capitales que producen bienes industriales complejos y por lo tanto aumentan las necesidades de la economía en general y generan trabajo no se están realizando porque se privilegian aquellas especulativas basadas en las diferencias de tasas (que no tiene nada de malo en la medida en que no sean producidas artificialmente por las políticas de un banco central) es decir, se vuelcan capitales a instrumentos que generan (en teoría) ganancias de capital y no flujo real de caja, que es la definición por excelencia de un activo, por lo tanto no existe la inversión necesaria para continuar con el crecimiento real (no el del PIB) y sostener la estructura de deuda.
Entonces, en estricto rigor la expansión de la deuda no tiene límites en la medida que se den la condiciones anteriores, esto es, nadie quiera dinero en efectivo (o muy pocos) todos tengan expectativas de baja inflación, todos piensen que la economía real seguirá creciendo, en particular el valor de los instrumentos en papel, que exista la demografía para que esto ocurra y que los gobiernos del mundo sigan contando con la confianza de los ciudadanos del planeta para seguir emitiendo deuda. Es decir todo se reduce a la realidad, que hasta ahora ha presentado un crecimiento económico monstruoso en el último siglo, y por lo tanto permite uno aún mayor de la estructura monetaria en circulación en todas sus derivaciones de deuda. Si/cuando el crecimiento real se detenga, se acaba el juego. Estamos llegando a ese punto por múltiples factores asociados a demografía y en particular recursos? ESA es la pregunta del millón…
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