PINOSHÉ ES CULPABLE, DUH -- PAES y calidad de la educación: “Un año más, ¿qué más da?”

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Cada año, cuando se entrega el resultado de la prueba de admisión universitaria, cualquiera sea su nombre (PSU, PTU o ahora PAES), la realidad nos golpea. Decimos que nos preocupa la desigualdad en los ingresos (y tenemos claro que depende directamente de las diferencias en la calidad de la educación), que los niños están primero, y que queremos educación pública, gratuita y de calidad. Pública y gratuita hemos tenido siempre, pero ¿de calidad?... cada vez menos.
Nos quedamos en repetir eslóganes vacíos. Pero la verdad es que como país no hacemos nada por cambiar la realidad que se expresa en ese ranking anual de los 100 mejores colegios que vimos en la edición de “El Mercurio”.
Menos del 10% de los alumnos se educan en colegios particulares pagados, y poco más del 90% está en colegios municipales y en colegios particulares subvencionados. Pero, ¿cuántos colegios municipales están entre los mejores 100? Solo tres. ¿Y cuántos particulares subvencionados? Solo uno. Punto. Los otros 96 corresponden a colegios particulares pagados. Y de los 100 mejores, 37 están en solo tres comunas del sector oriente de Santiago.
Estos resultados se repiten todos los años. Hay algunos cambios: por ejemplo, ya ningún liceo “emblemático” está entre los mejores 100. El Instituto Nacional, que por tantos años estuvo en ese ranking, ahora ni siquiera está entre los primeros 200. Como lo recordó ayer en un tuit Óscar Landerretche, el Instituto Nacional (desde donde egresaron en su tiempo 14 expresidentes de Chile) pasó del lugar 9 en 2005, al 201 ahora. Y el Liceo 1 Javiera Carrera, donde estudió nuestra única mujer Presidenta, pasó del lugar 118 al 544. En cambio, comienzan a aparecer en el ranking los primeros liceos Bicentenario, creados a partir del año 2011.
La pregunta de fondo es: ¿estamos haciendo algo por mejorar la calidad de la educación pública, incluyendo en ella también a los colegios particulares subvencionados que son parte del mismo sistema y que se financian con la subvención del Estado? La pregunta puede ser incluso más cruda: ¿nos preocupa realmente como sociedad este tema? Si la respuesta es “sí”, la realidad es que hace muchos años no hacemos nada al respecto.
Veamos por ejemplo en qué ha gastado sus energías y recursos el Ministerio de Educación en la última década. Me referiré solo a los temas de la educación escolar. Gran reforma 1: que el dinero que los padres ponían para la educación de sus hijos a través del “copago” se reemplace por dinero que pone el Estado. Gran reforma 2: para evitar el “lucro”, los colegios particulares subvencionados tienen que transformar su naturaleza jurídica y ser dueños de sus propios establecimientos. Gran reforma 3: los municipios, que han administrado los colegios por 40 años, ahora deberán devolverlos para que los administren los Servicios Locales de Educación. Todas estas reformas, que consumieron mucha energía, muchos recursos y muchas horas de discusión, tienen algo en común. Son todas reformas que podríamos llamar “administrativas”. Ninguna roza siquiera lo que pasa al interior de la sala de clases. Ninguna tiene que ver ni de cerca con la calidad de la educación. Y los resultados están a la vista.
En otros temas, que podrían tener mayor relación con la calidad, las señales son al revés. ¿Pruebas Simce? Ojalá las menos posibles, si podemos suspenderlas no las hagamos, y con resultados escondidos de tal forma que los papás y mamás no puedan comparar entre colegios. ¿Evaluación de profesores? No. Posterguémosla para más adelante. ¿Reconocer el mérito académico y el esfuerzo para quedar en un determinado colegio? No. Mejor confiemos en la “tómbola” y si los papás y mamás quieren algo mejor que lo que les tocó, bueno, que acampen por días y noches frente al colegio a ver si tienen suerte.
¿Qué nos pasa? La posibilidad de cambiar las cosas desde dentro se ve difícil. La esperanza que nos queda es que por fuera del sistema, desde el mundo de las startups, jóvenes emprendedores desarrollen plataformas y aplicaciones tecnológicas que sean utilizadas directamente por las familias y los colegios. ¿Tendremos que confiar más en Duolingo, en Pixarron, en Puntaje Nacional, o en otras, más que en el propio Ministerio de Educación?
Lo que no puede ser es que nos resignemos a seguir viendo los resultados de la prueba de admisión universitaria, y a escuchar la misma canción que tanto escuchamos en estos días… “Un año más, ¿qué más da?, ¿cuántos se han ido ya?”. Y sigamos sin hacer nada.
Joaquín Lavín
Profesor Universidad del Desarrollo Exministro de Educación

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Pero por supuesto que es culpa de Pinoshé…

Culpar a los movimientos estudiantiles del deterioro de la educación es ridículo. El que realmente destruyó la Educación Pública en Chile fue Pinochet. Luego no se encontró la forma de recuperarla. El tema es bastante más profundo que medir un par de liceos emblemáticos

— Isidora Alcalde Egaña (@isidoraalcalde) January 5, 2023

Me llevan estos progres huevones.

Mientras no reconozca la sociedad que en el ser humano existe diversidad, de verdad, no la progre, y que el talento debe ser encontrado, protegido, nutrido, impulsado y liberado para que explote su potencial, vamos a seguir haciendo pendejadas.

La misión principal en RRHH de una gerencia o una administración es reconocer el talento. Y hasta diría que es la principal misión porque eso genera el que produzcas más utilidades para los accionistas que es el fin fiduciario último de una empresa. Ese 1% que produce el 50% del output de la empresa. Y desatarlo, con los controles adecuados para que no fundan todo con la enorme energía que despliegan pero sin ahogarla, solo canalizarla. Y capacitar al resto adecuadamente para que les sigan el paso.

La misión de la sociedad es reconocer el talento y desatarlo para que mejore la vida de todo el resto con los correspondientes incentivos.

No simular que un junkee con CI de chimpancé puede hacer lo mismo que un superdotado trabajólico porque todo es una construcción social.

Hay que ser realistas.

Dejamos de serlo por casi tres décadas diciéndoles a los niños y a los padres que cabezas de chorlito académico pueden pertenecer a la élite académica si tan solo acceden a esa universidad callampa con carreras mulas por un módico CAE.

La educación es la búsqueda de esos talentos, de ese 1%, que nos va a dar el impulso necesario para crear trabajo e infraestructura pública y privada cada vez mejor para todo el resto de nosotros.

Todo el resto es paja molida propagandística. O un mal necesario para convertir a los pequeños monstruos en seres civilizados y obedientes de la ley con competencias adecuadas para seguirle el ritmo a ese 1% de talento real.

Pero con velocidad real hipersónica, no con el guáter en rodaje de escarabajo sesentero mental que tienen los narcisos y con el que juran de guata que están a 50 puntos de CI de todo el resto de la población.

Eso es lo que no le gusta a los progres. Reconocer que son unos bodrios mediocres y que el resto más talentoso y más trabajador puede Y DEBE tener más que ellos, porque no es una construcción social. ES PUTA GENÉTICA Y ENTORNO FAMILIAR GAWD DAMN IT…

Y que respeten el mandamiento original destinados a los marxistas de corazón, que existen desde los tiempos bíblicos.

NO CODICIARÁS LOS BIENES DE TU PRÓJIMO.

Esa es la estructura de la educación que hay que tener. Le guste a quien le guste. En múltiples áreas, no solo académicas para impulsar también el emprendimiento o las artes, artesanías y oficios. Ser excelente no solo tiene que darse en el ámbito de la administración, también en la ejecución.

NO es tan difícil.

Solo hay que ser realistas como sociedad. Todos queremos que nuestros hijos tengan las mayores ventajas posibles en la vida, no queremos igualdad, eso es solo discurso político buenista y seudo virtuoso. La única posibilidad de proveer la oportunidad igual de esa ventaja distintiva a TODOS los padres del país es hacer lo propuesto.

No hay otra. En una empresa de 200 personas no puedes transformar a todos en trabajadores de élite. Solo a unos cuantos que ya lo son en su potencial REAL. Solo los pules cuando los encuentras. Y eso es un trabajo titánico, el de identificar y formar a esa élite.

Imaginen en una sociedad compleja de 20 millones.

Si hubiese estado en la república, lo habríamos identificado a tiempo y entrenado como Jedi desde pequeño…

Eso nos pasa a cada rato hoy. Puros Anakin´s que por falta de identificarlos primero y pulirlos después se convierten en Sith Lords…

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