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Son parte de la generación del momento. De la que todos hablan. Son tema de charlas de café, reuniones de directorios empresariales y de seminarios pagados que tienen de invitados a expertos nacionales e internacionales. Los millennials son, hoy día, una de las mayores incógnitas a la que se enfrentan todo tipo de organizaciones.
Pero hay una pregunta adicional que se hace poco: ¿Cómo se preparan estos jóvenes para tener una vejez digna? La agenda en el país durante los últimos años ha estado marcada por las bajas pensiones y expertos aseguran que si el problema no es abordado hoy, será mucho peor para las futuras generaciones.
En una época con mejores condiciones económicas y con mayor acceso a créditos, los jóvenes entre 17 y 37 años, y especialmente los que se encuentran entre los 20 y los 30 años, pueden gastar más recursos en consumo presente con más facilidad que sus padres o abuelos, y no preocuparse tanto por lo que viene a futuro.
En esta Edición Aniversario de Diario Financiero, presentamos la realidad de los millennials chilenos representados en cuatro casos de jóvenes con distintas miradas y realidades previsionales divergentes (páginas 54-55).
El panorama que se viene
El escenario no es muy alentador respecto a la previsión del segmento joven. Desde 1980 -año en que se creó el sistema de capitalización individual- hasta la fecha, las tasas de rentabilidad han ido cayendo.
Es por eso que los expertos afirman que la solución a este problema está en que los millennials ahorren más allá del 10% de su cotización obligatoria.
“Se van a enfrentar a un período de rentabilidad de tasas mucho más bajas y a expectativas de vida más altas, lo que les va a exigir tener mayor ahorro”, dice Mónica Titze, experta previsional.
El exsuperintendente de Pensiones, Alejandro Ferreiro, agrega que otra complicación será la alta expectativa de vida, la que va en aumento. “Eso va en contra de los millennials, que van a enfrentar todo ese costo en la construcción de su pensión”, asegura.
Ferreiro también señala que “lo más importante es generar conciencia de la importancia de la regularidad de las cotizaciones previsionales”. Algo que parece difícil, teniendo en cuenta el poco conocimiento de este segmento sobre el sistema de pensiones.
De acuerdo a la Encuesta de Previsión Social 2015, elaborada por la Subsecretaría de Previsión Social, un 68% de los jóvenes entre 18 y 34 años no conoce, por ejemplo, los multifondos. El mismo porcentaje no sabe cuánto destina de su sueldo mensual para financiar su pensión. Peor, 77% no tiene idea del monto acumulado en su cuenta individual.
Titze remata que el futuro para los millennials será tremendamente difícil con las actuales condiciones, “salvo que tomen conciencia de que los ahorros que ellos generen durante su vida activa son los que les van a permitir construir un ingreso en la vida pasiva”.
Ferreiro, sin embargo, ve luz al final del túnel. Indica que la entrada en vigencia de la normativa que regula la inversión en activos alternativos también jugará a favor de los jóvenes, cuando los fondos de pensiones puedan ser invertidos con mayor diversificación.
“A favor de ellos está que, si hacemos las cosas bien, vamos a aumentar la tasa de ahorro, por lo tanto, vamos a alcanzar a compensar parte del problema anterior con una cotización que ojalá sea del 15% y no sólo del 10%”, añade.
Esto último todavía está por definirse, ya que la reforma de pensiones que envió el gobierno al Congreso y que propone aumentar la cotización en 5 puntos, tres de ellos a capitalización individual y dos a reparto, y que serán a cargo del empleador, está todavía en tramitación y con pronóstico reservado.
"Faltan incentivos para que los jóvenes coticen o ahorren más"
En la semana, Catalina Rébora se la pasa entre su consulta en el centro de Santiago y visitas particulares a sus pacientes, quienes se encuentran repartidos por la capital. Con 28 años, esta fonoaudióloga es una de los 196.572 jóvenes entre los 20 y los 29 años que, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), trabaja a cuenta propia, es decir, de manera independiente.
Todavía no es obligatorio que los trabajadores sin contrato ingresen al sistema previsional y empiecen a ahorrar para su vejez. Catalina no cotiza de forma voluntaria. "Trabajar como independiente en un principio no me ha dado la estabilidad económica para comenzar a cotizar", explica. Según ella, el actual sistema previsional tampoco ayuda a que eso ocurra. "No hay incentivos para que exista una motivación de parte de los jóvenes para comenzar a cotizar o ahorrar más para su pensión", afirma.
"Hay un gran porcentaje que no es empleado dependiente y que están a honorarios o formando su propio emprendimiento, por lo tanto les cuesta tener un sueldo estable que les permita entrar o permanecer en el sistema", acusa.
Señala, además, que la situación del mercado laboral para la generación millennial es compleja, ya que hay escasa oferta de trabajo por la gran cantidad de profesionales jóvenes. Eso sí, Catalina ve de forma positiva la discusión en torno a las bajas pensiones, iniciada por movimientos sociales, pues "ha puesto el debate sobre la mesa".
"Son muchos los afiliados que, después de muchos años de estar cotizando, reciben finalmente pensiones que en algunos casos no superan o ni alcanzan el 50% del sueldo recibido mensual durante sus últimos años de trabajo", argumenta.
Con todo, la profesional reconoce que pronto buscará cotizar a través de un Ahorro Previsional Voluntario, aunque insiste en que no está convencida con el sistema y menos con las AFP.
"Claramente son ellas las que tienen una mayor ganancia en desmedro de todos los cotizantes", asegura.
"Creo que hay que construir el corto plazo en función del futuro"
Pocos son más preocupados de su futuro que Esteban Schulze. A sus 28 años, se podría decir que este estudiante vespertino de ingeniería comercial nada en contra de la corriente de la generación millennial, de la que es parte, o sea, es un bicho raro, de esos que cuesta -y muchoencontrar.
Cuenta con no pocas herramientas de previsión. Dos Ahorro Previsional Voluntario (APV) y un seguro de vida con ahorro son parte del portafolio de este joven santiaguino. "Creo que hay que construir el corto plazo en función del futuro", asegura. Esteban dice que sus instrumentos de previsión le permiten tener ahorros que podría utilizar de forma instantánea si así fuese necesario o, cuando en un futuro decida no continuar trabajando, lo que, de acuerdo a la actual edad de jubilación, ocurriría en 37 años más. "Todo esto complementado con un seguro de vida en caso de emergencia", agrega.
Schulze, quien cree firmemente en la obligatoriedad de las cotizaciones previsionales, es hace cuatro años gerente de administración y finanzas de Corcia Transportes, una empresa familiar de camiones. En su opinión, el actual sistema de pensiones, pese a las variadas críticas ciudadanas y políticas que reconoce ha habido en el último tiempo, es "excelente, aunque siempre existe el riesgo en la capitalización individual de acuerdo al comportamiento del mercado, riesgo que es 100% del cotizante siendo la AFP un simple administrador de estos fondos".
Afirma que "es inevitable que existan personas que no estén de acuerdo con el sistema y efectivamente éste no funciona para todos igual, ya que la pensión futura es en base a los ingresos actuales, pero creo que el futuro personal de cada persona depende de cada uno y no del Estado ni de las AFP".
En ese sentido, considera que el mercado laboral para los jóvenes es amplio, aunque cree que depende de las aptitudes de cada uno.
Sobre la reforma previsional del gobierno señala que está atento a la tramitación del proyecto porque, en caso de aprobarse, "alteraría mi estado financiero futuro, lo que implicaría tomar decisiones respecto a mis ahorros para lograr beneficios futuros que se ajusten a mis intereses".
"No hay que demonizar a las AFP, pero deben ser más responsables"
Javier Cifuentes es sociólogo egresado de la Universidad Alberto Hurtado y es investigador en el Centro de Estudios del Desarrollo, donde trabaja como independiente.
A pesar de esto último, este joven de 28 años sí cotiza en el sistema de pensiones de forma voluntaria.
Como buen sociólogo, Javier no le hace el quite a uno de los fenómenos sociales del último tiempo, el cual es el debate en torno a las bajas jubilaciones de los actuales pensionados.
Sin embargo, dice, "hay exageraciones de lado y lado que reducen y contaminan una discusión necesaria y urgente".
Javier tiene una visión crítica del sistema, sobre el que, cree, hay una sensación de "abuso" hacia las personas. Y por eso la actual reforma que impulsa el gobierno en esta materia le parece adecuada.
"Los entendidos venían alertando hace rato respecto de la precariedad del sistema actual y con la amplificación mediática y social se convirtió en un tema país ineludible en el corto y largo plazo", comenta.
Javier piensa que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) no son como algunos las pintan, las máximas culpables de las bajas jubilaciones, pero sí considera que deben ser más reguladas.
"No hay que demonizar a las AFP, pero también debieran ser más responsables y sociales en su funcionamiento. Es decir, asegurar el no lucro de los recursos de previsión social de las personas, la inversión de los excedentes", señala.
Sobre el mercado de trabajo en el segmento juvenil, factor clave a la hora del ahorro previsional, este cientista social indica que la dificultad radica en las expectativas laborales y económicas de los jóvenes, en si los incentivos están bien puestos o no para que los millennials puedan cotizar o ahorrar más.
Cifuentes dice que cuando "uno recién está entrando a trabajar, hay muchas situaciones e informaciones que manejar y sobre las cuales decidir. Falta información previsional en los jóvenes. No se conocen las situaciones prácticas, los derechos previsionales o laborales, por ejemplo", comenta.
Javier cree que para mejorar las pensiones, es importante que los jóvenes piensen en el futuro y coticen desde ya.
"El sistema trata de adecuarse, pero a la juventud no le interesa"
Natalia Rocha, de 25 años, vive de dos trabajos, muy diferentes el uno del otro. De lunes a viernes es contadora en la firma especializada EY, labor que inició hace un año, mientras que los sábados y domingos trabaja en un centro de eventos familiar en su natal Melipilla, a unos 70 kilómetros al sur poniente de Santiago.
Ella, se podría decir, es una millennial de tomo y lomo. Por ejemplo, prefiere no proyectarse más allá de un año, ya que, a pesar de que le preocupa su futuro, gusta más del corto plazo.
"Obviamente me preocupa el futuro, trato de proyectarme, pero a veces pienso por qué me preocupo tanto si en cualquier momento me puede pasar algo. Entonces, trato de hacer mis cosas pensando en el corto plazo, refiriéndome a no más de un año en planificar para hacer las cosas", dice.
Pese a ello, Natalia sí cuenta con mecanismos de ahorro además de la cotización previsional, pero no precisamente para su pensión, como lo sería un Ahorro Previsional Voluntario, sino que, por sobre todo, acumula dinero para poder viajar, uno de los pasatiempos y objetivos favoritos de esta generación.
"Dependiendo del mes puedo ahorrar, ya que generalmente gasto mucho dinero en pasajes y actividades extra programáticas", indica.
Más allá de eso, sostiene que con el actual sistema de pensiones no hay incentivos para que los jóvenes se preocupen más del ahorro previsional. Piensa que ellos quieren acumular más, pero por sus propios medios y no a través de la cotización obligatoria.
"Yo creo que el sistema de pensiones está tratando de adecuarse a estas generaciones, pero a la juventud no le interesa la verdad", comenta.
Natalia tiene todavía una peor evaluación de las AFP y sostiene que no sólo jóvenes marcharon en contra de ellas en los movimientos de los últimos años.
"Miles de personas marchan en contra de las AFP, y no solo la juventud, las generaciones de las familias, abuelos, papas e hijos están en contra. Así que personalmente creo que, aunque busquen opciones, la imagen que tienen está tan manchada que por un buen tiempo la juventud no demostrará interés en el sistema", afirma.
En realidad no creo que se pueda proyectar demasiado lo que va a suceder con las pensiones de este grupo. Probablemente el panorama asociado a la forma en que se reciben las pensiones cambiará sustancialmente en los próximos años.
Pero juzgando por la ética de trabajo, no se ve muy alentador.
Jóvenes que pasan todo el día en el teléfono chateando en vez de proyectar o producir valor para si mismos o la empresa donde trabajan en realidad no da mucha esperanza.
Obviamente no es culpa de ellos sino de la pésima formación que han recibido. Pero eso no importa en el mundo real. Vales lo que haces o generas, no lo que crees mereces o piensas que vales.
En Chile al menos, no tienen (aún) que pagar por los actuales jubilados, están ahorrando para su propia jubilación, lo que postergará el descalabro un poco más. En países con sistemas de repartos y con tasas de desempleos juveniles de 40 a 50%, esto es un desastre bíblico a punto de estallar.
Me parece que tendremos que depender de la siguiente generación a los millennials para que arreglen el entuerto. Tiempos difíciles generan gente fuerte, gente fuerte genera buenos tiempos, buenos tiempos generan gente débil, gente débil genera malos tiempos. Ciclo de la vida.