@latercera
A cinco años del primer cambio masivo de fondos de pensiones recomendado por una empresa externa a las AFP, sigue la polémica en torno a la validez de este sistema y su real aporte a la rentabilidad de las platas para la vejez. Mientras en las últimas semanas ha circulado profusamente por la red social whatsapp un mensaje que cuestiona la estrategia de “Felices y Forrados”, esa empresa -que dio el pistoletazo de partida a este “industria”- asegura que sólo ha fallado un par de veces en sus predicciones, mientras que su competencia Fondo Alerta reconoce que “nadie es capaz de ganarle al mercado siempre” y la Superintendencia de AFP asegura que “son poco prudentes las decisiones de cambio de fondo basadas en una recomendación que no considera en forma integral todos los aspectos relevantes”. En tanto, desde las mismas administradoras advierten sobre los riesgos de malas decisiones.
Hasta ahora, no es fácil determinar si la estrategia de Felices y Forrados (ver entrevista en página 10) es 100% exitosa o fallida, pero no cabe duda, según diferentes actores del ámbito previsional, que sus consejos han logrando despertar el interés de los afiliados por sus pensiones futuras.
En 2013, la propia Superintendencia de AFP alertó que, en general, los cambios realizados entre abril de 2012 y marzo de 2013 tuvieron resultados peores que no haber movido los fondos. En ese entonces, hasta por los programas matinales de la TV chilena se recomendaban los cambios. Hoy, con la economía mundial llena de ruidos y Chile en fuerte baja, ha resurgido el interés de los afiliados respecto de cuál de los cinco fondos de pensiones que ofrecen las AFP será mejor para capear la inestabilidad de los mercados.
Aunque las cifras de la superintendencia muestran que entre agosto y noviembre de 2015 bajó el número de cuentas de capitalización individual en las que se registraron movimientos de fondos, en diciembre nuevamente aumentaron. La tendencia se agudizó en enero, con la caída de los mercados, confirman desde las AFP.
De hecho, Cuprum envió esta semana a sus afiliados una carta donde les recomienda elegir “el fondo de acuerdo a sus características personales y permanezca en el mismo, mientras éstas no varíen” y añade un estudio comparativo entre la rentabilidad obtenida en los últimos 12 y 36 meses por sus afiliados que realizaron cambios de fondos y los que se mantuvieron. “La rentabilidad real anual obtenida mediante la estrategia de cambios de fondos fue 1,8% y 3,5% para 12 y 36 meses respectivamente. Esta rentabilidad es inferior a la que hubiesen obtenido estos afiliados al permanecer en cualquiera de los multifondos de Cuprum AFP en los últimos 36 meses y en el caso de 12 meses sólo es superior a la obtenida por el Fondo E”, dice la carta.
El ex gerente general de esa gestora, Ignacio Alvarez añade que quienes han seguido las recomendaciones de cambio “han perdido mucho dinero versus haberse mantenido en cualquiera de los fondos”. Alvarez lo ejemplifica así: “Una persona que tenía $ 100 millones en agosto de 2012 y que ha seguido estas recomendaciones, ha perdido casi $ 17 millones. La única externalidad positiva es que muchos afiliados se han acercado a ver su cuenta en la AFP, lo que aumenta el sentido de propiedad de los fondos”.
Las cuentas de la Super
Según el jefe de la División Financiera de la Superintendencia de Pensiones (SP), Max Montecino, “las cifras disponibles en la actualidad muestran que al comparar los resultados desde julio 2011 a la fecha, en términos de retorno ajustado por riesgo, la estrategia activa de cambio de fondos no fue mejor que haber mantenido, por ejemplo, los ahorros para pensión en los fondos C y D, que concentran el 54% del total de fondos administrados”. Añade que el desempeño “en términos de rentabilidad de la estrategia de cambio de fondos es altamente sensible a la ventana de tiempo que se mida” y que, por lo mismo, no ha variado la opinión de la SP respecto de que no existe un modelo o fórmula que permita predecir en forma consistente resultados futuros para ganarle al mercado o acotar pérdidas. Y reitera que la entidad “no cuenta con herramientas legales para regular y fiscalizar este tipo de servicios” y que este año está contemplado un plan de educación financiera previsional.
Según un cuadro comparativo de rentabilidad preparado por un experto de la industria, en 27 eventos de cambios de fondos, 21 veces la recomendación generó peores resultados que haberse mantenido. Claro que durante 2015, el saldo es positivo para Felices y Forrados: 5 de 9 veces sus recomendaciones generaron una rentabilidad superior a la del cierre del fondo.
“Desde hace algunos años, un grupo de personajes (autodenominados expertos) dan recomendaciones de cambiarse de fondos y así les ha ido los últimos tres años... Consistentemente peor que a todos los multifondos, esto es, si no se cambiaban de fondo les hubiera ido mejor”, es parte del mensaje que un ejecutivo de una AFP colgó en Facebook junto a un cuadro comparativo de rentabilidad y que después sus contactos viralizaron.
Ignacio Alvarez es enfático para referirse a estas recomendaciones: “Esto ha sido un fraude igual al que presentan los embusteros en el juego pepito paga doble. Y como la empresa que hace esto lo hace de una forma muy empática, más gente pisa el palito”.
Roberto Fuentes, gerente de estudios de la Asociación de AFP, sostiene que la crisis del 2008 contribuyó a sensibilizar a los afiliados sobre el riesgo que implica elegir fondos con carteras más intensivas en renta variable. “Además, hubo otra conclusión: dado que los fondos de pensiones se invierten con un horizonte de largo plazo, hacer evaluaciones de corto plazo puede llevar a equívoco, es así que el año 2009 el promedio de los Fondos de Pensiones rentó UF + 23% y el año 2010 UF + 10%”, dice. El ejecutivo añade que los afiliados son libres de elegir el fondo que estimen conveniente, pero “tomando en consideración 3 elementos: el número de años que restan para jubilar, la tolerancia al riesgo, la importancia de la pensión el momento de jubilar (evaluar si se tienen otros ingresos o bienes)”.
La firma de inversiones Capital Advisors viene desde 2012 analizando los cambios masivos de fondos. Según su informe 2015 y que considera los datos desde octubre de 2002 (cuando se crearon los multifondos) hasta junio del año pasado, el fondo A, manejado por las AFP, siempre ha rentado más en el acumulado que la suma de cualquier ida y vuelta desde ese portafolio.
El análisis se centra el fondo A de las AFP, porque éste invierte preferentemente en acciones (hasta el 80% del total) por lo que es más sensible a los altibajos de las bolsas. Además todos los recomendadores de fondos suelen sugerir entrar o salir de este fondo para aprovechar las ganancias o arrancar de las pérdidas. Regularmente el fondo de destino es el E, que invierte en renta fija, que es menos sensible a los bamboleos del mercado.
Gabriela Denis, autora del informe, explica que los afiliados tienden a moverse entre los fondos A y E en busca de ganancias o refugio. Según el estudio, los flujos de dinero hacia el fondo E suben cuando la rentabilidad del fondo A cae o se vuelve negativa (ver infografía). El problema es que los movimientos no se hacen con la rapidez suficiente para evitar las pérdidas o para aprovechar las alzas. Al comparar flujos y rentabilidad del fondo A, los peaks de ganancias siempre se anticipan a los flujos. “En general, el afiliado sale del fondo A cuando ya ha bajado y entra al A cuando ya ha subido. Por definición, los que se cambian lo hacen tarde y vuelven tarde. Además, en el caso de los multifondos, la normativa impone 48 horas para que se haga efectivo el cambio de fondos y si ya tenemos que por definición el mercado de capitales incorporó los precios, en un cambio de fondo se está llegando tarde”, analiza Denis.
Esto, porque mientras el mercado incorpora a precio cualquier señal de manera inmediata, las personas se demoran en verlas, y cuando las detectan, necesitan un tiempo para tomar la decisión. “Las personas debieran esperar una rentabilidad acorde al nivel de riesgo que están dispuestas a tomar. Una operación más riesgosa debe ofrecer un retorno mayor o los inversionistas decidirán que no vale la pena correr el riesgo si una alternativa más segura ofrece el mismo retorno”, añade.
Uno de los principales problemas que enfrentan quienes se cambian de fondo es que una vez que la decisión de mover sus platas está tomada, el traspaso se materializa recién a las 48 horas después de que se solicita a la AFP. Ese es el tiempo que la administradora tarda en procesar toda la operación.
“Manejar probabilidades”
En Felices y Forrados, Gino Lorenzini, gerente de la firma, señala que su objetivo es minimizar las pérdidas, buscando el refugio de la renta fija en períodos de alto riesgo, como el que estamos viviendo. Apunta a las pérdidas del fondo A en 2008 y reconoce que quienes siguen sus recomendaciones pueden obtener una rentabilidad menor que quienes no se cambian (ver entrevista), pero subraya que, a diferencia de las AFP, la promesa de su firma es no perder jamás sobre 5,3% mensual. En 2008, el fondo A retrocedió 21% sólo en octubre y en todo ese año, descontó 40,2%. Por eso, ahora están aconsejando cambios paulatinos y no de un solo viaje.
En Fondo Alerta, su dueño, el estadístico de la Universidad de Chile Francisco Doren, reconoce que en 2015 su rendimiento no superó al fondo A, pero que fue mejor que el del fondo E. “Desde 2003 al 2015 hemos duplicado la rentabilidad anual promedio del mejor tipo de fondo. Tenemos más de 1.000 clientes activos y menos del 0,1% del mercado potencial, cifra que no sobrepasaremos, por definición”, añade.
Fondo Alerta basa sus recomendaciones en modelos matemáticos que se alimentan diariamente y según Doren, son los verdaderos pioneros de esta industria en Chile. “Salimos a público en julio de 2008”, sostiene y añade que es esencial que la gente sepa que “no somos capaces de adivinar el futuro, sólo podemos determinar tendencias de precios y manejar probabilidades de cambio o permanencia”.
Páginas caídas
Hasta ahora, en las AFP nada de bien han caído las continuas recomendaciones de cambio de fondo. La industria se ha visto obligada a modificar algunas de sus estrategias de inversión y a alertar de que cambios tan masivos y de corto plazo podrían terminar afectando las pensiones futuras. Ejecutivos de la industria reconocen que cuando los cambios son muy masivos se puede afectar a los afiliados que se quedan. Eso, porque no es lo mismo vender US$ 100 mil en acciones o renta fija chilena que US$ 1 millón. En un mercado pequeño como el local, a veces sí se afectan los precios. En todo caso, la Asociación de AFP explica que “en general, la existencia de mayor información es bienvenida, pero los afiliados deben estar conscientes que adoptar una estrategia activa de elección de fondos implica riesgos y que de concretarse una mala decisión se pueden generar impactos negativos en la pensión. Sin perjuicio de lo anterior, los afiliados tienen la libertad de elegir”, añade Fuentes.
En la industria también reconocen que los sitios de internet de las diferentes administradoras han debido ser reforzados. Se sabe -y así lo reconocen hasta en la SP- que cada vez que se emite una alerta para que los afiliados muevan sus recursos, algunas páginas se caen. “A nivel operativo, en un principio las impactó en términos de que debieron fortalecer sus sitios web para enfrentar el aumento de las solicitudes de cambio y adecuar sus procesos internos para cumplir con la normativa asociada. Por otro lado, en el ámbito de la administración de las inversiones, tuvieron que adecuar la composición de los fondos, en busca de activos más líquidos, con el fin de evitar efectos perniciosos en el resto de los afiliados”, añade Montecinos.
Tratado en el blog en innumerables ocasiones el tema de tradear los fondos y las implicancias para quienes lo hacen más o menos frecuentemente.
Como sistema, evidentemente los tipos de inversiones en el mercado nacional no estaban, ni están, preparados para resolver un mercado masivo de cambios. Simplemente no existen suficientes contrapartes para absorber la avalancha. Supongo que nadie, cuando se pensó el tema de los multifondos, pensó en el que la gente cambiaría frecuentemente, al menos en un número considerable.
Salvo eso, que genera potenciales en los activos nacionales de cambios bruscos, y que debe ser regulado, el tema debería mantener la libertad que hasta ahora tiene, salvo que se cambie por un único fondo, tal como antes del actual sistema de múltiples carteras de “riesgo”.
Me parece curioso sin embargo, que empresas que tienen clara posición para influenciar mercados nacionales, especialmente el de deuda, no estén más controlados o regulados. Me da la impresión de que en los mercados financieros chilenos falta bastante de eso, no solo para estas empresas de avisos de cambios, sino en general. Se transan productos financieros en Chile que simplemente están prohibidos y penados por ley en mercados desarrollados, como los contratos por diferencias de las empresas con plataformas de trading.
Respecto de si son capaces de vencer a los mercados de referencia…
Creo que hay ciertos momentos en los cuales es bastante directo vencer a los mercados, porque están en tendencia, esto es, cualquier cosa que se haga da lo mismo porque retornan rápidamente. Hay otros momentos como los actuales, año pasado y este, donde en realidad no hay tendencias definidas, y en esos momentos es extremadamente complejo vencer el desempeño de la referencia.
Supongo que el chiste es saber cuando hay tendencia o potencial de ella, y cuando no la hay. Ese me parece que debería ser el enfoque de los cambios de fondos, no el actual, al menos en algunos, que pueden hacer 1,2, 3 o 4 cambios al mes. Demasiado para aprovechar una tendencia en fondos balanceados con instrumentos de alta calidad, al menos nominalmente, como lo son los de pensiones, y mucho menos dar tiempo de saber si existe un potencial de riesgo en bajada e identificar cuando ya la sangre ha dejado de correr. Esto no es solo niveles de precio, es, principalmente, tiempos. El 2008 efectivamente la bajada fuerte fue en cosa de 2 o 3 semanas, pero el que se estabilizaran los fondos en un piso de soporte fue un tema de casi 8 meses. Imposible con estos cambios tan frecuentes identificar ninguno de ambos aspectos, ni aprovecharlos. Si estamos a la espera de un desplome para comprar a precios de liquidación, debe cumplirse un tiempo razonable, si no es simplemente una corrección.