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A pocos minutos de que la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), lanzara su candidatura presidencial en su natal Vallenar, y en su nuevo comando –ubicado en una antigua casona en Las Condes-, el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, analiza el escenario presidencial tras las primarias del domingo pasado y asegura que, así como están las cosas, “estamos un paso más cerca de llegar a segunda vuelta”.
La primaria de Chile Vamos convocó 1,3 millones de electores mientras que la de Apruebo Dignidad llevó a 1,7 millones a las urnas. ¿A qué atribuye esa alta participación, considerando los factores en contra que había (fin de semana largo, vacaciones de escolares, etc.)?
En Chile Vamos primó, principalmente, el factor miedo a Jadue. Y eso también explica una parte de la votación de Apruebo Dignidad, donde gente que es de centroizquierda, por temor a Jadue, se inclinó por Boric. Por ambos lados, el miedo fue el factor gatillante para aumentar la votación. Y lo vimos también en la primaria anterior, de Piñera, Felipe Kast y Ossandón, en que el temor que generaba la izquierda hizo que la derecha se movilizara con la misma cantidad de votos que en esta. A pesar de las condiciones, creo que fue el temor el que movilizó a la gente y pienso que se olvidan de otro factor que es relevante, que es la esperanza. Uno no se puede mover en la vida siempre por miedo, se tiene que mover por esperanza de que las cosas se pueden cambiar si uno las hace bien, y eso es, a mi juicio, un factor de debilidad de la centroderecha.
Por lo que usted plantea se produjo un voto “anti Jadue” en favor de Boric. ¿Habrá sido también gente de centroderecha la que votó por el frenteamplista?
Nosotros siempre llamamos a que la gente de la centroderecha no participara en la votación de la izquierda, pero me he encontrado con varias personas que, no siendo de izquierda, votaron por Boric solamente para evitar que Jadue ganara. A eso, agreguémosle el alzamiento de la ciudadanía en Cuba y el mal desempeño de Jadue en cada uno de los debates, entonces se produjo este fenómeno inesperado para la mayoría de que Boric ganara.
En 2017 usted obtuvo 523 mil votos, cerca del 8% en primera vuelta. Sichel, en la primaria del fin de semana, obtuvo casi 660 mil votos. ¿Qué le hace pensar que, en este segundo intento por llegar a La Moneda, va a tener un mejor resultado?
Si nosotros hubiésemos ido a la primaria, lo más probable es que habríamos sacado una votación muy alta o la podría haber ganado.
¿Por qué no quiso competir ahí?
Porque Chile Vamos se desdibujó, sigue encabezada por Sebastián Piñera y nosotros no compartimos su estilo de gobierno, no ha cumplido lo que prometió. Hoy día estamos más cerca de pasar a la segunda vuelta por los hechos que se van dando. Además, tenemos una estructura territorial a lo largo de Chile que antes no teníamos; tenemos un centro de estudio que está elaborando el plan de gobierno que vamos a presentar en 20 días más y tenemos un movimiento social y político también desplegado a lo largo del país. Y las encuestas que en 2017 me daban cero, hoy día me dan entre siete y ocho puntos, por lo tanto, si me dan ese nivel, quiere decir que debo estar cercano al 15%.
Usted plantea escenarios distintos, pero hay elementos que no está considerando, como las elecciones de mayo, que fueron una derrota para la derecha, y el resultado del domingo, en que la primaria de centroderecha la gana un independiente, una persona que se declara de centro.
Lo que sucede ahí es que los dos principales partidos están absolutamente desgastados. Tanto la UDI como RN se han dedicado a resguardar sus espacios de poder y eso genera un distanciamiento de la ciudadanía con los representantes de esos partidos, que en este caso son Lavín y Desbordes. Entonces, la gente no tenía otra opción. Por eso yo digo que, si hubiese existido una opción de derecha de verdad en esa primaria, lo más probable es que yo la habría ganado. La UDI tomó una decisión equivocada cuando bajó a Evelyn Matthei y subió a Lavín por cuotas de poder. Por eso, había una alta probabilidad de que alguien distinto a los líderes tradicionales surgiera como triunfador.
¿Cree que el triunfo de Sichel se da por su novedad versus un “político antiguo” como Lavín?
Lavín equivocó su campaña, porque él decía que iba a ser un alcalde-presidente y la ciudadanía tiene claro que son roles distintos. Equivocaron el estilo de campaña y equivocaron el candidato. Lavín ha ganado pocas elecciones y eso también es un antecedente que uno tiene que considerar. Ahora parte una nueva etapa y Sichel tiene dos problemas muy importantes: tiene una mochila muy pesada, porque es el heredero de Piñera. Y otra mochila que carga Sichel es que es DC. Esas cosas son como los tatuajes, no se borran. Así como recibe todo el apoyo de Piñera, recibe también toda la carga de un mal gobierno, y Sichel fue su ministro, presidente de BancoEstado, vicepresidente ejecutivo de Corfo. Si saliera electo, sería la continuidad de este gobierno que no ha sido capaz de recuperar Chile de la violencia, de generar mayor crecimiento, que no ha enfrentado los problemas de la ciudadanía que se expresaron el 18 de octubre, no ha enfrentado el terrorismo.
José Antonio Kast. Foto: Andrés Pérez.
Respecto de Lavín, ¿qué cree que debería hacer en el futuro, tendría que alejarse definitivamente de la política?
Uno tiene que darse cuenta de cuándo es el momento de retirarse y en la UDI a muchos les ha costado. Lavín tuvo un diagnóstico equivocado de lo que estaba ocurriendo, debería haber cerrado su ciclo político antes de haber sido alcalde nuevamente por Las Condes, cuando fue designado por Francisco de la Maza, luego de que no se atreviera a competir en una primaria con Felipe Alessandri. Él fue a la segura, pensando que la alcaldía iba a ser su trampolín para la presidencial, y esa falta de convicción y de energía se transmite.
Cuando recién comenzaba el conteo de votos de la primaria, usted lanzó un video en Twitter confirmando su candidatura presidencial. Una de las frases usadas ahí es “para derrotar al comunismo”. ¿Pensó que iba a ganar Jadue, por eso usó ese argumento?
Es que Jadue pierde la primaria, pero su programa sigue estando ahí. Boric es el heredero de Jadue, es igual a él. Si miramos la historia de Boric, él habla del comandante, le rinde honores a Fidel Castro. ¿Con quién se junta Boric en Europa? Con el asesino de Jaime Guzmán. ¿Qué polera exhibe en una entrevista? La del rostro de Jaime Guzmán asesinado. ¿Cuáles han sido sus discursos de reivindicaciones? El FPMR, la autonomía de Temucuicui, dice que no hay terrorismo en La Araucanía. Es decir, Boric pacta con Jadue porque tienen un itinerario común. Por tanto, hoy día Boric encabeza a la ultraizquierda, que reúne a la izquierda radical -Frente Amplio- y al comunismo.
¿No cree, como dicen algunos, que Boric representa a una izquierda más moderada?
Para nada. Boric es más radical. Lo dije hace cuatro años: Boric y (Giorgio) Jackson venían a quedarse, a hacer colapsar la institucionalidad, a tomarse los espacios. Boric va a destruir las pymes igual que Jadue, va a subir los impuestos igual que Jadue, va a terminar ahogando a la clase media igual que Jadue y va a agrandar el Estado igual que Jadue.
Usted hizo referencia al factor miedo en las primarias y a la necesidad de enfrentar las campañas con esperanza, pero hace ahora una campaña del terror contra Boric.
No, yo miro la realidad y la realidad es que Boric es el continuador de Jadue. Nosotros actuamos por convicción. Si yo actuara por miedo, estaría -como algunos de derecha- diciendo que solo deberíamos llevar un candidato a la primera vuelta. El comunismo se enfrenta y nosotros estamos dispuestos a enfrentar a la izquierda con convicción.
¿Cómo pretende enfrentarse a Sichel y Boric desde el punto de vista que ambos son figuras nuevas, que van a estar por primera vez en la papeleta presidencial?
Con la verdad, porque es una confrontación de ideas. Boric va a tener que explicar por qué se unió con Jadue y cómo va a asumir su programa. Y Sichel será una “novedad” para la presidencial, pero fue candidato a diputado, fue parte del gobierno de Ricardo Lagos, del de Michelle Bachelet, del de Piñera. Él va a tener que explicar, pero su mochila más pesada es ser el heredero de Piñera, eso es indiscutible.
Sichel ha dicho varias veces que no quiere pactar con el Partido Republicano para las elecciones parlamentarias. ¿Usted qué le diría?
En ese punto está equivocando el camino. Lo que espero que tenga claro es que si yo paso la segunda vuelta, voy a necesitar de su apoyo, y si él pasa, lo más probable es que va a solicitar nuestro apoyo. Por eso es tan importante que tengamos identificado claramente que el adversario está en la ultraizquierda y se llama Gabriel Boric.
¿Cuánto pesó para que el pacto electoral se frustrara el que algunos dirigentes transmitieran en privado que, como condición, usted tenía que bajarse de la presidencial?
No sabría decirlo, porque a nosotros solo nos llegan comentarios por la prensa.
¿Nunca nadie se lo planteó directamente?
No. Yo creo que nadie se atrevía a plantearlo y esa es la característica de algunos políticos: el doble discurso. Y como ellos saben que yo soy un hombre de convicción, eso era inaceptable.
Para noviembre, en que va a haber una izquierda disgregada con Boric, Paula Narváez y Yasna Provoste, ¿cómo espera enfrentar a esas distintas izquierdas?
Boric es el heredero de Jadue, Narváez es la impuesta por Bachelet y Provoste es quien promueve el indulto a delincuentes, es la que pretende expropiar las pensiones, es la que votó en contra de Aula Segura y es la que promueve el cortocircuito que planteó el Colegio Médico. Cada uno de ellos tiene una mochila muy pesada.
En la historia política de Provoste, si hay un hito que destaca es la acusación constitucional que la destituyó como ministra, cuestión en la que usted cumplió un rol clave. ¿Cómo ve este renacer de Provoste a la primera línea política, como presidenta del Senado y candidata presidencial?
Provoste llega a la candidatura presidencial con el gentil auspicio de Piñera, quien le dio la tribuna como presidenta del Senado y logra que la DC rompa el pacto interno, con un consejo general que ya había proclamado a Ximena Rincón. Quien ubica a Provoste en un lugar estelar es Piñera. En el tema de los recursos (que derivaron en la acusación constitucional en su contra), más que ella se haya quedado con recursos, no cumplió con su deber de controlar que se usaran bien y se le dieron varias oportunidades para que hiciera un cambio y que sacara al señor (Alejandro) Traverso, que era finalmente el responsable de todo esto. Y ella se negó. Bueno, si ella amparó o protegió a una persona que, dentro del desorden, permitió que se perdieran recursos públicos, ¿qué va a pasar si es que ella es Presidenta? ¿Va a proteger a todos los corruptos que pueden llegar a su gobierno? ¿Esa es su filosofía de gobierno?
¿Por qué cree que usted puede ganar esta vez?
Porque tengo la fuerza, la convicción de sacar adelante a Chile y esa fuerza y convicción no la veo en ningún otro candidato.
¿Y su apuesta va a ser conseguir los votos de la derecha tradicional quitándole votos a Sichel?
Nuestra apuesta es reencantar a aquellas personas que dejaron de ir a votar y ser el candidato de las pymes, de las personas más vulnerables y decirles que la manera de salir adelante es con crecimiento, con trabajo, con responsabilidad, haciendo las cosas bien. Nuestro voto va mucho más allá de la derecha, nuestro voto apunta a las personas de esfuerzo, de sentido común, a quienes creen en el mérito.
MMM…
Hace un par de años me parecía Kast alguien razonablemente moderado en sus apreciaciones generales, y bastante sencillo, con algunos temas valóricos (no todos) no muy populares pero que era capaz de debatirlos sin hacer pucheros ni entrar en rabietas. Nunca en realidad vi sus ideas económicas más allá de clichés así es que no tengo una noción de su visión en ella. Pero supongo es muy liberal económicamente hablando.
Pero en este reportaje refleja algo de soberbia mesiánica. Como la de Jadue. Tal vez es porque los “patriotas” lo han convencido de ello y cree que puede ser el salvador de Chile de una ola marxista y el es el único con pelotas, o peor aún, visión, para detenerla.
Creo que está errando el camino, y el diagnóstico. Ahora no se está votando por derechas e izquierdas, en el agregado. Se está votando por gente que pertenece a la élite política rancia o a la nueva camada más fresca.
El mismo lo establece. Boric y Jadue son lo mismo. Marxistas.Y en eso estoy de acuerdo. Por qué llega a la conclusión de que el triunfo de Boric es por miedo a Jadue, si son lo mismo??…
En el caso de los actuales candidatos, efectivamente son políticos de carrera, aunque no lo parezcan. Pero el también. Y mucho más.
Va a ganar quien sea visto como más anti establishment político, no más anti izquierda o anti derecha. Es un gran error también de los fanáticos tuiteros el pensar que el resultado de las elecciones son una prueba de que la derecha está muerta, así como fue un error pensar que la izquierda lo estaba en el 2017. Derecha e izquierda se mantienen en sus posiciones siempre en el agregado. Nadie que votó por Piñera va a votar por Jadue, o Boric. Nadie que votó por Guillier va a votar por Kast.
El que ofrezca una opción más de centro va a ser el que se lleve la torta. No venimos de un gobierno de izquierda que dejó la cagada. Por ende no tiene sentido pensar que va a salir uno de derecha por ese motivo. Venimos de uno de centro derecha. Pensar en esos términos es seguro un fracaso.
El captar votos debe ser similar a un producto de consumo masivo. No le vas a agradar a los extremos, y no es tu objetivo, pero si a la enorme mayoría, que es lo que quieres. Consumo masivo.
Lo que quiere hacer Kast es justo lo opuesto. Colocar una característica de nicho pensando que eso va a ser popular. Como las mierdas de películas progres.
NOT A GREAT PLAN…