Clínica Las Condes reporta pérdidas por casi $ 10.000 millones a junio y advierte “fuerte competencia” en el sector oriente de la capital

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@pulso

En medio del complejo escenario económico provocado por la crisis del coronavirus y en línea con la delicada situación de las clínicas del país, Clínica Las Condes reportó una pérdida por $ 9.885,6 millones en el primer semestre del año.

De acuerdo a los estados de resultados enviados a la CMF, estas pérdidas se comparan con las ganancias (atribuibles a los propietarios de la controladora) por $ 2.784,53 millones que registró en el mismo lapso del año pasado.

Los ingresos de CLC ascendieron a $ 95.102 millones entre enero y junio, esto es una caída de 15% en doce meses.

Respecto a la actividad hospitalaria, CLC detalló en su análisis razonado que los días cama ocupados alcanzaron 36.166 con una ocupación de 75,4%, donde destaca el aumento de la actividad de los servicios críticos; el porcentaje de ocupación de pabellones en la clínica fue de 44,3%, generando un total de 8.078 intervenciones quirúrgicas, con una disminución de 37,4% respecto al mismo período del 2019.

Los exámenes de laboratorio presentaron una leve disminución de 8,0%, mientras que la actividad de Imágenes se contrajo un 41,1% respecto al mismo período del año anterior. Las consultas médicas presentaron una contracción de 41,2% al mismo periodo.

CLC advirtió también sobre “fuertes niveles de competencia” en el mercado de Prestadores y Seguros de salud. Sobre este punto, dijo que este escenario requiere de otorgamiento de servicios y beneficios cada vez mejores para mantener y mejorar la posición competitiva.

“Nuestra competencia más relevante son las clínicas que se han incorporado en el sector oriente, además de las ya establecidas, las cuales se han incorporado con un alto nivel tecnológico en sus prestaciones”, sostuvo la institución ligada a Cecilia Karlezi.

En tal contexto, la clínica dijo que la mitigación de riesgo está basada en la implementación y utilización de tecnologías y terapias de alta complejidad, “de esta forma es capaz de ofrecer, prácticamente, todas las especialidades médicas, permitiendo generar integración, sinergias y fidelización de clientes entre las distintas unidades de negocio, considerando además una elevada experiencia tanto en temas médicos como administrativos”.

Una de las cosas que estaba en burbuja aparte de la educación universitaria y las viviendas era la salud, privada en particular, pero que obviamente se propaga también al entorno público.

El sobre uso de los sistemas de salud, dado que siendo privados la idea es utilizar al máximo la capacidad disponible de todo y por ende por cualquier cosa te mandaban a hacer una batería de exámenes y procedimientos varios, salvo tal vez médicos extranjeros que están más acostumbrados a la austeridad y por ende te mandaban para la casa con un par de remedios genéricos cuando veían que no era nada más que un resfrío.

Y obviamente el cero cuidado en la dieta y en el estilo de vida en general de las personas hizo que las clínicas estallaran en atenciones y por ende en copar su capacidad que hacían crecer con cada año.

Me gustaría ver cuanta gente está dispuesta hoy a gastar esos $300.000 adicionales al 7% del plan familiar  que te permitía ir hasta por si acaso a la Alemana si no tienen trabajo o no tienen la seguridad de el en el futuro.

Es ridículo.

Si estás sano, tomas el plan más barato que puedas y un seguro catastrófico.

Sería.

Es parte de los tiempos actuales el intentar mantenerse en buena forma física para disminuir todos los gastos asociados a la salud.

Todas las burbujas llegan a su término, y me parece que la médica lo está haciendo de manera catastrófica. Tal como el retail. Si no tienes dinero, vas por lo justo con lo poco que te queda. Y eso obviamente hace bajar mucho los precios en cualquier rubro.

Se supone que la salud es un 99% de mantenimiento y un 1% de corrección.

Obviamente el incentivo de las clínicas privadas es que sea al revés.

Por eso una de las pocas cosas en las que si estoy de acuerdo en que el estado participe más activamente es en la salud. No gestionando directamente los recursos por supuesto, vía concesiones, sino en el incentivo general de no intentar copar las capacidades productivas. Debe ser el único rubro donde en general te interesaría justo lo opuesto, que las camas estuvieran vacías. Tal vez las prisiones sería el otro. Imprimir artículo