Los efectos del coronavirus en las economías mantienen a los mercados con niveles inéditos de volatilidad, llevando a los gobiernos del mundo y los emisores a inyectar liquidez para tratar de normalizar la situación. Y en Chile, el Banco Central ya ha desembolsado US$2.552 millones entre el viernes pasado y el miércoles.
Al programa anunciado por Hacienda, que implica el desembolso de recursos por el 4,7% del PIB, su sumó la rebaja de 75 puntos en la TPM por parte del Banco Central, pero también un programa de US$8.200 millones destinado a mejorar la posición de los bancos, a través de préstamos con cargo a sus carteras de crédito, y del mercado de renta fija mediante la compra de bonos bancarios por hasta US$4.000 millones, además del uso de bonos corporativos como colaterales, una clara señal destinada a normalizar el mercado secundario.
El viernes pasado, el Central compró bonos de bancos por $268.240 millones, el lunes otros $729.120 millones, y el martes la cifra subió a $1.094.175 millones.
En paralelo, el Emisor mantiene su programa de recompra de deuda de propia emisión, bajo la cual adquirió bonos en UF por US$54,5 millones el lunes de esta semana.
Desde el día previo al anuncio del Banco Central (19 de marzo), las tasas de sus bonos en UF a 2 años pasaron de 1,3% a -0,57%, las de 5 años se mantienen en -0,1%, en tanto el de 10 años pasó de 0,52% a 0,59%.
Esto es un soporte directo a los fondos de pensiones vía los bonos bancarios y del central, junto con aceptar los bonos de gobierno como colateral para liquidez.
Para los que piensan que nadie está haciendo nada por los fondos de pensiones de la personas…y quien piensa en los viejos, nos están robando¡¡¡¡
BUAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
La gente es increíble.
Cuando están sus fondos subiendo como espuma, se quejan por lo mucho que ganan quienes están entregándole esas ganancias. Cuando bajan, exigen que no quieren pérdidas, nunca, y tiene que absorberlas alguien más, los que les dieron las ganancias anteriores, o el gobierno, a pesar de que esas pérdidas sean temporales y una fracción de las ganancias proyectadas hacia el final del periodo de cotización.
Por eso ningún sistema de beneficio y seguridad social va a servir nunca.
El mejor sistema posible es que los ahorros de los trabajadores se vayan a sistemas de capitalización individual que inviertan en el mundo sin restricciones. El peor es que los ahorros de los trabajadores se vaya al estado. Si los sistemas de capitalización son decentemente gestionados, pueden empatar con gobiernos muy, muy eficientes en el gasto y gestión de dineros. Eso sería, nuestro sistema de capitalización individual puede ser equivalentes a los gestionados de manera pública de Noruega y Holanda. Nuestro sistema le saca la cresta a Argentina, Francia, Italia, España y mucho, muchos, muchos, otros sistemas de reparto, por diseño, no porque seamos mejores. Un sistema que invierte en el mundo va a tener más rentabilidad y sostenibilidad que uno que toma el dinero, lo gasta y promete que va a tomar el dinero de los que vengan en el futuro para pagarte. Por supuesto si los trabajos son precarios, inestables y de baja renta, la capitalización individual no va a compensar eso.
Sin embargo, la gente protesta. Siempre lo va a hacer. Nunca va a ser suficiente seguridad cuando la prometes.
Se supone que la seguridad social es una malla de contención para caídas catastróficas hechas de la cuerda más ordinaria y hedionda que pueda existir. Tiene que resistir una caída, pero tienes que salir rápido de ella. La gente quiere una malla de contención de seda perfumada con Armani de la que puedan salir cuando estimen conveniente.
Por eso los gobiernos del mundo van a quebrar. Prometieron esa clase de mallas de contención. Y ahora tienen que pagar el precio, y no tienen a nadie a quien facturarle. Imprimir artículo
Chapó 👏
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